El conflicto desatado entre Javier Tebas, presidente de LaLiga, y los tres clubes díscolos con el acuerdo al que ha llegado el primero con el fondo CVC denominado Proyecto Impulso no hace más que incrementar un cruce de acusaciones que retratan la batalla entre las dos partes en su deseo de imponer al resto de clubes que componen la patronal sus respectivas propuestas de financiación.

Este martes se se ha vuelto a dar un nuevo capítulo con la extensa carta firmada por el Athletic, Real Madrid y Barça, las tres entidades enfrentadas a Tebas, en la que defienden su propuesta alternativa, Proyecto Sostenible, y en la que denuncian, entre otros matices, lo que a su juicio son “graves irregularidades” del acuerdo con CVC, en tanto que Tebas respondió poco después a esta misiva y en la que señala sobre todo al Real Madrid.

Un recrudecimiento en este enfrentamiento que se produce a solo 72 horas de que tenga lugar, el viernes, la Asamblea de LaLiga y en la que sus 42 miembros deben votar sobre el Proyecto Impulso de Tebas.

Este propone una financiación de 2.000 millones de euros, aportado en cuatro años por el fondo CVC, a cambio de la venta del 11% de los derechos de imagen y televisión de los clubes en los próximos 50 años. En cambio, el Proyecto Sostenible que defienden Athletic, Real Madrid y Barcelona estima que esos 2.000 millones de liquidez se obtienen mediante una especie de préstamo a devolver en 25 años (con un coste de casi 900 millones de euros) y reiteran que “permitiría ahorrar a los clubes más de 12.000 millones de euros, siendo una propuesta 15 veces más económica y que, además, solo incluye compromisos por 25 años, y no por 50”.

Aitor Elizegi, Florentino Pérez y Joan Laporta, los tres presidentes discordantes, hacen causa común en su pulso contra Tebas, al que recuerdan que, como presidente de LaLiga, “su deber es incompatible con sus actuaciones incluyendo la pretendida ejecución del Proyecto LaLiga Impulso sin un previo proceso competitivo, abierto y transparente, que maximice sus condiciones para todos, la disparidad en el trato y acceso a información sobre dicho proyecto otorgado a diversos miembros de LaLiga y el ataque a Proyecto Sostenible” y le requieren que actúe con la lealtad “obviando cualquier interés personal”.

El escrito de estos tres clubes históricos, los únicos que siempre han jugado en Primera División, insiste en subrayar las ventajas de su propuesta financiera, que es “plenamente legal al estructurarse directamente por los clubes sin la participación directa de LaLiga y no se vulnera la propiedad de los clubes sobre los derechos audiovisuales”, momento en que reiteran las “irregularidades” del proyecto de Tebas que lo tildan de “grave error conceptual” y que “consiste en una huida hacia adelante que, entre otros, tiene como principal objetivo articular que sea LaLiga, y no los clubes, quien transmita al fondo un porcentaje de los derechos audiovisuales (aunque no sean de su propiedad) y asuma obligaciones de pago frente a este”.

La misiva, de seis folios de extensión, expresa que la operación de Tebas “constituye un acto de apropiación (expropiación) por parte de LaLiga de sus derechos audiovisuales por un plazo de 50 años”, creen “falso que los clubes que deciden no recibir el dinero del fondo CVC no se ven afectados por el Proyecto Impulso” y “se les priva de derechos de los que son propietarios a cambio de una indemnización”.

Athletic, Real Madrid y Barcelona consideran que, como miembros de la patronal de clubes, “se les obliga a ser partícipes de estructuras ilegales y artificiosas, construidas en fraude de ley” y, en su opinión, LaLiga “se situaría fuera del marco legal de sus competencias”. Duras críticas a las que respondió de seguido Tebas, al declarar que el fútbol estatal no puede estar “sometido” a un club que planificó “clandestinamente” la Superliga europea