No por esperada, la noticia deja un poso sumamente emotivo en la familia athleticzale. Aritz Aduriz (Donostia, 11-II-1981) cuelga las botas. No se ha podido despedir desde el césped, su hábitat natural, y la situación excepcional generada por la crisis sanitaria que salpica al planeta le ha obligado a hacerlo a través de una carta. Sin ceremonias exuberantes. Ha querido ser humilde hasta su último minuto como futbolista en activo: "La pandemia que aún sufrimos nos ha dejado daños irreparables y tenemos que seguir combatiéndola entre todos y todas. Por lo tanto, no os preocupéis por mí, esto es solo una anécdota". Aduriz acentúa su leyenda. El gol se queda huérfano sin un delantero único, el máximo goleador del Athletic en el siglo XXI. 172 tantos en 407 encuentros. El último lo ejecutó el 16 de agosto de 2019, festividad de San Roke, en San Mamés, su casa. Lo hizo a lo grande, con una chilena que dio la vuelta al mundo y que sirvió para batir al Barcelona en la jornada inaugural de esta liga. Aduriz ya anunció que esta sería la temporada de su adiós a sus 39 años de edad, pero su lesión de cadera no le ha permitido competir a su mejor nivel. Una dolencia que le ha traído por la calle de la amargura y que ha precipitado su retirada, como así lo reflejó en su escrito:

Aduriz pasa a ser una leyenda. Llegó al Athletic en 1999 procedente del Antiguoko junto a Andoni Iraola, hoy entrenador del Mirandés, y Ander Murillo, afincado en Larnaca (Chipre), aunque su explosión como león fue tardía, ya que no se produjo hasta su tercera etapa como rojiblanco. Lo que ha llegado a ser es fruto de su esfuerzo y paciencia, nadie le ha regalado nada. Debutó en el primer equipo el 11 de septiembre de 2002 en partido de Copa en Amurrio, paradójicamente en el que fue el último de Josu Urrutia, el presidente que diez años después le recuperó para la causa desde el Valencia, para cerrar el pasado 8 de marzo su trayectoria profesional en Valladolid, casualmente otro de sus exequipos junto al mencionado Valencia, Amurrio, Burgos y Mallorca, destinos en los que ha dejado también recuerdos imborrables. Entre el duelo en el modesto Basarte y el del José Zorrilla, han transcurridos casi 18 años, una extensa carrera marcada por sus tres etapas en el Athletic, cada una en momentos históricos dispares. Se estrenó como león de la mano de Jupp Heynckes, con lo que no tuvo muchas oportunidades, regresó en enero de 2006 en un momento deportivo delicado para el Athletic después de que la Junta Directiva de Fernando Lamikiz tuviera que pasar por caja y pagar 3 millones de euros al Valladolid. Fue testigo del bienio negro y sufrió la angustia de evitar el descenso en la jornada final del curso 2006-07 ante el Levante. Un año después, volvió a salir de Bilbao para enrolarse en el Mallorca en una operación polémica de Fernando García Macua, que necesitaba un ingreso extra para cuadrar cuentas y cuando Joaquín Caparrós no le tenía como una opción prioritaria. Regresó ya para quedarse en 2012, meses después de que el Athletic perdiera las dos finales, Copa y Europa League, al mando de Marcelo Bielsa, con el que completó una campaña. Ya con Ernesto Valverde alcanzó su cénit, con el que compitió en la Champions, torneo que ya conocía de su etapa valencianista, y jugó la final de Copa de 2015, la única en su currículum, para conquistar la Supercopa en agosto de ese mismo año, el título que ostenta como león y en el que acaparó todo el protagonismo, al ser autor de cuatro de los cinco tantos que el Athletic endosó en el cómputo de los dos partidos al mismísimo Barcelona, el equipo al que más se ha enfrentado, 33 ocasiones, para desgracia del portero alemán Marc-André Ter Stegen, que tiene a Aduriz como el delantero que más le ha batido.

Aduriz ha escrito innumerables páginas en su etapa en el Athletic, con el que se estrenó como goleador en el derbi ante la Real Sociedad en Anoeta en enero de 2006 gracias a un doblete (3-3), y muchas de ellas se inscribe en la Europa League, donde ha marcado registros históricos. No en vano, el donostiarra se convirtió en el máximo goleador de esta competición en las ediciones de 2015-16 y 2017-18, además de ser el tercer goleador histórico de la misma junto al colombiano Radamel Falcao y solo por detrás del sueco Henrik Larsson y el holandés Klaus-Jan Huntelaar. Quedan también en la retina la obra de arte que regaló en el Vélodrome de Marsella ante el Olympique de Míchel y Rafa Alkorta, y sobre todo el repóquer, el único en la historia de la Europa League, que ejecutó en noviembre de 2016 en San Mamés ante el Genk (5-3).

"Muchas veces he dicho que el fútbol te deja antes de que tú lo abandones a él", reflexiona Aduriz en su misiva de despedida, que curiosamente la publica el día después de ser protagonista de un extenso reportaje en el prestigioso rotativo The New York Times, como si este fuera premonitorio. Porque el donostiarra pone fin a su carrera en una temporada, la duodécima como rojiblanco, inconclusa a causa del covid-19 y a la espera de su reanudación en la segunda quincena de junio. "No puedo ayudar a mis compañeros como me gustaría y come se merecen. Así es también la vida de un deportista profesional. Simple, muy simple", subraya el donostiarra, con poco protagonismo este curso. No en vano, el delantero no podrá sumar en las once jornadas que restan de liga en caso de que la pandemia lo permita en el objetivo marcado por el colectivo de Gaizka Garitano de alcanzar la séptima plaza que aseguraría una plaza europea. Más lejos asoma la histórica final de Copa de La Cartuja frente a la Real Sociedad y que el desconocido coronavirus privó de que se jugara el pasado 18 de abril como estaba prevista. Ese título debería haber supuesto la guinda a "este camino, inolvidable y maravilloso de principio a fin", palabras que ponen fin a una carta de 17 líneas con la que Aritz Aduriz se despide casi 4.200 días después de que disputara su primer partido con la camiseta del Athletic.

Historia viva. Sus 172 goles como rojiblanco le colocan en la sexta posición del 'ranking' histórico del Athletic por detrás de mitos como Zarra (335), Bata (208), Dani (199), Gorostiza (196) e Iraragorri (179).

Supercopa. Es el único título que ostenta como león, después de que el Athletic superara al Barcelona en agosto de 2015 en los dos partidos. Hizo un 'hat-trick' en San Mamés (4-0) y firmó el empate en el Camp Nou (1-1).

Internacional. Ha jugado 13 partidos con Euskadi, con la que ha marcado 12 tantos, que le convierten en el máximo goleador de la historia de la tricolor. Con España ha disputado otros 13 partidos con dos goles.