Mikel Rico: “Debemos cuidar mejor a la gente que tenemos aquí porque si no?”
En la despedida, Mikel Rico se siente reconfortado a nivel personal por el aprecio de la afición, pero manifiesta su pena por el modo en que salen del club otros compañeros
Lezama - Su perfil como futbolista es solo la prolongación de un carácter fuerte, directo, sin dobleces. Siempre ha ido de frente, en el campo y fuera de él, lo que le permitió vestir la camiseta rojiblanca con 29 años. Alcanzó el sueño que perseguía desde niño después de transitar por el itinerario más difícil, pues antes de regresar a casa militó durante una década en equipos de categorías inferiores.
Está en la antesala de su adiós al Athletic. ¿Desde cuándo lo sabe?
-A ver, a mí el club me dice que no voy a seguir antes del partido del Bernabéu, hace ahora un mes, pero a nivel personal es algo que ya sé desde febrero. Para entonces ya veo que prácticamente no cuento nada en el equipo, lo hablo con mi familia y tengo clara la idea de salir porque necesito volver a sentirme futbolista y aquí veía que no era posible.
En su caso es por tanto algo que había previsto.
-Es algo esperado. Tengo 34 años, he estado casi seis meses sin ser convocado, no juego y aquí nadie regala nada. Acaba mi etapa aquí y empezará otra.
Dice que desde febrero lo tiene asumido. Justo un año antes su situación tampoco era ideal, había muchas dudas sobre su porvenir y el club le renovó el contrato.
-Hay veces en que se produce un click y cambia todo. El año anterior sí paso esto, llevaba once meses sin ser titular y con Ziganda volvía jugar con asiduidad, pero este año no. De hecho jugué en Leganés, ganamos y otra vez me quedé fuera de la lista. Llega la hora de buscar nuevos retos.
Visto con la perspectiva que da el tiempo, ¿se ha llegado a replantear aquella última renovación?
-No me arrepiento para nada de haber firmado. En este tiempo nunca he pensado en salir o en forzar mi salida. Renové y estaba encantado de hacerlo, aunque es verdad que ha sido el año en que más he sufrido.
Las lesiones han condicionado bastante sus años más recientes.
-No me había lesionado en mi vida y a partir de la cuarta temporada aquí empezaron a venir los problemas físicos uno detrás de otro. Este año solo he tenido una lesión, pero ha sido muy duro porque ves que entrenas y nunca entras en el equipo y eso es difícil para la cabeza. Te ves apartado y es por eso que he sufrido.
¿Qué sensaciones tuvo al reaparecer en Leganés, después de cinco meses largos en blanco?
-Me sorprendió mucho jugar porque esa semana, en los entrenamientos, no lo veía venir. Ya pensaba que no iba a volver a vestir la camiseta del Athletic. Fue como un regalo. Disfruté el partido y al acabar pensé que igual empezaba a entrar en la rueda y acababa el año a gusto. Pero no fui convocado en la siguiente jornada, ni en la siguiente. Más palos para la cabeza. Por eso digo que el año ha sido el más duro.
Año duro para un tipo duro. Usted nunca lo ha tenido fácil, pero no es de los que se rinde.
-De octubre a enero anduve a vueltas con el tendón, hasta que se rompió no vimos la solución. Esos meses fueron muy complicados. La verdad es que jamás había tenido tan pocas opciones de participar. Cuando estaba bien pensaba que quizá no merecía estar tan ajeno a la competición, creo que he hecho todo lo que estaba en mi mano para jugar. Luego, quien escoge es el entrenador y a mí no me ha escogido.
Sin embargo, por sus cualidades, se diría que la propuesta de Garitano le favorecía.
-Cuando llegó Gaizka tuve esperanzas porque creía que encajaba en el estilo de este cuerpo técnico. Me quedó la espina de que para cuando tuve el alta médica, el equipo ya estaba hecho, había sacado resultados y tenía confianza.
Su despedida coincide con las de más compañeros. Se supone que el domingo habrá algo organizado para ustedes.
-La impresión que tengo es que yo no me puedo poner a la altura de Iturraspe y Susaeta. Ellos han estado mil años cada uno en el club y yo solo seis. Creo que soy un jugador respetado y me he ganado ese respeto, pero no estoy al nivel de ellos si hablamos de una despedida. Solo quiero que pase, no quiero nada especial. Soy un jugador que ha pasado por el Athletic, pero las últimas despedidas en San Mamés han sido de jugadores míticos, como estos dos.
Lo lógico es que no se hagan distinciones.
-Sí se debería diferenciar un poco al jugador que ha marcado una época en el club y el que no. Me habría encantado pertenecer a ese primer grupo, pero no ha sido así. Por supuesto que he estado muy a gusto en el Athletic y desde el punto de vista futbolístico creo que los primeros años aquí fueron muy buenos para mí.
Pienso que puede estar satisfecho de la estima que le profesa la afición.
-Sí, siento que la gente me tiene cariño, incluso me ha perdonado cuando he tenido malos partidos. La gente se ha podido identificar conmigo porque siempre lo he dado todo. Sí, me siento querido.
Siguiendo con la despedida, el contexto en que se produce no parece el idóneo.
-Igual deberíamos darle una vuelta a algunas cosas, cosas que quizá no hagamos demasiado bien. Hablo de todo, del club, de la afición, de todos, porque ves que hay futbolistas que están en entredicho o a los que se les examina cada acción en el campo, cuando precisamente aquí, en el Athletic, se debería cuidar mucho a jugadores como los que se van ahora. Así que lo que está pasando no me parece lo normal.
Ya, pero parece inevitable que en el fútbol el baremo o la exigencia sea diferente en función de la identidad del jugador.
-Sí, hay gente con la que se empatiza más o menos, jugadores que caen mejor o peor, pero como Athletic, si todos somos el Athletic, creo que debemos cuidar mejor a la gente que tenemos aquí porque si no?
Según usted es un error prescindir de Susaeta e Iturraspe.
-Markel y Ander siguen teniendo un nivel altísimo los dos, tienen cuerda para rato y no se les ha medido con la misma vara que a otros. Desconozco cuáles son los motivos. Eso de que hay que dar paso a los jóvenes es correcto si los que están no dan el nivel o los de abajo vienen apretando, pero yo no veo esto.
El caso de Susaeta ha generado una gran polvareda.
-Para mí el miércoles fue un día muy triste, viendo a Markel en la sala de prensa? Tengo una buena amistad con él, ha sido uno de los mayores apoyos que he encontrado aquí dentro desde que vine. Sabemos que las etapas se van acabando, pero habiendo hecho un poco mejor las cosas se podrían haber alargado.
Con Iturraspe coincidió mucho en el centro del campo al principio.
-Ander ha sido la pareja con la que más fácil me ha resultado jugar en toda mi carrera. Nos complementábamos muy bien, jugaba muy cómodo con él. Y fuera del campo es un tío muy especial, le considero un amigo. Me siento un afortunado por haber jugado junto a un futbolista de su talla. Si de mí hubiera dependido, Ander siempre hubiera tenido puesto en el once porque creo de verdad que es de esos centrocampistas que tiene un nivel superior.
Hablemos de la temporada, que ha tenido mucha tela y puede concluir con el acceso a Europa. Hay dudas en torno a la conveniencia de afrontar rondas en verano, ¿cómo lo ve?
-Al final lo que nos gusta es competir, siempre hemos dicho que si vamos a Europa con previas que disputar y las pasas es muy positivo de cara a la preparación del año, viene bien. Si no pasas, entonces la cosa cambia mucho porque estás fuera sin casi ni empezar la temporada y se vería como un fracaso.
O sea que lo tiene claro, hay que ir a Europa por la vía que sea.
-Hay jugadores, creo que el Athletic puede estar en tres competiciones y ya digo que es algo que viene bien para la puesta a punto física, la competencia en la plantilla, etc.
Con qué se quedaría de estos seis años en el Athletic.
-Con las relaciones personales. Llegar a un sitio, estar seis años, que la gente te conozca, te aprecie, te quiera, es lo más importante de todo. Es lo mejor que me ha dado el Athletic.
En lo negativo, ¿qué destacaría?
-Quizá la final de Copa y la eliminación en Europa contra el Sevilla. En la final, ver que más de medio Camp Nou era del Athletic y todo el mundo aplaudiendo es algo que te provoca una sensación muy fuerte porque no has podido cumplir con toda esa gente, no has podido ganar para sacar la gabarra con lo que eso significa. Y en la Europa League sentí algo parecido. Creo que fuimos superiores al Sevilla en los dos partidos, nos podríamos haber metido en semifinales, a un paso de disputar un título y caer eliminados en la tanda de penaltis fue una lástima.
¿Qué intenciones tiene para cuando salga del Athletic?
-Voy a seguir jugando al fútbol. Eso seguro. Dónde no lo sé todavía. Tarde o temprano quizá mi futuro esté ligado al Huesca. Estamos en ello, ya se verá lo que pasa.
Tiene la edad que tiene, pero por la forma en que lo dice se ve vestido de corto varios años más.
-Siempre he dicho que dejaré el fútbol en el momento en que pierda la ilusión. La máxima ilusión de mi vida ha sido el Athletic, jugar en mi equipo, y ha sido una experiencia que ha superado todas mis expectativas. Ahora ya no necesito ni jugar en Primera División, ni estoy pensando en ganar dinero o cosas de ese estilo, sino que busco algo que me genere esa ilusión a la que me refería y es posible que el destino donde pueda sentir lo que digo sea el Huesca.
Vale, que le vaya bien y gracias por la entrevista. ¿Alguna cosa más que le gustaría añadir?
-Quisiera dar las gracias a la gente que me ha permitido estar aquí todo este tiempo, en especial a Josu Urrutia, Amorrortu y Ernesto Valverde. Sin olvidar a toda la gente que me ha apreciado, más no se puede pedir si eres del Athletic. Y ojalá acabemos en Europa y lo pueda disfrutar desde la distancia.