bilbao - Los rescoldos del intenso partido del miércoles tardarán en apagarse. Permanecerán activos, de momento, durante 21 días, el tránsito que asoma hasta el encuentro de vuelta en Los Cármenes. La plantilla del Athletic se ejercitó ayer en Lezama pocas horas después de la victoria por la mínima sobre el Granada en el primer capítulo de una semifinal que continúa abierta, ya que el conjunto rojiblanco lamenta haber dejado vivo a su rival en San Mamés, porque la exhibición ofensiva de los leones solo les valió para hacer un único tanto, que, sin embargo, es muy valioso de cara al segundo y definitivo episodio a tres semanas vista. El hecho de que el colectivo de Gaizka Garitano no encajara gol alguno se entiende también como una plusvalía a tener en cuenta de cara a los decisivos 90 minutos que se consumarán como mínimo el próximo 5 de marzo en terreno nazarí, donde al Athletic le aguarda una presión que debe superar para alcanzar la ansiada finalísima en La Cartuja, la obsesión que le ocupa y le preocupa.

El Athletic debe cambiar de chip. Es lo que ofrece un calendario tan saturado en los meses de enero y febrero, donde se acumulan las competiciones. Ayer recuperó la rutina después del chute, término muy recurrido por Garitano, que generó el intenso duelo frente al Granada y se centra en la liga, donde las cosas no le van precisamente demasiado bien. No en vano, son ocho las jornadas consecutivas que sufren los leones sin conocer la victoria, una nefasta racha que les ha alejado de los puestos europeos, a seis puntos vista. El derbi frente a Osasuna se vende como una ocasión idónea para retomar el vuelo en el torneo de la regularidad, pero el propio Garitano lo fía casi todo a la Copa. Es la inquietud que anida en el vestuario, conjurado para no fallar en Los Cármenes, donde al equipo bilbaino le vale hasta una derrota por la mínima con goles y optar a un título que se le resiste desde 1984.

El Athletic emprende un viaje mental que se alargará durante tres semanas. Se trata de una situación similar a la que sucedió un lustro atrás. Entonces, el conjunto dirigido por Ernesto Valverde no comenzó con buen pie su semifinal frente al Espanyol, ya que no pasó del empate en San Mamés (1-1) y que ponía en serio riesgo la clasificación a la finalísima. Tuvo que esperar 21 días para disputar el choque de vuelta, con muchas cosas en contra. La presión, sin embargo, jugó a favor del equipo rojiblanco, que se exhibió en Cornellà-El Prat, que rozó el lleno, para imponerse por 0-2 con tantos de Xabi Etxeita y Aritz Aduriz. Participaron en aquella remontada, además de Aduriz, Iago Herrerín, Mikel San José, Mikel Balenziaga, Iker Muniain, Iñaki Williams, Óscar de Marcos, Beñat, Ibai Gómez y Unai López; una experiencia que confían en hacer buena también en Granada.

gestión de recursos La vía de la liga para regresar a la competición continental tres campañas después se antoja harto complicada, por lo la más fiable se argumenta en la Copa. La cita en Los Cármenes llegará el próximo 5 de marzo, pero hasta ese partido los rojiblancos deben hacer frente a tres compromisos ligueros. El domingo reciben a un Osasuna motivado pese a la abultada derrota que encajó en la jornada anterior ante el Real Madrid en El Sadar, visitan una semana después al Deportivo Alavés en Mendizorrotza para cerrar esta tacada con la comparecencia en San Mamés del Villarreal, a priori un rival directo en liga. Con todo, la Copa es la que marca los tiempos y la gestión de recursos por parte de Garitano, que no se quiere sorpresas negativas a lo largo de estos 21 días.

El derioztarra no podrá contar para el trascendental partido de vuelta de la semifinal con Dani García, su hombre referencia e intocable en la medular. El de Zumarraga recibió el miércoles la tercera amarilla que le acarrea un partido de suspensión, por lo que el técnico deberá trabajar en este periodo el plan con el sustituto del exarmero. Los indicios apuntan a la apuesta por San José, que ya tuvo sus minutos tanto frente al Barça como ante el Granada, además de completar los noventa minutos del derbi en Anoeta. El navarro ha recobrado protagonismo tras pasar dos meses en el ostracismo y ejercería en el doble pivote junto a Mikel Vesga, por lo que no es de extrañar que tenga chance en los tres choques precedentes al de Los Cármenes. Ya de por sí Dani García también será baja ante Osasuna, porque también cumple ciclo de tarjetas en liga.

Al margen del matiz disciplinario, Garitano asume la necesidad de no quemar a sus futbolistas que más recorrido acumulan desde el arranque de la temporada. El nombre de Williams emerge por encima de los demás. Se conoce el despliegue físico y ofensivo que ofrece, por lo que el técnico está obligado a cuidarlo de cara al encuentro del 5 de marzo, como ocurre en el caso de Iker Muniain, aunque el capitán no jugará el domingo por sanción. Yuri Berchiche y Ander Capa aportan la diferencia en los costados y el esfuerzo al que están sometidos con la fórmula de los tres centrales requiere de algún respiro en estos 21 días.