La visita de Osasuna nada tiene de particular desde la óptica del Athletic. De acuerdo en que se trata de un derbi y ello probablemente hará que la aparente indiferencia del equipo de Jagoba Arrasate, sin objetivos clasificatorios una vez atada la permanencia, no sea tal y se emplee con un grado de intensidad superior al apreciado en su cruce con el Real Madrid. Pero la identidad del oponente es un asunto secundario, no relevante, porque así lo confirman los últimos partidos: empates con Betis y Valladolid, victorias ante Atlético de Madrid y Sevilla. Es difícil encontrar una lógica en esta serie de resultados por lo que en principio la clave de la cita de esta noche descansa en el nivel competitivo que los hombres de Marcelino sean capaces de ofrecer.Después de diez intentos sin premio, la posibilidad de encadenar de una santa vez dos victorias en el campeonato liguero aparece como el aliciente extra en el vestuario rojiblanco. El déficit de regularidad que revela dicha trayectoria, así como sus consecuencias, no se va a compensar derrotando a Osasuna, pero qué duda cabe que sería de agradecer, al margen de que añadir tres puntos al casillero es la única vía para mantener con vida las remotas aspiraciones de alcanzar plaza continental. Todo lo que no sea vencer al cuadro navarro sentará mal y engordará la lista de decepciones de la temporada.

Ayer tuvo lugar la última sesión de entrenamiento, pero será hoy cuando se anuncie la convocatoria, detalle que refleja el considerable número de contratiempos que en forma de lesiones o molestias ha de gestionar el entrenador. Durante la semana se ha dado a conocer que tanto Raúl García, que pidió el cambio en la jornada anterior, como Iñigo Martínez, que se quedó en la grada por un problema muscular, vuelven a estar aptos. Por el contrario, el estado de Yeray es una incógnita y, según se deduce de las palabras de Marcelino, son varios los jugadores que no se hallan en plenitud, pese a que hayan sido alineados. Yuri, Capa, Muniain y Lekue, afectado por el virus, son los descartados, además de Nolaskoain y Zarraga, si bien esta pareja nunca ha entrado en los planes del técnico. No se sabe si Dani García, confinado por contacto con un contagiado, llegará a tiempo. Muchos ausentes, aunque este panorama no se diferencia en exceso de la tónica que ha condicionado los partidos arriba mencionados.

En la zaga es previsible el regreso de Iñigo, máxime si se confirma la baja de Yeray, que formaría junto a De Marcos, Nuñez y Balenziaga. Para la zona ancha habría tres aspirantes a dos puestos, salvo que Dani García esté a punto, lo que resulta cuestionable porque no ha trabajado con el resto del grupo. Vencedor y Vesga fueron los elegidos en el Sánchez Pizjuán, donde Unai López permaneció en el banquillo. En el ataque el abanico se abre. Berenguer, Sancet, Villalibre y Morcillo son quienes vienen acumulando protagonismo, con los hermanos Williams e Ibai incorporándose en las segundas partes, al igual que Raúl García. Sería pues la línea en la que Marcelino baraja más alternativas, pero no extrañaría que repitiese con el cuarteto citado.

El equipo ha dispuesto de cinco días de margen para recuperarse en el plano físico y, por otra parte, después de un triunfo, como es el caso, sobre el papel hay menos razones para efectuar cambios. Lo que funciona, no se toca. En definitiva, convergen demasiados factores como para no apostar por una alineación muy similar, acaso con las novedades de Iñigo y Unai López. En Osasuna es noticia Iñigo Pérez, que suple en la lista al capitán Oier Sanjurjo, sancionado, pero los inevitables rumores que amenizan el fin de curso colocarán el foco sobre Moncayola y Javi Martínez.