Dicen que las desgracias nunca vienen solas. El Athletic puede dar fe de ello. Su primera visita al Alfredo Di Stéfano no solo no cambió la mala racha en sus comparecencias habituales en el Santiago Bernabéu sino que la acentuó y son 16 años sin rascar la victoria en terreno merengue. El partido, sin más, se convirtió en una pesadilla para el colectivo de un Gaizka Garitano que conoce que su continuidad en el cargo no corre peligro a corto plazo a tenor de las declaraciones en la víspera de Aitor Elizegi, el presidente, y de Rafa Alkorta, el director deportivo, a ras de campo minutos antes del inicio del choque; pero también asume que su crédito para gran parte de la masa social está bajo mínimos a la espera de lo que suceda el viernes en San Mamés frente al Huesca. El derioztarra puede escudarse en que anoche la suma de desgracias penalizaron a un Athletic en inferioridad desde el minuto 13, cuando a Raúl García, el más veterano de la plantilla y que regresaba al once cinco paridos después, se le ocurrió ganarse su segunda amarilla y, por tanto, una roja que mutiló al grupo. En esta ocasión, los leones no pagaron el peaje de la juventud. Para más inri, el Real Madrid se adelantó en la última acción del primer acto, con el zapatazo de Kroos.

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Las imágenes del Real Madrid-Athletic

El tanto del alemán se recibió como un jarro de agua fría y parecía sentenciar a los leones, a los que les tocaba resignarse al infortunio y confiar en salir lo menos dañados posible a vuelta de vestuarios. El Athletic, en cambio, se quitó presión y la inferioridad numérica no les privó de intentar la heroica. La rozó. Parte por su voluntad y parte por la flojera del Real Madrid que debió desquiciar al mismo Zidane, que incluso tiró con rabia una botella cuando Benzema, su salvador ayer, hizo el 3-1. Todo un gesto del malestar del técnico marsellés. Ander Capa puso un punto de alegría al anotar su segundo tanto de este curso. El Athletic de Garitano, que no se inclinó en esta ocasión por la fórmula de los tres centrales que sí le dio un punto la pasada liga, por fin pudo hacer un gol al Madrid. A la cuarta fue la vencida.Pero las desgracias no se agotaron con lo sucedido en el primer tiempo. Un despiste colectivo en defensa propició el 2-1 cuando el partido estaba más plano. Otra bofetada en pleno rostro. Y no fue precisamente la que hizo más daño. La guinda, la puñalada ya mortal, se la propinó el propio Athletic en tiempo de descuento cuando Mikel Vesga . Para tirarse de los pelos. De seguido llegó el 3-1. Es decir, Garitano sigue sin vencer al Madrid ni como entrenador ni como jugador. Y el Athletic continúa situado a tres puntos de la zona de descenso. Precisamente la renta que le saca al Huesca, su próximo rival.