bilbao - A muchos aficionados les cogerá el partido en pleno aperitivo o poteo, una costumbre muy bilbaina y que se alargaría hasta las cuatro de la tarde. A otros les coincidirá en el momento de comenzar a comer. Lo cierto es que cuesta asimilar el novedoso horario que estrenará hoy el Athletic en el Coliseum Alfonso Pérez, fruto de la tiranía que ejercen LaLiga y las televisiones, que son las que pagan y se arrogan tal potestad. El fútbol está así montado y al Athletic lo asume. El hecho de tener que jugar a las dos de la tarde se entiende como un asunto menor en la élite, pero no por ello genera su punto de extrañeza. Al margen de este matiz, el encuentro se las trae. Supone toda una verdadera prueba de fuego para el colectivo de Gaizka Garitano, que quiere celebrar por todo lo alto su reciente renovación con una victoria que acentúe el objetivo europeo de su equipo, que llega a Getafe con el aval de encadenar tres triunfos consecutivos.

Se conoce el momento dulce del conjunto rojiblanco y que le hace muy creíble. Los números son delatadores con Garitano, que ha sumado 32 puntos de 48 posibles y que explican el cambio de hoja de ruta del Athletic, que ha pasado de agobiarse con los puestos de riesgo a aspirar con todas las de le ley a volver a disputar el próximo curso una competición continental. La cita de hoy es, en este sentido, trascendental. El Athletic comparece en un Coliseum muy amable para sus intereses en las cuatro anteriores visitas, con tres victorias y empate para los leones, además de que acumula nueve partidos, si se suma los últimos duelos en San Mamés, sin hincar la rodilla ante un Getafe que, pese a su pequeño bache de resultados, se mantiene en la zona Champions gracias a la derrota del Valencia en Vallecas. Sin embargo, la tropa de José Bordalás se ha ganado su actual caché y obligará al Athletic a ofrecer un ejercicio de máxima exigencia si quiere dar un nuevo golpe sobre la mesa y reforzar su candidatura a lograr un billete europeo.

El Getafe sabe a qué juega. No se esconde. Es un equipo rocoso, bien construido y que se blinda en la inspiración de sus hombres de ataque, que absorben un llamativo protagonismo. Jorge Molina y Mata forman una sociedad letal en muchos de los casos y, por si fuera poco, tienen en la recámara a Ángel, muy determinante cuando juega en el Coliseum. Una de las principales preocupaciones del Athletic se centra en vigilar a los delanteros azulones, aunque no es la única. Le inquieta también estar a la altura del partido, consciente de que cualquier despiste lo puede pagar muy caro, sobre todo si el Getafe se pone por delante en el marcador, por lo que Garitano confía en que sus pupilos asomen una concentración enorme, tal como requiere un partido en el que hay tanto en juego.

con dani garcía El Athletic modificará su plan respecto al que aplicó de inicio el miércoles frente al Levante. La ausencia por lesión de Ander Capa, que podría perderse todos los partidos que restan en este mes, permitirá el retorno al lateral derecho de Óscar de Marcos, que ha vuelto a recuperar su polivalencia. Con el de Biasteri en la zaga, emerge la incertidumbre de conocer el compañero que ejercerá por delante en este costado derecho. El capitán Susaeta, que está a la espera de recibir una oferta de renovación por parte del club, se postula a esa posición pese a que fue el descarte de la lista de 19 ante el Levante, lo mismo que Ibai Gómez, que sí gozó de minutos ante los granotas, pero que no llega a tener el impacto que desearía.

Una convocatoria a la que regresan Aritz Aduriz, aunque no jugará de inicio, y Dani García, ausente el miércoles por precaución. El de Zamarra está listo y podría formar en el once, lo que llevaría a San José o Beñat al banquillo. El que no viajó a Madrid ayer es Muniain, sancionado, con lo que Córdoba, salvo sorpresa, repetirá en banda izquierda, con Raúl García y Williams como los leones más ofensivos.