El Athletic en San Mamés antes de meterse en toda su intensidad en la preparación de la histórica final de Copa del 3 de abril frente a La Cartuja. Marcelino García Toral, con todo, vuelve a insistir en su discurso habitual y ha subrayado que la final "está aún lejana en el tiempo", ya que "tendremos tiempo de hablar de la final y prepararla durante dos semanas, por lo que solo nos ceñimos en el partido del Eibar", un equipo que, en su opinión, "nos va a exigir durante los 90 minutos jugar a un ritmo alto y con una clara idea de juego grupal y colectiva".

El regreso de Iñigo Martínez tras cumplir la sanción de cuatro partidos, que considera "superinjusta, como hacía tiempo que no veía", es motivo de satisfacción para el técnico rojiblanco en su deseo de hacerse con los tres puntos en un derbi en que "cometeríamos un error si lo afrontáramos con reservas" pensando en la final, porque "hay tiempo suficiente para recuperarnos, nunca hemos tenido tanto tiempo entre un partido y otro desde que soy entrenador del Athletic; y, segundo, el hecho de que se afronte con más o menos intensidad no te priva de tener la mala suerte de lesionarte", momento en que ha puesto el acento en el ambiente externo que se vive de cara a al final del 3 de abril.

"No hemos hecho ninguna referencia la Copa, es algo que está en el ambiente desde que llegué, en enero, porque va a suceder algo que no es normal, jugar una final de Copa un año después. Cada cosa merece su tiempo y atención, y la nuestra es fijarnos en el partido ante el Eibar", ha asegurado el asturiano, "feliz" de que el choque de liga ante la Real en Anoeta se juegue cuatro días después de la final: "El día 7 nos lo ofrecieron y nos pusimos de acuerdo, porque el día 17 jugamos otra final de Copa. No puedo estar más contento, porque vamos a jugar una final la de este año y me deja feliz".

Marcelino ha consumado sus primeras diez jornadas de liga al frente del Athletic, con un saldo de 13 puntos sobre 30 posibles, unos números que le dejan insatisfecho: "Son pocos. Teníamos la intención de sumar más, creo que por juego y rendimiento, merecimos más puntos de los conseguidos. De esos diez partidos dos han sido contra Barça, uno ante Atlético de Madrid y otro ante el Villarreal. Fuimos capaces de compatibilizar esos partidos con los de Copa y estar en otra final supone hacer historia. Pero si nos ceñimos a la liga, son pocos puntos y no debemos estar satisfechos. Tenemos que exigirnos más".

El asturiano no ha podido evitar que la mayoría de las preguntas se hayan referido a la final del 3 de abril, si puede mediatizar a sus futbolistas en el derbi de mañana por un supuesto temor a lesionarse, lectura que no comparte. "Es verdad que en la mente de los futbolistas en algún momento les lleve a dividir la atención, pero estoy convencido de que vamos a afrontar el partido con la única intención de ganar. Lo más conveniente es salir mañana a disputar cada balón con la misma intensidad que el rival, ello nos permitirá ganar la acción y estar en el campo más seguros. Debemos jugar con la concentración que un partido de Primera requiere", al mismo tiempo que ha valorado que "el fútbol ha sido injusto con el Eibar: " Ha tenido 8 penaltis a favor y ha fallado cinco. En la mayoría de los partidos los resultados han sido muy igualados hasta el tramo final".

El de Villaviciosa también se ha referido al rol de Iñaki Williams y a su última versión en la que ejerce más, con sus movimientos, de asistente que de goleador: "Es un jugador muy importante, porque genera incertidumbre en las defensas rivales. El gol va por rachas. Incluso los grandes goleadores, Iñaki no lo ha sido, han tenido rachas positivas cuando cualquier tiro entra y en otras parece que la portería es diminuta. Iñaki nos está dando un trabajo muy bueno. Un delantero no es eficiente solo porque haga un gol. Hay que aprovechar sus movimientos y darle más balones, estamos en esa idea".