El derbi entre Athletic y Alavés en el último partido en San Mamés antes de la final de Copa del próximo 6 de abril en La Cartuja dejó tres nuevos sustos en las gradas del coliseo rojiblanco desde el punto de vista sanitario. El choque ante el conjunto gasteiztarra, no en vano, tuvo que detenerse a causa de la indisposición de un aficionado, esta vez del Alavés, mediada la primera mitad. Antes del comienzo del envite, con los jugadores todavía en el túnel de vestuarios, se produjo el primer susto de la noche como consecuencia de un balonazo que obligó a ser atendida a otra persona detrás de la portería en Tribuna Sur Baja. Durante el tiempo de descanso, asimismo, otro seguidor situado en las filas inferiores de la Tribuna Principal Baja necesitó ser atendido antes de que el colegiado Muñiz Ruiz recibiera el visto bueno para decretar el inicio del segundo acto.
En el recuerdo, inevitablemente, el fatal desenlace vivido con el socio rojiblanco Miguel Ocio, de 79 años, dos semanas atrás. El aficionado, natural de Romo, falleció días después de tener que ser atendido durante la primera mitad del partido de vuelta de la semifinal de Copa contra el Atlético, cita en la que otro aficionado requirió también asistencia médica. Aitor, hincha rojiblanco, había sido invitado previamente a Lezama tras protagonizar otro susto en el choque liguero disputado ante el Girona el pasado 19 de febrero en San Mamés.
En el plano estrictamente futbolístico, ‘La Catedral’, que volvió a cantar “A Sevilla, oe”, celebró un nuevo triunfo con 48.257 aficionados en las gradas, otra gran asistencia para un estadio convertido esta temporada en un auténtico fortín.
