ISCO Alarcón (Benalmádena, 21-IV-1992), con plaza reservada en el once inicial del Betis de cara al partido dominical ante el Athletic en San Mamés, vuelve a sonreír tras un largo periodo en la sombra. Muchos le dieron por acabado. Futbolista del pasado al que el paso del tiempo y los éxitos acumulados en el Real Madrid habrían devorado. La opinión llegó a ser mayoritaria en torno a su figura después de su accidentada salida del Sevilla en diciembre del pasado año, pero nada más lejos de la realidad. El talento nunca muere si se cuida como se debe.

Eso es precisamente lo que ha hecho el de Benalmádena durante su inactividad, recuperar su mejor tono físico y recomponerse a nivel mental con la ayuda de un psicólogo. Hipermotivado, Isco ha vuelto a la competición al abrigo de la confianza de Manuel Pellegrini, clave para rescatar del ostracismo a un jugador de clase descomunal. A sus 31 años, el que fuera futbolista del Real Madrid entre 2013 y 2022 con la consecución de 5 Champions League, 4 Mundiales de Clubes, 3 Supercopas de Europa, 3 Ligas, 3 Supercopas de España y 1 Copa, busca reivindicarse tras frenar en seco después de su frustrado fichaje por el Unión Berlín en el mercado invernal del pasado ejercicio.

Ocurrió justo después de rescindir su contrato con el Sevilla, donde llegó en el verano de 2022 avalado por Julen Lopetegui, entrenador entonces del conjunto hispalense, y de donde salió apenas cinco meses después ya sin Lopetegui al frente del equipo y en medio de un duro enfrentamiento con Monchi, quien ejercía como director deportivo. “Monchi me agredió, me cogió del cuello y nos tuvieron que separar”, desveló Isco en una entrevista concedida a Marca pocos días antes de convertirse en nuevo jugador del Betis reforzando así al eterno rival del Sevilla.

En el Benito Villamarín, despejadas las dudas iniciales que generaron la apuesta del club por el malagueño, están encantados. Dos jornadas de liga, dos exhibiciones del de Benalmádena y sendos nombramientos como MVP frente a dos rivales de postín como Villarreal y Atlético de Madrid. “Estoy mejor de lo que esperaba y con ganas de demostrar. Al final es mucho tiempo sin competir, pero me estoy sintiendo bien”, remarcó el centrocampista tras el empate sin goles contra el conjunto colchonero reconociendo asimismo que durante los últimos meses “me he reciclado y he trabajado física y mentalmente. Ahora estoy preparado y con ganas de jugar al fútbol, que es lo importante”.

El martes, en el día de descanso de la primera plantilla del Betis, Isco mostró a través de su perfil en Instagram cómo trabajaba duro por su cuenta con el objetivo de poner su mejor nivel a disposición de Pellegrini, con quien coincidió dos temporadas en el Málaga. El técnico chileno, cuestionado la pasada semana por el malagueño, no escatimó en elogios hacia su pupilo al destacar que “Isco quiere este desafío y ha hecho un gran esfuerzo a nivel económico. Más que revancha, quiere demostrar que está vigente y me alegro por él, porque es un jugador de otro nivel”.

El domingo frente al Athletic llegará la tercera titularidad consecutiva para un relanzado Isco, quien disfrutará de libertad de movimientos en la mediapunta, su posición predilecta.

Abiertos al mercado

La sonada incorporación del malagueño es una de las siete llegadas que ha concretado el Betis en el capítulo de altas. Con una decena de bajas entre las que destacan la retirada de Joaquín Sánchez y la venta de Sergio Canales al Monterrey mexicano por diez millones de euros, el club verdiblanco permanece abierto a los vaivenes de un mercado que entra en su fase final.

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A una semana del cierre de la ventana estival, jugadores con un papel importante a las órdenes de Pellegrini podrían verse abocados a cambiar de aires dada la compleja situación económica del Betis, que no ha podido inscribir todavía a dos refuerzos como Héctor Bellerín y Marc Bartra. Ambos, de vuelta a la entidad andaluza, están a la espera de saber si podrán estar disponibles para medirse al Athletic. Se da por segura la baja del atacante brasileño Luiz Henrique, quien padece molestias musculares, y la presencia en el eje de la zaga de su compatriota Luiz Felipe, los dos con serias posibilidades de abandonar el Betis en los próximos días.

La plantilla verdiblanca figura así las cosas aún por definir con Isco como nuevo faro ofensivo de un equipo que asoma invicto en el arranque del curso.