lezama - El central de Ondarroa cree que el Athletic afronta la vuelta de las semifinales con muchas probabilidades de éxito y se muestra satisfecho con su aportación al equipo.

Bueno, después de ganar el domingo, ¿mejor?

—Cuando ganas tienes más tranquilidad y en vísperas de jugar una eliminatoria de Copa tan importante esa victoria nos beneficia moralmente.

Se supone que de haber perdido con el Villarreal, hubiesen ido a Granada con el mismo empeño e ilusión que tienen ahora.

—Sí, la ilusión y las ganas serían las mismas porque vamos a jugar el partido de nuestra vida, pero haber ganado en la última jornada de liga te aporta algo. Esa victoria sirve para acabar con una racha que era mala y esto significa recibir un impulso anímico.

Ilusión y ganas que no serán muy diferentes a las que haya en las filas del Granada.

—Sí, eso vale para todos. Está claro que no será un partido fácil, todos queremos pasar a la final, ellos y nosotros, aunque de momento el resultado está a nuestro favor.

¿Cómo valora el gol de ventaja logrado en la ida, cuál puede ser su influencia?

—Lo primero diría que el 1-0 que llevamos es bueno para nosotros y desde luego si hacemos otro gol allí, entonces el tema se inclinaría bastante de nuestro lado. También terminamos con una sensación de pena el partido de San Mamés porque con lo que hicimos podríamos haber rematado la eliminatoria. Además, pienso que a lo mejor este 1-0 nos viene muy bien para salir enchufados al campo.

La Copa ha disparado las expectativas, se percibe en la calle, pero los jugadores, ¿cómo lo están viviendo?

—Lo que la Copa genera en la gente y en nosotros es muy grande. Nos lo tomamos como si fuese la última oportunidad de llegar a una final y ganarla?

¿La última?

—Es que muy pocas veces se va a dar que el Madrid y el Barcelona no estén en semifinales. Por eso hay que aprovechar esta oportunidad, dejarla pasar sería un golpe fuerte.

En Granada parece que se lo han tomado como si no hubiese nada más después de este partido.

—Hace poco le escuché a su entrenador decir que esperaba que esa emoción no les pasase factura. Nosotros tenemos ventaja y estamos más acostumbrados a esta clase de partidos. Puede pasar que ellos tengan prisa y que saquemos tajada de eso, pero según yo lo veo se trata de salir a ganar, no podemos ir pensando en otra cosa porque lo podemos pagar.

En la ida el Athletic demostró ser superior y con cierta holgura además.

—Sí, pero no deberíamos pensar en eso. Igual como plantilla somos más que ellos, pero eso no vale cuando empieza el partido. Cuando te pones a jugar no es cuestión de quién es mejor y quién peor, sino de quién es capaz de aprovechar sus ocasiones. Esto mismo, dándole la vuelta, vale para lo que pasó cuando eliminamos al Barcelona. Normalmente, de diez partidos contra nosotros ellos ganarían siete o más, pero el triunfo fue nuestro.

¿Qué tiene que decir de la forma en que la Copa les ha afectado en la liga?

—Desde que empezamos a jugar la Copa y fuimos sacando adelante eliminatorias, quizás nos despistamos un poco y olvidamos la liga. Nos quedamos estancados y podía hasta haber cierto peligro en la clasificación. Después de perder seguidos los derbis con Osasuna y Alavés y por cómo se nos fueron esos partidos, había que ganar al Villarreal sí o sí. Era la mejor forma de demostrar que también la liga nos importa.

Llegar a Europa a través de la liga era el objetivo en el inicio de curso, pero la verdad es que ahora están bastante lejos de esas plazas y con muchos equipos por delante.

—Ahora da la impresión de que a la gente le importa más la Copa que la liga porque estamos muy cerca de la final. Así es como se ve, pero la liga es parte de nuestro trabajo y pienso que todavía puede pasar cualquier cosa. Hemos tenido una racha negativa, pero vamos a ir para arriba. El año pasado ya estuvimos a punto de entrar en Europa y empezamos de muy abajo. Ganando un par de partidos ese objetivo volverá a estar ahí.

Cabe asimismo que eliminen al Granada y el equipo inconscientemente se centre en la final, que encima se celebra un mes más tarde.

—Puede ser. No digo que no pueda pasar eso, pero el hecho de estar en la final pienso que al equipo le daría mucha energía para seguir compitiendo. Confiamos mucho en nosotros mismos y vemos que podemos ganarle a cualquiera, sobre todo en casa.

Dani García no estará en Los Cármenes y usted echará en falta a Soldado.

—Para nosotros, mucho mejor que no esté. En el encuentro de ida él sabía que tenía que ir con cuidado al meter la pierna y demás, pero al final se calentó, hizo lo que hizo y vio tarjeta. Soldado sí sabe qué es jugar partidos de esta categoría y el Granada va a notar su ausencia. Para mí es el jugador clave de su equipo y no solo porque haga goles. Tiene habilidad para enganchar al público, sabe provocar y en el juego da muchas cosas. Pero aunque él no vaya a estar, enfrente habrá un rival duro y un ambiente muy cargado.

Las virtudes del Granada, salvando las distancias en cuestión de calidad, son de un corte similar a las del Getafe: agresividad, juego directo, buenos en la estrategia. Si han llegado hasta aquí es por algo.

—Está claro. Harán todo lo posible para eliminarnos, como han hecho con otros en rondas anteriores, pero nosotros vamos decididos a impedirlo. A veces se meten atrás, te dejan que toques esperando el fallo para sorprender a la contra. Hay que intentar jugar con su ansiedad, eso es algo que puede perjudicarles.

Usted se halla a una tarjeta de la suspensión. Un problema considerable para un defensa.

—Sé que me puedo perder la final, pero cuando salga al campo no voy a estar pensando en la tarjeta. Lo que tenga que hacer, lo haré. Trataré de evitar faltas tontas y las protestas al árbitro, pero si tengo que hacer una falta por el bien del equipo? Lo que importa es que el Athletic esté en la final y evidentemente me gustaría jugarla, pero si no puede ser saldrá otro compañero y yo animaré desde la grada.

¿Para cuándo un gol?

—Diría que cada vez está más cerca.

Lógico, pero no ha sido precisamente por no rematar.

—Es algo que no me obsesiona. A todos nos gusta marcar. Si puedo aportar algo en otras facetas del juego, bien, pero mi misión principal es defender.

Hace algo más de un año en una entrevista a este diario habló de lo que bien que encajaba su personalidad futbolística en el Athletic. Ha cumplido su segunda campaña aquí, ¿sigue pensando lo mismo?

—Cuando vine y como vine tenía claro que este era mi sitio, dije que aquí encajaba mejor. Ahora llevo más tiempo y sigo disfrutando a diario y estoy encantado con la forma de ser del entrenador. Sí, estoy donde tengo que estar.

En su etapa en la Real Sociedad recibía muchos halagos, pero también se decía que a veces tenía baches en su rendimiento, como si perdiese la concentración.

—Puede ser que algunos partidos no saliesen bien, siempre no se puede estar al cien por cien. Allí di todo lo que tenía y al salir me fue tranquilo. Todas las etapas tienen un principio y un final, pensé en cambiar y creo que acerté.

Comento lo de la Real porque en el Athletic esos altibajos no se han apreciado.

—A ver, me siento muy a gusto y aprecio la actitud de todo el mundo hacia mí. Veo también que tengo un peso en el equipo, que el entrenador me señala como el jefe de la defensa y, luego, está mi carácter. A cualquiera se le puede ir la cabeza en un momento, pero la verdad es que desde que llegué estoy a buen nivel, especialmente este año, y confío en seguir así.

Hay unanimidad al destacarle por la talla que está dando y su constancia. La comparación con Laporte, ineludible al principio, pasó rápido al olvido.

—Ser regular es lo más difícil y ayuda mucho no tener lesiones. Juego todo y siempre estoy disponible. Cuando fiché no tenía en mente a Laporte ni a nadie. Yo ya sé quién soy. Otra cosa es lo que la gente piense, pero sé hasta dónde llego y mi objetivo es seguir siendo como soy y, con un poco de suerte, ganar un título.

¿Está de acuerdo en que la edad que tiene es un factor que influye positivamente?

—Se dice que entre los 27 y los 30 años el jugador está en la mejor edad. Físicamente puede ser el mejor momento, ya has jugado mucho y tienes una experiencia, sabes de qué va el mundo del fútbol. Tengo 28 y empiezo a formar una familia, eso cuenta también. Si has sido un bala de joven, tampoco vas a cambiar por ser padre, que además es algo que tienes que querer ser. De jóvenes, todos hemos armado alguna, pero llega un día en que empiezas a ver la vida de otra manera.

Para acabar, ¿defensa de cuatro o de cinco? No diga que le da igual porque igual no es.

—No, no es lo mismo. Siempre he jugado con defensa de cuatro y me siento más cómodo, pero aquí decide el entrenador y la verdad es que nos hemos adaptado bastante rápido. Con los dos sistemas hemos ganado y hecho buenos partidos.

Pues, aunque parezca paradójico, con cinco atrás encajan más goles.

—Sí, puede que los resultados no hayan sido mejores con cinco, pero también ha habido algunos buenos. Aunque no creo que dependa del esquema táctico, más importante que el sistema es la actitud, el estar puestos en el partido.

"Soldado es el jugador clave de su equipo y no solo porque haga goles; para nosotros, mucho mejor que no esté"

"Al venir no tenía en mente a Laporte ni a nadie, sé quién soy, hasta dónde llego y quiero seguir siendo yo"

"Ganando un par de partidos el objetivo de llegar a plaza europea volverá a estar ahí, vamos a ir para arriba"

"Según yo lo veo, se trata de salir a ganar, no podemos ir pensando en otra cosa porque lo podemos pagar"

"El Granada hará todo para eliminarnos; vamos decididos a impedirlo, hay que intentar jugar con su ansiedad"