- Damaris Egurrola (Orlando, 26 de agosto de 1999) y Maite Oroz (Huarte, 25 de marzo de 1998), se ejercitan desde el inicio de esta semana con el resto de sus compañeras en las instalaciones de Lezama. La pandemia del covid-19 ha paralizado durante casi tres meses el deporte de élite y el Athletic femenino no ha sido ajeno a este drama. El colectivo de Ángel Villacampa, que la semana pasada rubricó su firma para continuar en el banquillo una temporada más, no volverá a jugar partido oficial en lo que resta de curso, una vez que la Liga Iberdrola se ha dado por finalizada, con el equipo bilbaino como quinto clasificado, y la Copa, en la que las rojiblancas se habían metido en las semifinales donde les espera el Logroño, retomará el pulso la campaña venidera; pero esta inactividad no ha sido óbice para las futbolistas de Villacampa se entrenen a lo largo de este mes de junio. Damaris, nacida de forma casual en Estados Unidos y cuyas raíces se encuentran en Gautegiz Arteaga, y Oroz no faltan a su cita a Lezama, pero a nadie se les escapa que podrían haber jugado el 1 de marzo su último encuentro con la camiseta del Athletic, en Lezama ante el Espanyol (0-0), porque ambas, cuyos contratos expiran el próximo día 30, no han respondido a la oferta de renovación que les ha trasladado el club y su destino parece estar en el nuevo Real Madrid que apadrina Florentino Pérez, que ha cogido la licencia federativa del CD Tacón.

Las dos jóvenes futbolistas, en las que la dirección deportiva tenía depositadas altas expectativas de futuro, disponían desde hace tiempo de las respectivas propuestas para continuar en la entidad bilbaina, pero la demora en sus respuesta a estas ofertas hacían sospechar su deseo de abandonar el club seducidas supuestamente por el señuelo del Real Madrid, una decisión sobre la que merecer reflexionar, tal como subrayó Joseba Agirre, el director deportivo de la sección femenina, el último domingo en este diario. El de Ortuella también confirmó que el Athletic tenía que defender sus intereses, lo que plasmó el pasado 28 de febrero cuando agotó el plazo, que expiraba el 1 de marzo, para solicitar la inclusión de las dos futbolistas en la denominada Lista de Compensación y reclamar, como así lo recoge el artículo 20 del nuevo convenio general del fútbol femenino profesional, una determinada cantidad al club que se haga con los derechos de Damaris y Oroz, que en este caso se cifra en 250.000 euros por cabeza.

La normativa, por la que tanto ha peleado paradójicamente la plantilla rojiblanca, no es lesiva con las propias futbolistas al ser menores de 23 años de edad. En este supuesto, Damaris y Oroz, que han jugado 113 y 115 partidos oficiales con el Athletic respectivamente, recibirían por parte del Athletic un 15 por ciento de ese ingreso en caso de que ambas den por finalizada su actual trayectoria en Bilbao y se comprometan con un nuevo club, que sería el Real Madrid. Es decir, Ibaigane debería abonar a las dos centrocampistas 37.000 euros del total que recalaría en las arcas bilbainas, por lo que las protagonistas se verían premiadas en el matiz financiero por partida doble. Lo harían también en el hipotético escenario que finalmente no ficharan por otro club y tampoco renovaran por el Athletic. El convenio protege a las futbolistas profesionales. Si una jugadora está incluida en la Lista de Compensaciones "y no fuera contratada por ningún club tendría derecho a seguir prestando servicios en el club de procedencia y este la obligación de ofrecerle un nuevo contrato por una temporada" en los mismos términos de la relación vigente, con el incremento en sus retribuciones del 7% de la cantidad fijada en la Lista de Compensaciones, lo que se elevaría en el caso de Damaris y Oroz a 17.500 euros más el añadido del IPC de los doce meses anteriores.

Amaiur Sarriegi, máxima goleadora este curso del filial del Athletic, también ha rechazado la oferta de renovación por parte del club rojiblanco, pero en este caso la entidad bilbaina no podría reclamar cantidad alguna por derechos de formación al no tener la guipuzcoana ficha del primer equipo.

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Los días con antelación a la primera jornada de liga que tendrían las jugadoras para reclamar.