L técnico del Athletic, Gaizka Garitano, sorprendió ayer con la elección de su alineación para medirse al necesitado Leganés, el primero de los dos duelos cruciales del conjunto bilbaino para apurar sus opciones de acceder a la Europa League la próxima temporada. Por un lado, en el once inicial entraron Yeray Álvarez y Yuri Berchiche, recuperados de forma exprés de sus lesiones, aunque jugadores habituales en los planes del entrenador de Derio. Por otra parte, llamó la atención su apuesta para el centro del campo: sentó a Dani García, el segundo jugador de la plantilla con más minutos (2.929) y solo superado por Unai Simón (2.970 antes de comenzar el partido), para decantarse por una dupla conformada por Mikel Vesga y Unai López, la misma que alineó en el partido anterior, frente al Levante.

En el caso de Vesga, enlazaba tres titularidades seguidas por segunda vez esta campaña. El gasteiztarra era de la partida por duodécima vez. Para Unai López verse en la alineación inicial es el doble de habitual. El de Errenteria sumaba su vigésimo cuarta titularidad. En cuanto a la combinación Vesga-Unai López, era la tercera vez que se veía en el campo desde el pitido inicial, tras los antecedentes de los partidos contra el Barcelona y el citado frente al Levante. Por lo tanto, una selección inusual la de Garitano para el trascendental encuentro. En la cita no comparecería el tercer jugador con más presencia, Iñigo Martínez (2.880), sancionado por acumulación de amonestaciones. Esta ausencia y las dudas sobre el estado físico de Yeray daban opciones de debutar al cachorro Daniel Vivian, que finalmente se quedó en el banquillo.

Lo que Garitano no podía imaginar ni en la peor de sus pesadillas es que en el minuto 22, el jugador con más minutos, Simón, vería la cartulina roja por detener a Bryan Ruiz cuando se presentaba solo ante el guardameta. Con un jugador menos desde tan temprano, cualquier planificación quedaba obsoleta. La pizarra se hacía añicos. Oihan Sancet era el sacrificado para dar entrada a Iago Herrerín, un jugador que no contemplaba gozar de más minutos esta temporada y de quien se especula sobre su posible salida del club a la par que suenan voces sobre el interés del Athletic por Aitor Fernández, pero que se transformaba en protagonista. Inesperado.

Saltaba al césped con todo el sosiego del mundo, como se pudo ver mientras se preparaba el atuendo. Incluso esbozó una sonrisa, un síntoma de autoconfianza. En cuanto al juego, si a los Unai López -el más prolífico-, Vesga y Muniain les había costado perforar la maraña de la zaga pepinera, la empresa se complicaba considerablemente. A sufrir tocaba. A multiplicarse. A fundirse.

Herrerín alcanzó el descanso sin trabajo. Inédito. La primera estirada la hizo en el minuto 58, con un disparo de Bryan Ruiz, el que al provocar la roja de Simón propició que Herrerín estuviese en el campo. Seguido fue Rosales quien envió el peligro, y en el 69, Roque Mesa. Fueron las mayores amenazas, y por fortuna todos los disparos se dirigieron fuera de los tres palos. Y en el primer tiro a puerta, llegó el gol del Leganés, un mano de mano de Guerrero que Herrerín no pudo resolver a su favor. El cántaro y la fuente. El protagonismo inesperado no será un buen recuerdo para el arquero: el gol borró las opciones europeas del Athletic, y después llegó otro... Y el que puede ser su último compromiso como león será un trámite.