Con solo seis puntos en su casillero, el Levante afronta la hercúlea empresa de tener que lograr la mayor remontada de su historia en Primera División si quiere evitar el descenso, pues presenta sus peores números cumplidos los primeros trece partidos del campeonato. Por eso el equipo granota debe iniciar la carrera hacia su salvación el viernes día 19, cuando recibirá en el Ciutat de València al Athletic en una situación de color angustia y con Javier Pereira, que sustituyó a Paco López tras la octava jornada, ya cuestionado ante la ausencia de resultados.

El Levante ocupa la penúltima posición en la clasificación, empatado a puntos con el colista, el Getafe, que al menos tiene una victoria en su zurrón.

La distancia respecto a los puestos de salvación también comienza a ensancharse para el Levante, ya que ahora suma cinco puntos menos que el Granada, que con 11 marca la zona libre de peligro.

Lo cierto es que el Levante cayó en desgracia e inició su funesta cuesta abajo precisamente en un traumático partido ante el Athletic. Ocurrió el 4 de marzo del pasado año, cuando perdió en casa ante el equipo bilbaino, y en la prórroga, la semifinal de la Copa (1-2), rompiendo de paso un sueño que ya acariciaba la afición granota, como era la posibilidad de disputar la primera final copera en sus más de 111 años de historia.

A partir de entonces, el equipo levantino cayó en barrena y tan solo ha sumado dos victorias en los últimos 26 partidos de liga disputados, y ambos en la pasada competición liguera. Su último triunfo data del pasado 10 de abril, cuando se impuso en Ipurua al Eibar (0-1) en la jornada 30 de la temporada 2020-21.

Las estadísticas tampoco dicen nada bueno sobre el equipo del barrio valenciano de Orriols, ya que en lo que va de siglo solo un equipo consiguió permanecer en la élite después de acabar la jornada trece con únicamente seis puntos. Fue el Alavés en la temporada 2017-2018. Acabó en la decimocuarta plaza, con cuarenta y siete puntos. Ocurrió que tras caer derrotado en la decimotercera jornada Josean Querejeta, el mandamás del equipo babazorro, despidió a Gianni De Biasi, contrató al Pitu Abelardo y el Alavés salió del pozo.

El Glorioso fue precisamente el último verdugo del Levante, en la jornada 13. Se trataba de toda prueba de calibre ante un equipo que también había comenzado muy mal. No hubo forma y el Alavés se llevó la victoria en Medizorrotza por 2-1, con sendos goles de su delantero Joselu.

Cambio de técnico para nada

Con este resultado en partido señalado ya comienza a cuestionarse al entrenador Javier Pereira, que se desvinculó del Henan Jianye chino para sustituir a Paco López tras la octava jornada: el esperado revulsivo brilla por su ausencia. El técnico extremeño lleva cinco jornadas dirigiendo al equipo y tampoco conoce la victoria. Suma tres derrotas, dos de ellas ante rivales directos como Granada y Alavés, y dos empates.

Nunca antes en sus quince temporadas en la máxima categoría había llegado el Levante a estas alturas del campeonato con sólo seis puntos y sin victoria alguna. Ni siquiera en la caótica temporada 2007-08, que acabó con el equipo en Segunda y el club en concurso de acreedores, porque entonces sumaba siete puntos.

El equipo dirigido por Javier Pereira, de este modo, tiene incluso peores números que en las otras tres temporadas en las que perdió la categoría y bajó a Segunda División. En el curso 1964-65, el Levante llevaba diez puntos tras los primeros trece partidos. Diez puntos también tenía a estas alturas del curso 2015-16, la última vez que el equipo levantinista bajó.