Bilbao - Poco faltó para que la afición del Benito Villamarín sacara ayer a hombros a Joaquín Sánchez. El verdiblanco, con los tres goles que hizo al Athletic -nunca lo había logrado en su extensa carrera como profesional- se convirtió en el primer jugador en la historia de LaLiga en marcar un hat-trick superando los 38 años de edad. Y en tan solo veinte minutos. “La verdad es que me he tenido que pellizcar para comprobar si era verdad. Los tres goles han sido de bella factura, pero me quedo con el segundo. No creo que se vuelva a repetir”, destacó al término del partido el del Puerto de Santamaría, sin ocultar su satisfacción: “Me llevo el balón firmado. Al entrar en el vestuario me han pegado un aplauso que se me han caído las lágrimas como a un chiquillo. Que te hagan este tipo de cosas es la mayor felicidad que te puedes llevar a casa”.

La admiración de rubi El capitán del Betis se llevó el reconocimiento de sus compañeros y también el de su entrenador. “Que un jugador como Joaquín esté a este nivel significa mucho. En el descanso le hemos dicho que no perdiera la ambición de marcar otro y quizás la (ocasión) más clara es la que no ha marcado”, subrayó Joan Francesc Ferrer, Rubi. - DEIA