Hace unas pocas semanas el nombre de Yeray Álvarez volvió a asomar en la competición. Dejaba atrás un proceso duro, con dos pasos por el quirófano, que se ha prolongado más de un año. Ahora confía en disfrutar del fútbol, asegura hallarse en un momento ideal física y anímicamente, más maduro y muy consciente de qué merece la pena y qué no.  

Vamos a empezar por lo inminente, la visita del Girona.

Partido complicado, por mucho que Míchel dijese que el Madrid les había dado un baño. Juegan bien, con mucha movilidad, son peligrosos a la contra, pero si les aprietas, también ellos sufren. Y San Mamés siempre nos da ese puntito, lo sabemos, al igual que somos conscientes del momento en que nos encontramos. Con todo esto, podemos llevarnos el partido.

En la primera vuelta, el Athletic demostró que puede hacerle frente.

Lo que decía, si les haces el partido incómodo, lo notan. Han completado una primera vuelta muy buena, pero cuando jugamos allí, que yo lo vi en casa, ellos no lo pasaron bien.

Sabe que algunas de las últimas actuaciones del Athletic, en especial la de Almería, han generado dudas o una pizca de desconfianza.

Mira, hablando del Girona, le estuve viendo contra el Almería y si no perdió fue porque al Almería le faltó acierto en ataque. Con esto quiero decir que todos tenemos partidos de este tipo y a nosotros nos tocó en el campo del Almería, donde hubo muchas cosas para olvidar. Por suerte, la liga no para y estamos ante otra oportunidad para sumar de tres.

“Tenemos un colchón, se han hecho bien las cosas desde el principio y no debería haber ningún tipo de duda sobre el equipo”

Sí, claro que hay días que salen torcidos, pero puede que cueste más asimilarlo cuando la gente se habitúa a que el equipo resuelva.

Es normal que a la gente le entre esa especie de incertidumbre, pero este año tenemos un colchón porque las cosas se han hecho bien desde el principio. En esos partidos quizás hayamos hecho menos ocasiones, pero pienso que no debe haber ningún tipo de duda sobre el equipo.

Probablemente, pesa el recuerdo de las campañas anteriores.

Ya. Otros años nos hemos quedado a las puertas, no se nos daban bien las últimas jornadas y además nos acordábamos de algunos puntos que nos habíamos dejado en el camino. Este año me ha tocado vivir de forma distinta el ambiente, los entrenamientos, todo lo que es el día a día y en conjunto lo veo diferente, veo más factible, más claro y posible entrar en Europa. La gente tiene la oportunidad de estar, incluso, ilusionada con ir a la Champions. También nosotros, los jugadores. Ahora nos toca contra el Girona y el Betis e iremos a ganar.

En efecto, el equipo transmite sensaciones muy positivas, que poco o nada tienen que ver con las de otros años.

Dentro del fútbol también existe la suerte, influye en muchas de las acciones que se dan en un partido y este año, ese factor lo tenemos de nuestro lado. Se ha podido comprobar en una serie de partidos. Antes lo intentábamos igual que ahora y, por ejemplo, no llegaba ese gol que cambia el signo de un partido.

Pero la suerte es algo que se busca. Las posibilidades de que favorezca aumentan si se juega bien. A mejor juego, más suerte.

Sí, este año estamos teniendo más suerte. Pero antes también jugábamos con intensidad. Ahora quizás apretamos mejor y además la suerte nos ayuda.

Bueno, hace pocas semanas que ha regresado a la competición. Ha estado mucho tiempo con problemas físicos.

Desde enero del año pasado. 

Un año, entonces, pero estuvo jugando hasta abril.

Sí, seguí jugando, pero… Me lo he preguntado muchas veces y la culpa solo me la puedo echar a mí mismo. Como uno mismo nadie sabe cómo está y decidí seguir, con infiltraciones y pastillas para poder jugar. Al principio, así conseguía entrenar y podía jugar bastante normal, pero el tema fue a más. Los remedios que utilizaba para eludir la operación ya no hacían efecto y al final… No me arrepiento porque el míster me quería, no sé si el equipo me necesitaba, seguramente hubiese sido mejor que jugase Paredes. A veces hay decisiones en el fútbol que se toman y otras veces, no. 

Usted ha pasado por varias situaciones complejas en este sentido.

Con Marcelino, la lesión fue en el tendón rotuliano, en una rodilla, fue cuando empezó a jugar Vivian. La de este año ha sido la más gorda. Pubalgia, aductores. Qué pasa, pues que de los veintitantos casos que ha habido en la plantilla solo hay uno que se operó de arriba y de abajo. Lo valoré y pensé que operando solo arriba podría seguir, pero recaí. Calculé que solo tendría una semana de vacaciones y que iría a Lezama para recuperarme y poder estar trabajando con el equipo en pretemporada.

Y se volvió a hacer daño en el único amistoso en que participó.

Estuve en Lezama haciendo ejercicios y con el tratamiento las molestias bajaban, pero me hice daño en ese partido. Me fui recuperando con la temporada en marcha y volví a jugar algún partido, pero en una resonancia salió que el tendón estaba afectado. Y contra el Almería se partió, pero no del todo. Entonces era esperar o quirófano. Teniendo en cuenta que llevaba desde enero, decidimos operar.

Vaya.

Una putada porque se podía haber hecho todo en verano. Tanto los médicos como yo queríamos lo mejor, pero no acertamos.

Por fin está resuelto.

Estoy contento porque, aunque los plazos para regresar se han alargado un poco, he podido volver cuando Vivian y Paredes estaban ya con cuatro tarjetas y tocaba una fase del calendario con mayor carga de partidos. No quería regresar sin tener la certeza. En estas historias, lo más complicado es tener paciencia, pero ahora ya me siento bien físicamente, al nivel de los demás.

Nadie se acostumbra a esta clase de vivencias.

Creo que por lo que ha durado esta vez ha sido la peor experiencia, pero por la edad que tengo y el momento en que me ha pillado ha sido de las mejores. Es posible que antes hubiese estado más agobiado; sin embargo, lo he llevado de otra manera. También me ha ayudado lo que se respira en el vestuario, ves cómo entrenan todos, los que juegan y los que no lo están haciendo, y esa actitud de los compañeros se agradece. Me ha tocado estar en lo más alto y pasar de repente a lo más bajo, ya sea por enfermedad o por lesiones. Todas esas vivencias son de gran ayuda.

Su larga ausencia ha coincidido con una situación delicada por la falta de recambios específicos en su puesto. Vivian y Paredes han tenido que asumir la responsabilidad y lo han hecho con nota.

Esto ha pasado más veces. Así tuve que empezar yo, luego Núñez y luego Vivian y también Paredes. A mí me tocó así, de repente. Y no puedas prejuzgar a nadie por unos pocos partidos, todo es un proceso que lleva su tiempo. Muchos son capaces de aprovechar esa oportunidad que se presenta y tienen la recompensa. Hablamos de jugadores que demuestran su valía sin saber que iban a estar ahí. Yo no tenía duda de que sin Iñigo y estando yo lesionado, el tema saldría adelante.

Pues se planteaba una duda razonable.

En el filial también hay centrales. Llegan estas situaciones por fuerza mayor y ya está. Si tenemos la suerte de que va saliendo gente como la que he citado, se comprueba que en Lezama se trabaja bien. Muchos hemos entrado así. Cuando subí fue porque se lesionaron Bóveda y Etxeita. Tuve que debutar y no se me va a olvidar, además de que nos metieron tres ese día. Luego seguí entrando porque no había más y a partir de eso he podido jugar con continuidad. Hay que confiar en los chavales.

Pero no solo cuando no queda más remedio, que pasa mucho. Por cierto, se dijo que fue muy humilde al declarar que, aun estando usted disponible, debían jugar Vivian y Paredes.

Es lo que pienso.

“Vivian y Paredes se han ganado durante el año ser titulares, me consideró un fichaje de invierno que les va a venir bien”

Seguro, porque hace año y medio en otra entrevista ya comentó que no se sentía titular porque los otros dos centrales (Iñigo y Vivian) eran tan buenos o mejores que usted.

Cuando el equipo va quinto, está en semifinales de Copa y lleva trece porterías a cero, mucha culpa es de ellos dos. Vivian y Paredes se han ganado ser titulares durante todo el año. Yo ahora me consideró un fichaje de invierno que les va a venir bien. Que vuelva es bueno para ellos. Y para mí, que estén como están para ir cogiendo ritmo otra vez. Yo ahora estoy para ayudar, lo que no quiere decir que no vaya a hacer lo posible para que el míster tenga dudas a la hora de elegir, pero mi pensamiento actual es que de momento soy el tercer central.

En las jornadas recientes, los centrales han estado alternando.

Quizá porque Vivian y Paredes están con cuatro tarjetas, para evitar el riesgo de que los dos vean la quinta en el mismo partido. Lo supongo porque el míster no nos ha dado ninguna explicación.

En la Copa, en el Metropolitano, coincidieron durante un rato los tres.

Nos perdemos un poco porque es un sistema que no utilizamos normalmente y no lo tenemos cogido. Yo me sentí perdido, pero fue por cómo estaba el partido.

“El resultado del Metropolitano no refleja lo que pasó, el Atlético tuvo muchas ocasiones para darle la vuelta al marcador”

De paso, ¿cómo se presenta el partido de vuelta?

-Muy complejo. El resultado que conseguimos no refleja lo que pasó en el campo. En la primera parte estuvimos bien, pero en la segunda el Atlético tuvo muchas ocasiones para darle la vuelta al marcador. En San Mamés saldremos sin miedo, iremos a por el partido. Lo mejor es aparcar la ventaja que tenemos y salir como si la eliminatoria estuviera 0-0. Ellos van a sufrir y nosotros, también.

De eso tiene pinta.

El Atlético maneja muchas alternativas. Dicen que juegan muy atrás, que se cierran, pero Simeone va cambiando durante el partido. Son capaces de hacer combinaciones de veinte o más pases, de presionar en medio campo, arriba tienen recursos, jugadores que deciden y todo eso lo tendremos que contrarrestar. Lo podemos hacer.

Volviendo a su circunstancia particular, ha dejado atrás las lesiones y puede mirar al futuro con ilusión.

Ya no me opero más. Llevo muchas operaciones y si tuviese que volver al quirófano me plantearía dejarlo.

¿En serio?

Son tres ya. La gente no lo ve, no sabe lo que significa. La cantidad de tratamientos por los que he pasado, infiltraciones, pastillas, todo lo que he tenido que tomar, todas las veces que he jugado con molestias durante muchísimo tiempo. Todo esto me lleva a pensar lo que acabo de decir. No te lo digo al cien por cien, pero si tengo que pasar por otro proceso así, creo que pensaría en dejarlo.

Suena fuerte lo que comenta.

Hablar de las lesiones es algo que no me agrada, pero es que no quiero volver a pasar por eso. Quiero disfrutar del fútbol ahora que me siento bien. Estoy en una fase distinta, por edad y por madurez, creo que es mi mejor momento física y anímicamente.

“Quiero acabar aquí mi carrera, no tengo intención de retirarme con 31, pero no sé si merece seguir viviendo con problemas”

En una edad estupenda.

Está claro que quiero acabar aquí mi carrera. Cuando acabe mi contrato tendré 30 años y no tengo intención de retirarme con 31, pero todo lo que conlleva cada lesión es lo que me impulsa a pensar si merece la pena seguir viviendo con problemas. Confío en que las cosas vayan mejor.

No es habitual que un futbolista de élite se exprese como usted, normalmente se guardan este tipo de asuntos.

Es posible que contar estas cosas sea algo que lo llevo mejor o diferente a la mayoría desde que pase por lo de la quimio. Pero, en general, las lesiones es algo que el jugador lo comparte solo con su entorno más cercano. Son una parte de tu vida que dejas a un lado para ir a entrenar todos los días con la mejor actitud posible. Los compañeros son de gran ayuda, pero ves que el equipo anda bien y tu infiltrándote y con un vasito para el sangrado. Son aspectos de la profesión que no se ven, se tapan. Será por todo lo que he vivido que no tengo reparos para contarlo.

La gente que sufre enfermedades, agradecerá que gente como usted se exprese sin remilgos.

También en el fútbol hay gente que está jodida. Ya sé que lo que se ve es el coche, la casa, el dinero que ganas. Todo esto vale para no tener las  preocupaciones comunes, que afectan a mucha gente, pero no te da la felicidad. El simple hecho de poder hablar con alguien de lo que estás pasando, tiene más valor que el resto de las cosas. Lo digo ahora y no suelo hacerlo, me lo preguntas y hablo, pero es verdad que el futbolista tiende a ser reservado con estas cuestiones.

Empezamos con el Girona, para terminar qué tal referirse al objetivo, a Europa.

En el vestuario se habla de ello, de lo bonito que es estar compitiendo en Europa. Eso de que coger el avión entre semana e ir, no sé, a donde sea, o de recibir a un equipo de fuera en San Mamés. Se lo contamos a los más jóvenes, que no saben que significa competir a ese nivel. Yo lo pude hacer en mis dos primeros años y es algo que no olvidas, son partidos que se te quedan grabados para siempre. Por eso tengo muchas ganas de volver a sentir lo que supone ir a la UEFA. Y lo de jugar tres partidos a la semana no lo veo como un problema, aunque se utilice como excusa para justificar algún mal resultado reciente, hay plantilla suficiente.