No ha podido ser. La conquista de la Supercopa por segundo año consecutivo se ha quedado en una mera ilusión para un Athletic que se ha tenido que resignar a su suerte ante la superioridad y mayor pegada de un Real Madrid que le tiene cogida la medida al colectivo rojiblanco en este curso, después de batirle en los tres enfrentamientos en los que se han visto las caras en mes y medio. Las expectativas que se habían generado en el entorno athleticzale después de la remontada firmada por los leones en su semifinal con el Atlético de Madrid se han venido abajo con las dos bofetadas propinadas por el equipo de Carlos Ancelotti en momentos claves de un encuentro que ha penalizado al Athletic por sus malas decisiones en los metros finales del área de un Courtois que acentúa el trauma que ha generado a los rojiblancos desde el último 1 de diciembre. No en vano, el guardameta belga ha frustrado una mínima opción del Athletic de forzar la prórroga al detener el penalti ejecutado por Raúl García en el tramo final y cuando el Madrid se había quedado con diez por la expulsión de Militao motivada por las manos que propiciaron la pena máxima. Ha sido un simple espejismo, la puntilla a una estancia en Arabia Saudí en la que ha faltado la gloria de una nueva Supercopa en las vitrinas de la entidad bilbaina.

Se dice que las finales no se juegan, se ganan. El Athletic puede presumir mucho de lo primero en los últimos tiempos. De lo segundo, no tanto. Desde 2009, ha vivido cinco finales de Copa y cuatro más de Supercopa, un total de nueve. De la primera competición, no ha ganado ninguna de ella, de la segunda, ha conquistado dos. La última data de doce meses atrás y esta noche no ha podido repetir éxito. El año pasado sí pudo con el Real Madrid en la semifinal de La Rosaleda y culminó la hazaña con el triunfo en la finalísima ante el Barça. El Madrid, por tanto, se ha tomado su particular venganza por lo sucedido en Málaga, cuando también partía como el máximo favorito. En la primera ocasión que los dos equipos se enfrentan en el capítulo definitivo de esta competición el conjunto blanco no ha fallado y se hace con esta corona de nuevo en Arabia Saudí, sede que estrenó la Federación Española de Fútbol en 2020 y donde, como se conoce, se seguirá disputando bajo este formato hasta 2029. Poderoso caballero es don dinero y del que no desdeña el Athletic, que se embolsa unos 3 millones de euros. El que no se consuela es porque no quiere.

Los entrenadores suelen ser pertinaces en sus ideas. Marcelino lo es y no lo esconde. Va en su genética. Lo era antes de recalar en el Athletic y al frente de los leones no ha cambiado ni un ápice. Cuando cree que algo le funciona, no lo toca. Interioriza que su plan en la semifinal con el Atlético de Madrid no le salió nada mal, pese a que con ese once llegó pasada la hora con desventaja en el marcador. Sin embargo, el asturiano ha repetido fórmula al inclinarse por la misma que compareció frente al equipo colchonero. Para lo bueno y para lo malo. Si no le va bien, lo retoca sobre la marcha, como hizo el jueves. Vamos, lo hace habitualmente. Guste o no, este ha sido su propuesta para plantar cara a un Real Madrid que había recuperado a Alaba y donde Lucas Vázquez y Rodrygo ocupaban las plazas de los ausentes Carvajal y Asensio, respectivamente. El factor sorpresa, en ese caso, estaba desactivado de antemano, cuando los dos equipos se enfrentaban por tercera vez en un escaso intervalo de siete semanas. En las dos ocasiones anteriores, ambas en liga, el Madrid salió airoso, no sin asumir sus dosis de auténtico sufrimiento. Hoy la historia se ha repetido.

El Athletic ha dejado hacer al Madrid en el primer acto. La consigna parecía clara. Se trataba de que el conjunto blanco no armara esas acciones vertiginosas que le hacen letal, ya sea en una contra o a la hora de superar la presión. La pizarra ha funcionado hasta el minuto 38 cuando Kroos ha roto el bloque medio en un desajuste de los leones en la medular para ejecutar una combinación con Rodrygo que ha consumado Modric con un golpeo inalcanzable para Unai Simón, que con anterioridad sí había desviado un disparo envenenado de Casemiro. El Madrid había gozado de más posesión, lo que deseaba el Athletic, que al igual que su rival aguardaba su momento de producir llegadas generadas en los movimientos de un irregular Muniain y la velocidad de Sancet e Iñaki Williams, aunque no han tenido el premio que buscaban. El mayor de la saga ha estado prácticamente desaparecido, sin impacto alguno; y Sancet, eso sí, ha puesto ese punto diferencial que posee, ya que el de Mendillorri ha llevado peligro en el área de Courtois, primero al cuarto de hora y después a pocos segundos de entrar en vestuarios, con un giro marca de la casa pero al que el disparo se le ha ido por los pelos. Visto el panorama, el Athletic estaba obligado a cambiar de registro en la reanudación.

En la semifinal al Athletic ya le tocó remar contracorriente tras el tanto de Joao Félix a la hora de partido. El Atlético, sin embargo, es un equipo muy diferente al Madrid, que exige más que fiarlo casi todo al balón parado como sucedió ante los de Simeone. Entonces, el Athletic tuvo la virtud de empatar al cuarto de hora y poco después remató la faena. Anoche, no. Por si fuera poco, ha sido el Madrid el que ha dado de nuevo, demasiado para el cuerpo. Benzema, que se gusta cuando se enfrenta al Athletic (el equipo al que más ha batido en su carrera), ha sacado petróleo de un mal golpeo que ha tocado en el brazo de Yeray, un penalti burlesco que el francés no ha desaprovechado. El 0-2 ha dejado grogui al Athletic, que ya contaba con Nico Williams en el verde en sustitución de un intrascendente Berenguer. Marcelino buscó con otro triple cambio, entre ellos Sancet de nuevo sacrificado, lo que le salió bien ante el Atlético, pero es complicado que la flauta vuelva a sonar, pese a que Raúl García lo ha intentado en varios remates y en el lanzamiento del penalti que Courtois ha desviado con su pierna izquierda. La Supercopa pasa al recuerdo y emerge la Copa, que espera el jueves con otro partido mayúsculo en San Mamés frente al Barça.

FICHA TÉCNICA

ATHLETIC: Unai Simón; De Marcos, Yeray, Iñigo Martínez, Balenziaga (Min. 58, Berchiche); Berenguer (Min. 46, Nico Williams), Zarraga (Min. 58, Vesga), Dani García, Muniain (Min. 81, Nico Serrano); Sancet (Min. 58, Raúl García) e Iñaki Williams.

REAL MADRID: Courtois; Lucas Vázquez (Min. 91, Nacho), Militao, Alaba, Mendy; Modric, Casemiro, Kroos; Rodrygo (Min. 64, Valverde), Benzema y Vinicius (Min. 86, Marcelo).

Goles: 0-1: Min. 38; Modric. 0-2: Min. 52; Benzema, de penalti.

Árbitro: Soto Grande (Comité Riojano). Mostró roja directa a Militao (Min. 87), por el Real Madrid; y amonestó a al técnico Marcelino (Min. 52), Dani García (Min. 77) y Yeray (Min. 90), por el Athletic.

Incidencias: Partido correspondiente a la final de la Supercopa disputado en el King Fahd Stadium ante unos 30.000 espectadores.