Defina en una palabra lo que es el Athletic para usted.

Suena a tópico pero es un sentimiento. No soy muy futbolera, pero sé reconocer cuando un equipo es único. Y su afición también. Son los nuestros.

¿Cuál es su primer recuerdo de niña en rojiblanco?

Probablemente, las celebraciones del doblete y la gabarra. Verlo por televisión, aquella alegría, aquella marea de gente... Era una niña, pero conociendo después con los años qué fue aquello piensas en la emoción que supuso y cómo aquel recuerdo se mantiene así pasen 40 años.

"Hoy pienso en el once titular que saltará a La Cartuja y al que tenemos que transmitir todo nuestro calor. Y el reconocimiento a todo el cuerpo técnico y al entrenador. Txingurri nos ha puesto otra vez a soñar"

¿Con qué jugador de la historia del equipo se siente más identificada?

Hoy pienso en el once titular que saltará a La Cartuja y al que tenemos que transmitir todo nuestro calor. Y el reconocimiento a todo el cuerpo técnico y al entrenador. Txingurri nos ha puesto otra vez a soñar.

¿Cuál es el momento más bonito que recuerda relacionado con el Athletic?

Es emocionante cuando he visto a los niños y niñas yendo a clase con la camiseta, a las guarderías, jugando al fútbol en las plazas. Ellos son el futuro de esta afición. Me gusta el ambiente de fiesta, los balcones engalanados, ese ambiente previo y mágico desde las semanas previas. Sabemos vestir la ilusión.

¿Y el más duro?

Perder un partido puede ser terrible, pero el disfrute queda.

¿Es de llevar camiseta y bufanda para todos los partidos?

Ahora me toca acudir a San Mamés como diputada general y estar en el palco. Y eso es algo que me pierdo.

"Siempre me ha llamado la atención la liturgia del bocadillo en San Mamés compartiendo bocata en la hora de la cena. El bocata, como el gol, es otro momento de comunión"

¿Tiene algún ritual para cuando va a San Mamés a ver al Athletic?

Ninguno en especial, pero siempre me ha llamado la atención la liturgia del bocadillo. Aitas y amas con sus hijos e hijas, los amigos, el aitite con los nietos en San Mamés compartiendo bocata en la hora de la cena. El bocata, como el gol, es otro momento de comunión y aquí somos de buen saque.

¿Cómo va a ver la final?

En Sevilla, acompañando a la afición y después viendo el partido desde el palco. Va a ser un ambiente único. Porque un equipo sin afición no es nada. Y la nuestra es la mejor.

Un pronóstico para el partido.

2-0.

¿Qué sería capaz de hacer si el Athletic gana la final?

No lo he pensado ni he hecho ninguna apuesta. Además no te lo diría, que luego queda por escrito, ja ja ja...

¿Sueña con ver la gabarra surcando la ría?

¿Quién no lo hace? Será un regalo precioso para nuestros hijos e hijas y toda la afición que venga en las próximas generaciones. Bizkaia entera quiere ver la primera gabarra del siglo XXI ¡Imagínate!