bilbao - Resulta curioso que el sistema defensivo, la fortaleza del Athletic de Gaizka Garitano, asomara anoche en el Heliodoro Rodríguez López con una fragilidad desconcertante. Los tres goles anotados por el Tenerife, décimo octavo clasificado de LaLiga SmartBank y con mayoría de suplentes en liga en su once inicial, llegaron fruto de tantos errores de la zaga rojiblanca, desconocida desde el minuto cero. El primer gol chicharrero llegó en un pase lamentable de Yeray a terreno peligroso que aprovechó Moore para propiciar la expulsión de Iago Herrerín, desacertado en su decisión. El 2-1 nació en un despeje defectuoso de Yuri Berchiche que aprovechó Joselu para fusilar a Ezkieta, que poco pudo hacer; y el 3-2, ya en la prórroga, se gestó en un penalti de infantiles cometido por Iñigo Lekue, que no pudo ocultar su desolación por semejante gestión ante Nahuel. Es la segunda ocasión en la que el Athletic encaja tres goles en un partido después de sufrirlo en liga ante el Betis.