Dicen que rectificar es de sabios, pero no por ello te asegura un éxito por decreto. El primer capítulo de la semifinal de Copa no salió como lo tenía previsto el Athletic, que asomó dos rostros opuestos. Le panalizó su nefasta puesta en escena y le sacó de un apuro mayor su mejoría en el segundo acto. El Levante, mientras, lo tuvo más claro durante los noventa minutos y el empate con goles no es el resultado que hubieran firmado Marcelino García Toral, que debe darle muchas vueltas a la cabeza para encontrar el remedio de no encajar gol alguno en un partido, y el colectivo rojiblanco, al que le pareció pesar la presión en un horroroso primer acto, en el que no hubo huella del equipo solvente desde la llegada del técnico asturiano y donde la tropa levantina fue superior en todos los conceptos para irse al descanso con la mínima ventaja. Otra cosa fue lo que sucedió a vuelta de vestuarios, cuando Marcelino removió de cabo a rabo su plan inicial con un triple cambio y con el que no hizo más que manifestar su evidente enfado con lo que había visto en esos primeros 45 minutos.

Lo sucedido anoche hizo retroceder a un tiempo no muy lejano. Ocurrió también en una semifinal de Copa, entonces en la campaña 2014-15 con Ernesto Valverde en el banquillo, y también un 11 de febrero. Aquel Athletic estaba metido en Liga, Europa League y Copa, y el segundo mes del año lo sufrió por el desgaste que suponía semejante saturación. Los leones se midieron en aquella semifinal al Espanyol, que hizo un estropicio en el primer capítulo en La Catedral, donde sacó, al igual que el Levante, un 1-1 que le hacía incluso ser favorito para la vuelta por la inercia positiva de la que presumía. En esas tres semanas de espera para el compromiso decisivo en el estadio de Cornellà-El Prat, se produjo el doloroso K.O. en la Europa League ante el Torino, pero los de Valverde renacieron y pusieron todo el empeño en la Copa, tanto que dieron todo un golpe de autoridad en campo periquito, con un brillante 0-2, con goles de Aduriz y Etxeita, para alcanzar la final, en la que ya no pudieron con el Barça. De Marcos, Muniain, Unai López, Balenziaga, Herrerín y Unai López fueron protagonistas de aquella remontada. Y si se pudo entonces…

A Marcelino y a sus futbolistas les restan veinte días para preparar ese exigente duelo en el Ciutat de València, sin descuidar la liga en la que también necesitan un empujón, y probablemente buscarán explicaciones a un primer tiempo impropio de una semifinal de Copa. El Athletic tuvo una de esas malas noches que suelen producirse en algún momento de una temporada larga, pero también disfrutan del periodo suficiente para enmendar errores. Unai Simón volvió a recibir un gol, lo que disgusta al entrenador, que, sin embargo, también se agarra al otro punto estadístico. Es decir, ve la botella medio llena, porque el Athletic ha sido capaz de marcar en los diez partidos de la era Marcelino, lo que es un buen dato ante la necesidad de ver puerta en Orriols ante un Levante que se marchó de Bilbao crecido, pero, al mismo tiempo, consciente de que el resultado de ayer no le garantiza meterse en una final de Copa por primera vez en su historia. Así lo creyó el Espanyol hace seis años, cuando tenía preparada la fiesta de antemano.

Las mejores imágenes del Athletic-Levante. Fotos: Oskar M. BernalEste Athletic no es perfecto, pero es competitivo. Ha llegado a remontar en cinco de lo diez partidos con Marcelino en el banquillo y las seis anteriores semifinales que ha disputado en diferentes competiciones (Copa, Europa League y Supercopa) las ha superado para meterse en las respectivas finales. Sucedió en 2015, hace un año y en la última Supercopa. ¿Y porqué no en esta ocasión?la cifra10 Los partidos que cumplió el jueves Marcelino García Toral al frente del Athletic y en el que de nuevo no pudo consumar su particular deseo de que el conjunto rojiblanco acabe un encuentro con su puerta a cero.

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Las mejores imágenes del Athletic-Levante

Este Athletic no es perfecto, pero es competitivo. remontar en cinco de lo diez partidos con Marcelino en el banquillo. ¿Y porqué no en esta ocasión?la cifra

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