EN diciembre de 2011, Iñigo Ruiz de Galarreta(6-VIII-1993, Eibar) dio el salto al profesionalismo. Debutó con la camiseta del Athletic en un partido de la Europa League contra el Paris Saint-Germain. Sueño cumplido. Marcelo Bielsa, por entonces entrenador del conjunto bilbaino, confirmó aquello que sospechaba la afición: "Tiene un ángel". El técnico argentino, nada propenso a la especulación, señaló al centrocampista como un importante valor de futuro para la entidad. Previamente, durante la pretemporada, en su primer partido al mando del plantel bilbaino, un amistoso contra el Alzira, dio minutos al chaval.

La alegría fue efímera. Dos fracturas de ligamento cruzado, una en cada pierna y en años contiguos, dejaron prácticamente dos campañas en blanco al prometedor centrocampista, que únicamente vistió la camiseta bilbaina en nueve ocasiones. Es decir, se formó en Lezama desde los ocho o nueve años -no precisa con exactitud cuándo llegó- para alcanzar el primer equipo y sumar nueve lizas, víctima del cribado en el tortuoso camino hacia el asentamiento en la élite. En paralelo, perdió su condición de internacional, porque hasta 2012 escaló desde la selección española sub'16 hacia la sub'19. Parecía la historia de un ángel caído, un damnificado más por ese concepto que muchos engloban en la simpleza de la palabra suerte.

Pero como reconoció para este periódico hace unos meses, aquellos contratiempos de los que muchos no se recuperan o levantan cabeza, le transformaron en un rebelde. Tenía causa: combatir por la defensa de una ilusión.

Las lesiones -porque ha tenido más aunque no de semejante relevancia- le educaron en valores, en apreciar con mayor énfasis su trayectoria futbolística. Ruiz de Galarreta se muestra feliz en las filas del Mallorca, donde a sus 28 años y más de una década después de debutar con el Athletic, habiendo comparecido en 24 de los 28 encuentros que ha disputado el conjunto balear, ejerciendo como titular en 17 de ellos. "Cuando debuté con el Athletic era muy joven, todo me había ido más o menos bien, todo muy rodado y es luego, cuando llegan las dificultades, cuando ves que todo cuesta tanto; ahora, esta segunda oportunidad de estar en Primera la valoro muchísimo más", analizó.

Y es que Ruiz de Galarreta, que ha movido 1,2 millones de euros en traspasos -700.000 euros al ser traspasado del Numancia al Barça B y 500.000 abonados por Las Palmas al filial culé-, ha dejado poso en la mayoría de los ocho equipos profesionales en los que ha militado: Athletic (2011-13), Mirandés (2013-14), Zaragoza (2014-15), Leganés (2015-16), Numancia (2016-17), Barcelona B (2017-18), Las Palmas (2018-19) y Mallorca (2020-22). Son varios puntos de la geografía los que guardan cariño a este eibartarra.

Después de expirar su contrato con el Athletic y tras jugar cedido en el Mirandés, Zaragoza y Leganés, llegó con la carta de libertad al Numancia, donde se disparó su carrera. Jagoba Arrasate le dio confianza y el futbolista respondió convirtiéndose en el jugador con más balones recuperados de Segunda División, pese a su aspecto endeble y perfil creativo. Además, con el Zaragoza disputó un play-off, mientras que con Leganés y Mallorca consumó los ascensos. En contraposición y para enriquecer esta agitada trayectoria, con el Barça B también vivió un descenso desde la categoría de plata. Si bien, el club catalán le brindó una curiosa anécdota. Llegó a disputar un amistoso con el primer equipo en Sudáfrica y al ser sustituido, su lugar lo ocupó Leo Messi.

En abril del curso pasado El diario de Mallorca publicó una información que aseguraba que Ruiz de Galarreta era "el jugador con mejor porcentaje de puntuación" de Segunda, por delante de Raúl de Tomás o de Adrián Embarba, ambos referentes de un Espanyol que conquistó la liga pero igualado a puntos con el Mallorca del centrocampista eibartarra; el gol average decidió al campeón.

Pese al nivel ofrecido en los últimos años, Ruiz de Galarreta desmiente interés alguno por parte del Athletic. "Varios veranos me ha tocado leer que el Athletic ha sondeado mi regreso, pero en ningún momento ha habido nada", afirmó el pasado septiembre para esta cabecera.

Cierto es que admite que "la ilusión de vestir de nuevo la camiseta del Athletic siempre está ahí". La llama sobrevive en este irreductible jugador. No obstante ahora su misión está en Mallorca, en la búsqueda de la ansiada salvación. El mediocampista eibartarra y los suyos buscarán hoy frenar las aspiraciones europeas del Athletic, la que "siempre fue y será mi casa", como dice Ruiz de Galarreta, un ángel que nunca se dejó caer.

las declaraciones

"Tenemos que morir por ello"

Luis García Plaza. El entrenador del Mallorca, Luis García Plaza, instó a sus jugadores a "morir" hoy en la búsqueda de la victoria. "Tenemos que dar el golpe, morir por ello", expresó, recordando las virtudes de un Athletic que "nos va a exigir una concentración máxima, es un rival difícil de batir porque nunca le pierde la cara al partido y te obliga siempre". A su juicio, el rival es "un equipo difícil e intenso; para mí, físicamente, junto al Valencia, son el mejor equipo de la liga". En resumidas cuentas, añadió: "Vendrán a tope. Tendremos que hacer un buen partido para ganar, pero se puede hacer". García Plaza también recordó la importancia de mantener la dinámica tras vencer al Cádiz (2-1) y aparcar así una mala racha: "Estamos en una situación importante tras cuatro derrotas consecutivas -Granada, Barcelona, Levante y Villarreal-, algo que nunca me había ocurrido como entrenador". Por ello, apeló al empuje de la grada del Visit Mallorca Estadi: "Necesitamos más que nunca a nuestros aficionados, aunque sé que el horario del partido no invita a acudir al estadio, pero pido que vengan todos los que puedan porque ese apoyo es fundamental".

Ruiz de Galarreta ha comparecido en 24 de los 28 partidos que ha disputado el Mallorca esta temporada, 17 de ellos como titular

Ha jugado en ocho equipos profesionales, ha vivido dos ascensos y un descenso, y en general ha dejado poso allá donde ha estado