UBO dos cosas que anunció Marcelino García Toral en la previa de la derrota ante el Huesca: que ya piensa en la temporada que viene y que su intención es despoblar al equipo el próximo verano. El técnico rojiblanco, consciente de que el Athletic en este presente curso, no ocultó sus intenciones. No quiere encontrarse al inicio de pretemporada con una treintena de jugadores -contando a los cachorros que se están jugando el ascenso a LaLiga Smartbank-. Así que, en ese contexto, los encuentros que le restan a los leones esta campaña se presentan como una oposición que aprobar para conseguir dorsal fijo. Y ayer miércoles, en El Alcoraz, Marcelino llamó a examen a Ibai Gómez El delantero de Santutxu fue, junto a Unai López, la principal novedad del once del Athletic respecto al partido ante Osasuna. Salió en detrimento de un Alex Berenguer que está siendo lo mejor de la temporada y estuvo muy lejos de emular el papel de su compañero.

De hecho, ayer miércoles Ibai perdió su tercer tren hacia la reivindicación. Y es que con Marcelino en el banquillo rojiblanco, el de ayer fue su tercer encuentro como titular. Cierto es que el técnico asturiano siempre cuenta con el de Santutxu, pero siempre desde el banquillo. Como sustituto de Berenguer o de un Jon Morcillo que parece haberle ganado la partida. Es más, hay que remontarse más de un mes para encontrar la anterior titularidad de Ibai, esa que corresponde al empate a cero que Athletic y Alavés cosecharon en San Mamés en la jornada 30. En esa ocasión, el 7 rojiblanco saltó de inicio para dar descanso a los habituales, puesto que el derbi cayó entre ambas finales de Copa. De igual forma ocurrió en su primera titularidad esta campaña, que tuvo lugar en la victoria ante el Granada en la jornada 26. En esa ocasión, Marcelino optó por Ibai para contrarrestar el desgaste físico que los jugadores más habituales acumularon en la exigente vuelta, con prórroga incluida, de la semifinal de Copa ante el Levante.

Ninguno de esos dos partidos los acabó. Y el de ayer miércoles tampoco. Ibai abandonó El Alcoraz en el minuto 65 para dejar su sitio a Berenguer; y lo hizo con muchísima más pena que gloria. El de Santutxu estuvo poco participativo y exhibió la misma chispa que en el duelo ante el Granada. Nula. Ante el conjunto andaluz achacó su apatía a su inactividad previa -llevaba un año sin jugar-. Sin embargo, ayer no tuvo excusa puesto que Marcelino le fue incorporando progresivamente al ritmo competitivo. Partido a partido. Pero el delantero estuvo lento. No llegó ni a las coberturas defensivas ni a los escasos ataques que tuvo el Athletic. Se le notó perdido sobre el césped y apenas pudo conectar con un Óscar de Marcos que tampoco tuvo su día. De hecho, no es que el de Santutxu estuviera poco participativo, es que apenas se le vio. Y tuvo que presenciar cómo era el otro 7 del partido, David Ferreiro, quien generó las mejores ocasiones y se llevó todos los aplausos.

Un centro

Fue un partido pobre de Ibai. Pero es que también fue un partido pobre del Athletic en su conjunto. El Alcoraz presenció un encuentro en el que los locales se jugaban la vida y los rojiblancos, nada más que acabar con la mayor dignidad posible LaLiga. Así que el resultado fue obvio desde el pitido inicial y el Huesca consiguió la primera victoria ante el Athletic de su historia. Es decir, poco pudo puntuar un Marcelino que desde la semana pasada comenzó sus exámenes para la próxima temporada. Poco pudo valorar el técnico asturiano de un Ibai que no pudo asegurar su futuro y termina contrato en junio de 2022. De hecho, lo único relevante del bilbaino fue una falta botada en el minuto treinta al corazón del área, tocada y peligrosa, que Iñigo Martínez cabeceó a las manos de Álvaro Fernández.

Nada más hizo Ibai, que se marchó en el 65, sabiendo que había suspendido la oposición; para que Berenguer demostrara, en dos ocasiones solo, eso sí, que sí era posible generar peligro por esa banda derecha.

Las declaraciones. Óscar de Marcos, apesadumbrado por la derrota en El Alcoraz, la cual puso fin a una racha de diez envites ligueros sin morder el polvo, indicó tras el partido que en su opinión "el empate era lo más justo, pero igual me equivoco". "Los dos equipos nos controlamos bien, llegamos con muchos centros laterales a pesar de que ellos remataron alguno más y perder es una pena, porque no hemos conseguido puntuar aquí y queríamos seguir creciendo como equipo", lamentó el rojiblanco, quien confesó que "el Huesca se jugaba mucho y en estos momentos, cuando un equipo necesita mucho los puntos, se puede notar. Hemos intentado que no fuese así, pero algo creo que sí se ha notado". En cuanto a los objetivos a marcar de cara al futuro, el de Biasteri fue tajante: "El Athletic tiene que aspirar a lo máximo, llevamos unos años que no estamos consiguiendo entrar en Europa después de lograrlo unos cuantos años seguidos y es lo que el club nos pide y lo que nos tenemos que exigir".

Ibai saltó al campo de inicio, pero, al igual que ante Granada y Alavés, el delantero bilbaino estuvo sin chispa ni ritmo

Lo único destacable del '7' fue una falta botada a la cabeza de Iñigo Martínez, que mandó el balón a las manos del portero