La jugadora del Deportivo, que el sábado visitará Lezama (16.00 horas) en el estreno de la Primera Iberdrola para el Athletic, se ha hecho un nombre en el conjunto gallego. Peke, internacional con la selección española, será una de las jugadoras a seguir para las pupilas de Ángel Villacampa.

¿Cómo va la pretemporada?

—Está siendo muy larga. A mí, por ejemplo, que no he podido disputar aún ningún amistoso con el Dépor por haber estado con la selección, se me está haciendo eterna.

¿E Deportivo, tras su cuarto puesto en su debut en la Primera Iberdrola, busca en su segundo año consolidar su proyecto?

—Es casi imposible repetir lo que hemos conseguido en el Dépor. Tenemos ganas de poder mejorarlo, pero somos conscientes de que el nivel de Primera cada año es superior y todos los clubes que suben también son fuertes.

¿Habría brillado más el cuarto puesto del Dépor de haber finalizado la liga con normalidad?

—Al final, no pudo ser y quedó ahí. Estaríamos muy cerquita, entre las seis o siete primeras, si se hubiese acabado la liga.

¿Han sido la alternativa en A Coruña con el descenso del masculino?

—Le hemos dado alegría a la afición. Los chicos han bajado pero la afición sigue ahí. El que es del Dépor, es del Dépor. Se nota y hemos sido la alegría para el club y para la afición.

Pero el éxito fue inesperado, ¿no?

—Que un recién ascendido compita así en su primer año no sé si alguna vez se habrá dado. Incluso para nosotras, al empezar la temporada ganando y estábamos ahí y jugando en campos muy complicados, fue inesperado, pero fue muy bonito.

¿Y su experiencia con la selección española?

—Imagínate. Nunca había ido seleccionada en ninguna categoría. Te das cuenta que es muy complicado y muy difícil entrar en una lista de 23 jugadoras. Estás entrenando con media plantilla del Barça, con las mejores de España. Es una experiencia que hay que vivirla. El nivel de intensidad es algo que no tienes día a día y te hace salir de la zona de confort. Es bonito y hay que aprovecharlo.

¿Cuál ha sido su trayectoria?

—Empecé con seis años en Arrigorriaga, también hacía esku pilota hasta los 12, y fuimos al Ugao cuando se acabó el fútbol escolar. Estuve hasta los 21 años, que me fui al Badajoz. Tras dos años vine al Dépor, con hambre, con ganas de crecer con un proyecto chulo. Y aquí estoy.

¿Echa de menos Arrigorriaga?

—Claro. A mi familia, que me ha apoyado siempre en el deporte, y a la gente del Ugao con la que he jugado. Es algo que o lo tomas o lo dejas. Y con lo que estaba creciendo el fútbol femenino tuve que aprovecharlo.

¿Y el Athletic, Real o Eibar no le han llamado?

—Desde que me fui del Santa Teresa, al Athletic siempre le he tenido ahí, antes de venir al Dépor. Pero siempre he buscado jugar y aquí también apuestan por mí. Por eso no me he movido. Porque estoy a gusto. Si no estuviese a gusto contemplaría todas las opciones, pero estando bien y jugando, de momento, no he cambiado.

¿El año pasado en la victoria en Lezama fue uno de sus mejores partidos?

—Yo quiero ganar en todos los campos y en Lezama siempre había perdido. Ganamos y fue muy especial, aunque no fue el mejor partido que he hecho. He jugado partidos mejores, pero a nivel de equipo hicimos un partido muy bueno en un campo muy complicado. El Athletic es un equipazo a pesar de no poder fichar de fuera y creo que está haciendo un trabajo espectacular con toda la gente que está subiendo de la cantera. La verdad es que me está sorprendiendo.

¿Le vino a ver mucha gente de Arrigorriaga?

—Claro. Y del Ugao, con la camiseta del Ugao y con mi nombre. Mucha gente. Siempre que he jugado en Lezama siempre he tenido visitas. Una pena que ahora no se pueda.

¿Este año será difícil otra vez sorprender al Athletic en casa?

—En Lezama ganamos y ellas nos ganaron en Coruña. Espero que sea un partido reñido y bonito. Ellas, a pesar de sus bajas, tienen una base muy bien trabajada y con el tiempo no se notarán las bajas de Damaris y Maite, entre otras.

¿Qué es lo que más teme entonces del conjunto rojiblanco?

—Trabajan muy bien en equipo. Tienen jugadoras, como puede ser Erika, que puede marcar una falta en el minuto 90, Lucía, Moraza€ son muy muy buenas y eso es lo que más miedo me da. Son determinantes. Es la primera jornada y tenemos la incertidumbre de saber cómo va a reaccionar cada equipo.

¿Le conocen por la calle en Coruña o más en Arrigorriaga?

—En los dos lados. Tras el partido de Copa que ganamos 7-2 al Valencia, vino mucha gente a vernos y te empiezan a conocer y luego lo de la selección también.

¿A sus 28 años, le llega tarde el éxito?

—Yo siempre digo que no lo cambiaría. Antes, al no ser tan profesional el fútbol femenino, disfrutabas más de tu vida diaria. Ahora, una niña de 17 años no lo va a disfrutar porque tiene ahí poder vivir del fútbol. Por eso no lo cambiaría.