La merecida derrota ante un Cádiz con dos jugadores menos en el campo ha escocido y mucho en el vestuario del Athletic, pero Iker Muniain, como capitán, pidió no ser “más pesimistas de la cuenta”.

Estamos realmente fastidiados. Lo intentamos por fuera y por dentro, pero ellos estaban bien ordenados atrás y fue difícil. El partido se decidió en una jugada desafortunada después de haber pocas ocasiones y es una pena, porque es un golpe duro, pero hay que levantarse y seguir”, relató al término del encuentro el de la Txantrea, sin impacto alguno en una cita en la que fue sustituido por Oihan Sancet en el minuto 61. No encontró el navarro su lugar en el campo en un partido para olvidar que dará paso al derbi dominical ante el Alavés en Mendizorrotza. A dicha cita hizo referencia el 10 del Athletic para remarcar que “será una batalla nueva, habrá tres puntos nuevos en juego y ojalá podamos ir al parón con una victoria”.