EL Espanyol, penúltimo en la clasificación pese al sufrido triunfo firmado el pasado domingo en su visita al Levante (0-1) en el Ciudad de Valencia, presenta otra cara desde la reciente llegada al banquillo de Pablo Machín (Soria, 7-IV-1975), el encargado de intentar reflotar la nave blanquiazul tras un desastroso inicio de temporada bajo las órdenes de David Gallego, destituido a las puertas de la novena jornada de la competición doméstica. Tomó entonces las riendas del equipo periquito el técnico soriano, quien se estrenó con una agria derrota en casa frente al Villarreal (0-1) para sumar por victorias sus dos siguientes compromisos ante el Ludogorets en la Europa League y contra el Levante en liga. En ambos encuentros logró imponerse por la mínima un renovado Espanyol con el inconfundible sello personal de Machín, llamado a revolucionar la propuesta futbolística de un equipo que asomaba a la deriva en el campeonato de la regularidad.

La primera medida del exentrenador de un homérico Girona y de un Sevilla que fue de más a menos el pasado curso hasta prescindir de los servicios de Machín en marzo, fue establecer su clásico 1-5-2-2-1 en la pizarra. Con tres centrales, dos carrileros largos, dos mediocentros posicionales, dos interiores y un delantero centro sobre el césped, el flamante timonel blanquiazul ha logrado construir en apenas dos semanas un Espanyol más sólido y efectivo en todas sus líneas, salvo en la delantera, donde se concentran los problemas del rival que visita esta noche San Mamés. Con Jonathan Calleri lesionado y con un Facundo Ferreyra con la pólvora mojada, los periquitos tuvieron que recurrir a un esperanzador gol del central Bernardo Espinosa para sumar los tres puntos en el Ciudad de Valencia y coger así cierto aire antes de visitar al Athletic, que tratará de retomar el vuelo a costa de un oponente en línea ascendente.

Machín, no en vano, ha logrado que sus jugadores, irreconocibles con Gallego, se hayan adaptado perfectamente a su dibujo táctico, ofreciendo una buena imagen en sus tres primeros duelos al abrigo del habitual recetario del entrenador soriano, quien ha revitalizado anímicamente al grupo. Bajo la exigencia de exhibir en cada choque una mayor intensidad que la mostrada en las ocho primeras jornadas ligueras, el Espanyol ha dado un paso al frente a fin de abandonar lo antes posible los puestos de descenso. “En los tres partidos con Machín hemos sido superiores al rival”, subrayó un crecido Víctor Sánchez después de ganar al Levante y antes de visitar esta noche San Mamés, donde el cuadro catalán volverá a apostar por un estilo de juego más eficaz que preciosista, al asumir que ahora lo que toca es lograr resultados.

iturraspe, baja Ante el Athletic, sin la presencia finalmente de Ander Iturraspe, quien se perderá por lesión la cita ante sus excompañeros, está por ver si Machín vuelve a recurrir a las rotaciones para hacer frente a un calendario sumamente exigente o da continuidad a los hombres que sacaron adelante el encuentro frente al Levante. Con la baja también de Óscar Melendo, aquejado de una gastroenteritis, el técnico periquito buscará sumar una nueva victoria a domicilio que supone “un reto” tanto para él, como para sus jugadores, según reconoció ayer en rueda de prensa.

Cuestionado por el Athletic, Machín recalcó que el conjunto rojiblanco “tiene mucho potencial, aunque no esté en una buena racha. Jugar en San Mamés, además, es importante para ellos porque la afición empuja mucho y más aún cuando el equipo está necesitado”. Sabedor de ello es el de Soria, derrotado por 2-0 en sus dos visitas previas a La Catedral con el Girona y el Sevilla. “Es un rival reconocible, que juega siempre igual, con mucha verticalidad y muchas posibilidades de hacer daño por bandas y con su poderío histórico en el juego aéreo”, destacó asimismo el propio Machín, que considera “peligroso” para sus intereses que los leones acumulen cinco partidos consecutivos sin ganar, dado que “eso no significa que en ninguno de ellos haya dejado de puntuar, ya que en algunos partidos ha empatado y ha competido muy bien”.

“No nos cabe duda que es un equipo que tiene ganas de cambiar esa racha y en San Mamés, con su afición, es mucho más fácil para ellos y será más difícil para nosotros, pero es un reto y estoy confiado en que el equipo va a saber competir”, agregó el entrenador del Espanyol en la víspera de un partido en el que, con un optimismo moderado, pretende dar un golpe en la mesa sumando tres nuevos puntos que catapulten a sus futbolistas en la clasificación.