¿De qué tiene más ganas el alcalde, de ver la gabarra surcar la ría o del día después?

—Es un doble sentimiento, por un lado es muy importante que salga la gabarra y que las nuevas generaciones, nuestros hijos e hijas, puedan ver lo que eso supone. Cuando cantamos el himno del Athletic: Herritik sortu zinalako, maite zaitu herriak. Porque habéis salido del pueblo, os quiere el pueblo... Eso es lo más bonito del himno. Va a ser un momento histórico, lo mismo que lo fue hace 40 años. Ojalá que a partir de ahora sea menos histórico. Y eso hace que todo el mundo nos vayamos a echar a la calle y, por eso, también tengo ganas del día siguiente juntarme con el equipo a primera hora para analizar que ha ido todo bien, que no ha pasado nada porque es una celebración que tiene riesgos con tantos miles y miles de personas en la calle, con un ámbito que no es competencia nuestra, pero la navegación por la ría es complicada. Por eso, apelamos al civismo para que la protagonista sea la alegría y nada más.

De la seguridad de esa jornada, ¿cuál es el punto que más les preocupa por su complejidad?

—Los puntos más complicados son aquellos que dan acceso a la lámina del agua, a la ría. Desde el punto de vista del operativo, entre Elorrieta y el Ayuntamiento están identificados múltiples puntos por parte de la policía para que se establezcan medidas de seguridad para intentar prevenir y que no pase nada, pero lo más importante sería que la ciudadanía sea consciente de no asumir riesgos. Si hoy vemos algunas fotos de hace 40 años, vemos a gente subida en señales de tráfico, sentadas en la parte alta... son acciones que tienen mucho riesgo y hay que intentar evitarlo. Aquí delante tenemos la escultura de Oteiza. Nosotros vamos a adoptar medidas para evitar que la gente se suba, pero lo más importante es que nadie intente subirse para verlo un poco mejor que los demás. Tenemos que disfrutar de la jornada sin hacer tonterías, si se me permite la expresión.

Todo el mundo teme que caiga gente al agua. ¿Cómo evitarlo si es por voluntad propia?

—Es un riesgo que hay que intentar evitar. Por eso hay que empezar por la concienciación. En Aste Nagusia lo decimos por activa y por pasiva que la gente no se tire a la ría, pero ese día en la ría no pasa nada más, en cambio el jueves más de cien embarcaciones van pasar por la ría por eso quiero apelar al civismo.

¿Cuántos efectivos van a componer el dispositivo de seguridad?

—Podemos decirlo pero creemos que es muy importante que la gente no empiece a hacer cálculos: entonces no van a estar en este u otro sitio. Es importante que la gente sepa que hay un dispositivo muy importante, no solo Policía Municipal, también Ertzaintza. Un dispositivo de vallas, operativos que tienen que ver con bomberos, protección civil... para poner todos los medios al servicio de la seguridad y la protección de las personas.

¿Con qué compararía esta celebración, con una Aste Nagusia, tres Tours...?

—Es incomparable. No hay celebración que se pueda comparar con esto. La Aste Nagusia es desbordante, el Tour se nos va a quedar grabado en la memoria pero nada como la gabarra, como el recibimiento al Athletic.

La gente está preocupada por cómo llegará a Bilbao el jueves.

—Hay que recomendar que se utilice el transporte público en la medida que se pueda. Hay huelga de Bilbobus desde hoy, pero es recomendable utilizar el metro, Bizkaibus y acceder de esa manera.

Pero la ciudadanía teme que se colapse también el transporte público.

—No tiene por qué haber problemas. El metro va a funcionar y va a haber un dispositivo especial para ese día. En Bilbao tenemos una buena red de transporte público y es una pena que sea precisamente Bilbobus quien no esté operativo por ese conflicto con los trabajadores y trabajadoras de Bilbobus.

¿Donde le gustaría ver la gabarra?

—Hace cuarenta años, en la universidad pusimos en la pizarra: Txapeldun y no hay clase. Nos fuimos a Deusto a tomar algo y luego corriendo vine al Ayuntamiento. Estuve en la explanada y tengo el recuerdo del alcalde Castañares y yo ahí abajo. Cuarenta años después, yo voy a estar dentro del Consistorio dejando que sean los jugadores los protagonistas para ofrecer ese título y compartir el éxito con la afición, la ciudadanía y la ciudad.

¿Desde cuándo es socio? ¿Recuerda su primer partido?

—Desde abril del 72. Hace 52 años. No recuerdo el primer partido porque fue mucho antes de ser socio. Había entonces unas entradas en la antigua general, tribuna este, que ponía entradas para niños y militares sin graduación y siempre que podía iba a alguna de esas entradas. Es lo que recuerdo. También en la puerta 19, –yo vivía en Luis Briñas– estaba sin urbanizar y la puerta 19 estaba en esa esquina con Urkijo. Eran puertas de madera y tenían como agujeritos y nos apostábamos medio tumbados en esas puertas para ver parte del partido. Son mis recuerdos de niño.