lA previa del encuentro de ida de las semifinales de Copa entre el Athletic y el Granada suscitó un debate inexistente hasta la fecha. ¿Unai Simón o Iago Herrerín? ¿Quién sería el elegido para defender la portería? Gaizka Garitano no quiso dar ni una sola pista el martes, aunque en su comparecencia ante la prensa reconoció tener claro quién se iba a poner bajo palos. Así las cosas, el asunto de la portería fue un recurrente tema de debate en los prolegómenos del choque. Frases como "yo no tengo nada en contra de Iago, pero tiene que jugar Simón" o "que siga Herrerín, que se lo ha ganado", se escuchaban casi en cada esquina de Licenciado Poza. La incógnita se descubrió poco antes de las 20.00 horas, cuando un grito hizo de altavoz de la alineación: "¡Juega Unai!".

Garitano apostó a caballo ganador, por el guardameta de la liga, uno de los que mejores registros maneja en el campeonato de la regularidad y que en los 20 encuentros que ha disputado en dicha competición ha encajado únicamente 16 goles. Además, fue uno de los héroes de la eliminatoria de cuartos de final ante el Barcelona con dos grandes intervenciones a disparos de Leo Messi y Antoine Griezmann.

La decisión del técnico pudo estar condicionada también por el triste episodio del que un grupo de aficionados del Athletic hizo protagonista a Herrerín en la noche del pasado jueves, cuando fue insultado de gravedad y este se encaró con ellos. Tal vez por evitar cualquier runrún de la grada hacia el bilbaino, Garitano se decantó por Simón. El entrenador no quiso dar excesivas explicaciones más allá de estas: "Son decisiones que tiene que tomar el entrenador y la he tomado. Tenemos tres grandes porteros, con Jokin (Ezkieta), ahora estaba jugando Simón y le he puesto porque estaba más rodado". Se desconoce cómo le sentó la suplencia a Herrerín, pero conociendo su gen competitivo, es probable que no demasiado bien. Lógico por otra parte.

En una noche marcada en rojo en el calendario, Simón tuvo un par de intervenciones que ayudaron a que su equipo mantuviera la portería a cero y que viaje a Granada con ventaja en el marcador. El dubitativo inicio de encuentro de los rojiblancos, con el conjunto nazarí rondando el área rojiblanca más de lo deseado para los intereses del Athletic, tocó a su fin con una intervención a dos tiempos del portero de Murgia a remate de Machís desde la frontal. Antes, había despejado de puños un córner. Demostrando que también por alto es un seguro de vida.

No tuvo mucho más trabajo en la primera parte, en la que los bilbainos obligaron al Granada a defenderse con uñas y dientes en su propio campo, otorgándole el papel de indiscutible protagonista a Rui Silva, autor de cinco paradas, alguna de ellas de mucho mérito.

Salvo por alguna salida para bloquear balones aéreos y su participación en el juego asociativo con los pies, faceta en la que progresa poco a poco, Simón vivió también una plácida segunda parte... hasta los diez últimos minutos del encuentro. El Athletic acusó el esfuerzo realizado en el partido y el Granada dispuso de dos ocasiones seguidas. La primera, tras un remate de Carlos Neva que se colaba junto a la cepa del palo y que se encontró con una muy buena estirada de Simón, que desvió el esférico a córner. A la salida del mismo, el de Murgia tiró de reflejos para atrapar, cual felino, un testarazo de Maxime Gonalons en el primer palo. Una vez más, como acostumbra casi cada fin de semana, la actuación de Simón fue clave para no encajar gol.

"Nos vamos algo decepcionados por no haber marcado más, pero hemos dejado la portería a cero", aseguró el guardameta tras el choque. La doble cara de un Athletic que se la jugará a una carta en Granada. Apuntó, además, que "nadie me da explicaciones de por qué juego o no juego". En Los Cármenes, salvo sorpresa, volverá a ser de la partida en detrimento de Herrerín, inicialmente el elegido para jugar la Copa.