La ausencia de Unai Nuñez e Iñigo Vicente en el entrenamiento de ayer solo cabe interpretarse como el preámbulo de la inminente salida de ambos. Los rumores activados desde hace días les sitúan al margen de los planes de Ernesto Valverde y se refuerzan ahora con su repentina incomparecencia en Lezama. Solo la existencia de conversaciones con los clubes donde podrían recalar, según parece el central en el Celta y el delantero en el Racing de Santander, explicarían que hayan dejado de trabajar al lado de sus compañeros. Este paso es idéntico al que ha precedido las despedidas de Jokin Ezkieta, oficializada el lunes, e Iñigo Córdoba, cuya marcha fue hecha pública en la mañana de ayer.

En los casos de Nuñez y Vicente, de momento es una incógnita relativa cuál será la fórmula contractual que permitirá el cambio de aires. Cesión o venta y si esta incluye una opción de recompra aparecen como las alternativas a barajar ante la falta de noticias concretas. En este sentido, resulta llamativo que el Athletic se reservase la opción de repescar a Ezkieta, un portero que apenas ha intervenido en competición a lo largo de tres campañas, después de consensuar la rescisión del año de contrato que le restaba y dejar que se comprometiese con el Racing. Aunque se supone que no hay dos circunstancias iguales, que cada jugador es una historia, visto lo visto cuesta creer que en Ibaigane vayan a renunciar a emplear idéntico criterio, al menos con Nuñez, que acumula una amplia trayectoria en la máxima categoría.

Además, siguiendo con Nuñez, se ha de observar que su contrato con el Athletic vence en 2025 y que su ficha supera con creces las cifras que rigen en el vestuario del Celta, lo cual aboca a una cesión y el consiguiente reparto de sus emolumentos entre ambas entidades. Sin duda, el meollo de las conversaciones. Desde Vigo insisten en que la operación debería cerrarse ya mismo. Es obvio que la salida de dos de sus centrales (Murillo y Araujo) dota de urgencia a la iniciativa emprendida por el Celta para apuntalar su zaga, pero sucede encima que los dirigidos por Eduardo Coudet se desplazan este lunes a Estados Unidos, donde realizarán una concentración. Es lógico que el técnico argentino desee disponer de inmediato de Nuñez y que pudieran, por tanto, registrarse novedades en cualquier instante. El conjunto gallego se encuentra en mitad de una profunda renovación en todas las líneas del plantel. Se habla de Nuñez, de Neto (meta del Barcelona) y del realista Lobete, que se sumarían a los ya captados De la Torre, Óscar Rodríguez y Swedberg.

El descarte de Vicente posee la particularidad de que ya ha sido cedido en dos oportunidades, en años alternos, al Mirandés, donde dejó muestra de su clase en los metros decisivos. Sin embargo, se diría que este don no acaba de convencer a los responsables del Athletic. Fue infrautilizado con Garitano y Marcelino y los acontecimientos sugieren que tampoco Valverde quiere contar con un futbolista que se distingue por un exquisito repertorio técnico y facilidad para resolver acciones de ataque. A Vicente se le reprocha poca implicación en labores sin balón, pese a que él asegure que ha mejorado en dicha faceta.

Quizá esta vez su marcha incluya la venta. A sus 24 años, Vicente podría preferir una vía distinta para alcanzar la élite ante la evidencia de que en el Athletic no terminan de apreciar sus cualidades. Ocurre asimismo que la altísima concentración de hombres que pueden actuar en la banda izquierda se convierte en un inconveniente extra: Muniain, Serrano, Morcillo, Berenguer, Nico Williams…

Córdoba, fuera

En este contexto se ha de valorar el adiós de Iñigo Córdoba. Por fin, ayer tuvo a bien el club revelar que ha decidido no ejecutar la ampliación de su contrato hasta 2025, que se hubiese activado automáticamente de haberse quedado con el extremo bilbaino. Córdoba amplió su vínculo con el Athletic en un año, hasta 2023, y marchó cedido a la liga holandesa. En las filas del modesto Go Ahead Eagles fue indiscutible y marcó doce goles, un número extraordinario se mire como se mire que sin embargo no ha bastado para convencer a los actuales rectores de la entidad.

Queda pues demostrado que aprovechar a fondo una cesión que se antojaba poco agradecida no garantiza el regreso. Ni ser alguien que ya ha jugado un centenar de encuentros vestido de rojiblanco. La cosa es que el Athletic ha desestimado la baza de tener en propiedad a Córdoba, que no tenía una ficha desorbitada, comprobar si consolidaba su avance y, en la hipótesis opuesta, darle salida en el mercado más adelante. Y acaso lo más curioso sea que el chaval no se haya entrenado un solo día con los demás y no fuese hasta ayer cuando el club aclarase su situación. Sería por el regateo del dinero que le correspondía.

Por cierto, desde ayer cuenta Valverde con un par de efectivos más, pues tanto Unai Vencedor como Julen Agirrezabala volvieron al tajo. A fin de compensar que estuvieron ocupados más tiempo a causa de sus compromisos internacionales se les amplió su período vacacional y han gozado de una semana más de descanso que el grueso del grupo. En breve retornarán Unai Simón e Iñigo Martínez.