bilbao - Aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid? El Athletic conoce que el billete que consuma su regreso a la Europa League lo tiene que empezar a adquirir esta tarde en el José Zorrilla, un estadio amable para sus intereses en la historia reciente. No en vano, solo ha conocido una derrota en sus cinco comparecencias en la última década, frente a dos victorias y otros tantos empates. El duelo llega en el momento clave del curso. El colectivo rojiblanco se aseguraría virtualmente la séptima plaza si vence en Pucela, ya que sacaría seis puntos a sus inmediatos perseguidores, pero también se vería muy presionado en caso de tropezar, porque tanto el Espanyol, octavo, como la Real Sociedad, noveno, ganaron ayer y cuentan con mejor average particular sobre los leones. El Alavés, en cambio, se queda con menos opciones tras caer en el derbi de Mendizorrotza ante los donostiarras.

El Athletic, por ello, asume la exigencia que depara un compromiso que se presenta intenso e incluso dramático para el Real Valladolid, antepenúltimo clasificado y que se juega prácticamente la vida en este encuentro, ya que todo lo que no sea ganar le complicaría mucho la permanencia en la categoría a solo dos jornadas para el cierre de la liga. Se citan dos necesidades de matices dispares, pero el Athletic está obligado a dar un golpe de autoridad si quiere fortalecer su posición. Juega con el viento a favor si se tiene en cuenta que el Valladolid es víctima de la ansiedad, que no suele ser buena compañera de viaje. Al equipo de Gaizka Garitano, por tanto, le tocará gestionar los tiempos de un encuentro que se avecina frenético en cuanto a ritmo, sobre todo porque se espera a un conjunto blanquivioleta forzado a asumir riesgos en ataque por el menester de sumar los tres puntos, en tanto que los leones, a los que le vale tirar de cabeza fría y de su pragmatismo habitual, aguardarán su oportunidad para dañar la meta de un Valladolid que solo ha ganado uno de sus últimos siete choques ante su parroquia.

sin beñat ni susaeta El Athletic se presenta en Pucela con el aval de sus números desde que Gaizka Garitano, también motivado por su condición de extécnico del Valladolid, ejerce en el banquillo rojiblanco y de su reciente tendencia lejos de Bilbao, donde ha vencido en tres de sus últimos seis desplazamientos, dos de ellos ante rivales igual de necesitados que el de hoy, como son el Girona y el Huesca, y el más cercano en Butarque ante un Leganés que el viernes humilló al Sevilla en el Sánchez Pizjuán. En este sentido, al cuadro bilbaino no le debe pillar por sorpresa el ímpetu con el que afrontará el duelo el equipo de Sergio González.

Se intuye a un Athletic que apenas variará su plan táctico, casi intocable durante esta etapa del derioztarra, que, en cambio, recupera hasta cuatro futbolistas que han permanecido en la enfermería en las últimas semanas, como son Capa, Dani García, Ibai Gómez y Yeray. Los dos primeros apuntan a asomar en el once inicial, en el que no estará Beñat, que no ha entrado en la lista por culpa de unas molestias en los isquiotibiales de su pierna derecha y que le han impedido entrenar en los días precedentes. El de Igorre se ha quedado en casa por lesión, mientras que no viajaron por motivos técnicos el capitán Susaeta, quizá la ausencia más llamativa; Lekue, Kodro, un habitual en las convocatorias; Remiro, Iturraspe y Rico, que pondrán fin en junio a sus respectivos ciclos en el Athletic. Se vislumbra a De Marcos por delante de Capa y la presencia de Córdoba en el costado izquierdo en detrimento de un Muniain que ocuparía plaza en el banquillo en el campo donde anotó su primer gol en liga como león.