Gaizka Garitano, reforzado tras golear al Betis y firmar las tablas en la posterior visita al Getafe, vivió la noche más amarga posible en el día de su segundo aniversario como entrenador del Athletic al caer derrotado a manos del Celta de Vigo en un partido en el que los gallegos fueron capaces de desdibujar a los leones en la segunda mitad. “La primera parte ha sido muy pareja y hemos salido con buenas sensaciones, sin que ellos nos generaran ocasiones de peligro, pero a partir del comienzo del segundo tiempo, sobre todo en los primeros diez minutos, ellos han sido mejores y se han impuesto para ganar merecidamente. Cometimos también un par de errores y ahí se fue el partido”, resumió Garitano, quien reconoció que el choque de ayer pudo ser “un punto de inflexión para nosotros, pero no lo hemos podido conseguir”.

“No estamos teniendo la regularidad de ganar partidos seguidos o no tenemos ese potencial para conseguirlo, aunque en los tres últimos partidos en casa lo habíamos logrado”, agregó el preparador de Derio, quien incidió en que “estamos en esa pelea de conseguir más victorias de seguido, pero ha venido un rival como el Celta con futbolistas con más experiencia y tablas que nosotros”. Cuestionado por su figura y por las dudas que pueden brotar de nuevo en el entorno del club, el técnico rojiblanco aseguró que “no me preocupa lo mío, sino que gane el equipo. Siempre estoy en el foco, pero jugamos también con gente joven y es un peaje a pagar”.

Respecto a si la derrota de anoche supone la mayor decepción en lo que va de curso, Garitano, abonado al “partido a partido” y “preocupado” por las indisposiciones de Berchiche, admitió que “puede ser, porque veníamos animados después de dos buenos partidos y ha sido un golpe. Estábamos bien y con chispa, pero no hemos podido crear las ocasiones que estábamos generando últimamente ante un rival que habrá sido seguramente el mejor equipo que ha pasado por San Mamés”.

coudet, eufórico En el bando celeste, el técnico Eduardo Coudet valoró el esfuerzo de sus jugadores y que el Athletic no rematara entre los tres palos en los noventa minutos, lo que calificó como un “dato importante”, dado que “hemos mejorado en ese aspecto desde Sevilla hasta aquí y debemos seguir trabajando con tranquilidad, porque LaLiga es muy pareja y todos los partidos son difíciles”. “En este encuentro fuimos jugando en función de lo que nos pedía el partido. Habíamos hablado con los muchachos que el inicio iba a ser complicado al tener un equipo muy físico enfrente y, más allá de no tener características de jugadores para imponernos desde lo físico, fuimos maduros para ir creciendo y generar ocasiones de gol”, concluyó un satisfecho Coudet.