El uso masivo de la estadística en el mundillo del fútbol constituye en el seno del Athletic una práctica muy arraigada en los últimos tiempos. Lo mismo sirve para promocionar sus futbolistas que facilita la activación de todo tipo de promociones y campañas dirigidas a socios y aficionados. El dato numérico ha adquirido una importancia capital, es básico en análisis e interpretaciones, aunque en ocasiones más que informar sea un instrumento que desvía la atención o directamente modifica la percepción de lo que realmente ocurre. No sería el caso del que se aporta a continuación: Ander Herrera va a cumplir durante la semana en curso los cien días de baja.

Salvo que el servicio médico del club estime que se encuentra en condiciones de trabajar con normalidad, o sea, de tomar parte como el resto de los integrantes de la plantilla en las sesiones de entrenamiento que hoy miércoles se reanudan en Lezama y anuncie que cuenta con el alta, Herrera alcanzará esa cifra redonda. Son, por tanto, más de tres meses sin que Ernesto Valverde haya podido alinear al jugador que llegó a Bilbao del Paris Saint Germain a finales de agosto por no hallarse disponible.

Cien días es el período que Herrera lleva apartado de la competición a causa de una serie de contratiempos de índole muscular. En concreto, el club contabiliza hasta cinco lesiones que se habrían ido sucediendo desde el verano. La consecuencia derivada de semejante historial supone que el centrocampista de 33 años ha faltado en once partidos, pero un repaso pormenorizado de su trayectoria revela que las ausencias abarcan más compromisos. Y ello pese a que alguna de las bajas coincidió con tramos de la temporada en que calendario estuvo detenido. Por ejemplo, con motivo del Mundial, LaLiga y la Copa quedaron interrumpidas cinco semanas.

Habría que considerar además que Herrera figuró en media docena de convocatorias sin que el entrenador le diese minuto alguno. De lo cual cabe concluir que tampoco en dichas oportunidades estaba preparado para saltar al verde. Deducción que se apoyaría en el hecho de que Valverde ha intentado en diferentes momentos integrarle en la dinámica del equipo, cuando en la mayoría de sus actuaciones se percibió que Herrera estaba lejos de su plenitud.

El afán de Valverde por darle bola a Herrera no es difícil de entender, si se considera que su incorporación a la disciplina rojiblanca tuvo el visto bueno del técnico y, cómo obviarlo, que era la operación estrella de la directiva de Jon Uriarte. Un golpe de efecto ejecutado con el objetivo de generar ilusión e impulsar la candidatura europea del equipo.

A estas alturas de la película, salta a la vista que la previsión no solo no se ha cubierto, sino que choca estrepitosamente con los acontecimientos. Herrera es el 19º jugador en minutos disputados, con 468, después de asomar en once encuentros, seis como titular, sin completar ni uno solo. Y protagonizando episodios de lo más extraños, como en la undécima jornada. El Athletic visitaba el Camp Nou y nada más encajar el segundo gol, en el minuto 21, Herrera solicitó el cambio con gestos ostensibles de que había sufrido un tirón o algo similar. Fue relevado y siete días después estaba en la lista para recibir al Villarreal.

Tampoco regresó al césped de Balaídos tras el descanso, cosa que tuvo lugar el 29 de enero, fecha desde la que permanece inédito. Lleva pues casi dos meses en la enfermería y como pronto no reaparecerá hasta el 1 de abril, si bien tal posibilidad se antoja remota tras su dilatada ausencia de la competición.

Aparte de su escasa aportación al equipo, por lesión o por estar fuera de forma, Herrera se ha visto involucrado en un par de asuntos que enmarañan su segunda etapa en el Athletic. A mediados de febrero, el club comunicó que acordaba con el PSG el final de la cesión de Herrera y hacía efectiva la opción de compra, que vinculaba al jugador hasta junio de 2024. Ese día, Herrera desmentía en rueda de prensa la noticia emitida por Ibaigane al asegurar que él ya sabía en agosto que militaría en el Athletic esta temporada y la siguiente. Reforzó su mensaje afirmando que desde el primer día conocía con absoluta precisión las cantidades que cobraría en Bilbao por cada uno de los dos años.

Un nuevo capítulo del sainete se registró en marzo. Con el equipo en plena crisis de resultados, Herrera aireó por escrito que desde mediada la campaña 2021-22 venía padeciendo “problemas musculares reiterados de los cuales no consigo recuperarme”. Es decir, que ya arrastraba limitaciones físicas en su anterior equipo y, mira por dónde, de similar naturaleza a las que le han impedido jugar en el presente ejercicio, ya en las filas del Athletic. El club no tardó en salir a la palestra y aseguró que Herrera era “apto a todos los efectos para la práctica del fútbol profesional”, según se desprendía de las pruebas a que fue sometido en agosto. Los hechos y su testimonio parecen desmentirlo .

La actualidad

Chimy Ávila cae lesionado

Puede no llegar ante el Athletic. Osasuna informó ayer de que Chimy Ávila sufre una lesión en el sóleo de su pierna izquierda que podría hacer que el delantero no se recupere a tiempo para llegar al partido de vuelta de la semifinal de Copa frente al Athletic, que se disputa el próximo 4 de abril en San Mamés. A falta de dos semanas, el argentino, máximo goleador del plantel osasunista con 8 tantos, tendrá complicado llegar en plenitud de condiciones al encuentro, dado que se trata de una lesión que suele requerir de entre dos semanas y mes de recuperación. Sufrió molestias durante su último compromiso, frente al Villarreal, y desde entonces no se ha ejercitado con sus compañeros hasta que las pruebas médicas confirmaron el alcance de la lesión.