qUIZÁ Raúl García (Iruñea, 11 de julio de 1986) sea un fan de Ray A. Davis. El perfil del futbolista se ajusta a una máxima pronunciada por el rockero y compositor británico: “Un desafío solo se convierte en un obstáculo cuando te inclinas ante él”. Como se conoce, resulta muy complicado doblegar al navarro dentro del césped, donde asoma sin tapujos su músculo competitivo. Un ímpetu que se acentúa cuando enfrente emerge el Real Madrid, del que solo mentar su nombre le sube la adrenalina. Su pasado colchonero tiene mucha culpa de ello y son recordados varios episodios de sus enfrentamientos ante el cuadro merengue en el que saltaban chispas en duelos personales con algunos jugadores madridistas. Raúl García regresa el domingo al Santiago Bernabéu, donde se enfrentará al Real Madrid en su trigésimo cuarta ocasión como profesional (es el equipo ante el que más ha jugado junto al Valencia) con la expresa finalidad de vivir su primer triunfo ante los blancos con la camiseta del Athletic.

Raúl García llega a este encuentro, trascendental para el colectivo rojiblanco en su pelea por conseguir un billete europeo, en un gran momento de forma. A tres meses de cumplir los 33 años de edad, el de Zizur Mayor presume de una continua segunda juventud y en las últimas jornadas se ha erigido en uno de los hombres referencia en los de Gaizka Garitano, que aspiran a dar una salto de calidad en el coliseo blanco, donde el Athletic no vence desde hace catorce años. El navarro ofrece un mayor impacto desde la llegada al banquillo del derioztarra, ya que el futbolista, como ha reconocido públicamente, se siente a gusto con la idea del entrenador, porque, entre otras razones, ejerce más cerca del área rival, donde se siente más cómodo que en otras demarcaciones. No en vano, seis de sus siete goles en la actual liga los ha materializado en la etapa Garitano, en la que, debido a la larga inactividad de Aritz Aduriz, ha hecho muy buenas migas con Iñaki Williams.

El navarro no sabe lo que es ganar al Real Madrid desde cinco años atrás, cuando lo hizo, entonces en las filas del Atlético de Madrid, con goleada en el Vicente Calderón (4-0), por lo que tiene una espinita clavada que desea quitársela cuanto antes y el domingo puede ser el día propicio para sumar su primer triunfo como león sobre el equipo blanco que, curiosamente, tampoco ha sido capaz de batir al Athletic en los tres clásicos anteriores, todos ellos saldados en tablas y en los que el navarro ha aportado su granito de arena. Son duelos de alta enjundia y a Raúl García le motiva entregarse en las batallas que requieren la máxima vehemencia.