bilbao - Tenía que llegar más pronto que tarde. El Athletic y el C.D. Pamplona se han blindado. Se trataba de una cuestión formal. El asunto se demoraba desde el pasado mes de mayo. Cuando José Mari Amorrortu, antiguo director deportivo del Athletic, relegó el caso a uno de sus cajones. El asunto, entonces, se quedó en barbecho. Había que esperar al dictamen de las urnas. Al mandato popular. La Junta Directiva presidida por Josu Urrutia no quiso hipotecar a sus herederos. A Aitor Elizegi, vencedor en los comicios, y a su equipo les tocaba manejar el nuevo momento. Ya se había detectado un acercamiento. Urrutia y su equipo pusieron los cimientos. Los casi nueve años de mandato emergían un músculo gestor. Venía de mucho tiempo atrás. Especialmente cuando en Ibaigane se fomentó el hilo conductor de un relato que debía desembocar en un final feliz.

La relación entre el Athletic y el CD Pamplona pasaba por un momento de incertidumbre. Han sido nueve meses estirados en el limbo. El último contrato expiraba el 30 de junio de 2018. Desde entonces, la entidad de Iruñea se movía en una especie de neblina. Esperaba un movimiento desde Ibaigane. El proceso electoral tampoco ayudaba. Hasta que un mes atrás se activaron las conversaciones. Andoni Ayarza, la mano derecha de Rafa Alkorta, reanudó los contactos con el club presidido por Manolo Larumbe, momento en que se puso en valor un acuerdo que se remitía a 1996, cuando ambas entidades firmaron su primer convenio. El cronómetro se puso en marcha. Varias llamadas telefónicas propiciaron un acercamiento que aparentemente no corría peligro debido a la sintonía que presidía la sociedad entre las dos entidades.

Las negociaciones llegaron a buen puerto a mediados del pasado mes de febrero. Juan Carlos Ercoreca, máximo dirigente de la Fundación Athletic, asumió el mando de las operaciones. Se trataba de no demorar el acuerdo en el tiempo. No fue muy complicado. Ercoreca, referente para Aitor Elizegi a la hora de tomar decisiones institucionales, no tardó en asumir el protagonismo que requería el momento, sobre todo cuando el Pamplona notaba el acoso de Osasuna, que ha tentado a varios canteranos de este club. Los contactos se aceleraron, hasta que se llegó a un punto de encuentro entre las partes. El pasado 23 de febrero llegó el día D. Con motivo el derbi entre el Athletic y el Eibar en San Mamés, Larumbe, presidente del CD Pamplona desde 1996, se desplazó a Bilbao para estampar la firma deseada con Ercoreca, Jon Berasategi, director general del Athletic, y Ayarza, un acuerdo que se extiende hasta el 30 de junio de 2022, por lo que el convenio entres los dos clubes de alargará durante un mínimo de 25 años.

El Pamplona gestiona cerca de 300 chavales en los doce conjuntos que operan bajo su marca, desde Tercera División hasta benjamines. Una entidad que ha surtido de varios canteranos al conjunto rojiblanco, como es el caso de los hermanos Williams, Iñaki y Nicholas, si bien este último pasó después por la disciplina de Osasuna antes de recalar en la estructura de Lezama.

No son los únicos que ejercen en los equipos de categorías inferiores. En los dos últimos años otros tres chavales del Pamplona han recalado en Lezama como es el caso de Aimar Collante e Iñaki Telletxea, en el Cadete Liga Vasca; y el guardameta Aimar Peñalver, del que dicen que tiene muy buena pinta, en el Infantil A. Con todo, se han dado fugas recientes, como las del juvenil Iker Benito y los cadetes Ander Iribarren y Eneko Sierra, fichados por Osasuna, al igual que otros valores navarros y procedentes también de clubes convenidos del Athletic, Iker Muñoz (Oberena) y Juan Asiron (Txantrea). El Pamplona ha formado a jugadores del pedigrí de los exleones Miguel de Andrés y José Ángel Ziganda, Nacho Monreal (Arsenal), los hermanos Larraintzar, Iñigo (Athletic) y Txomin (Osasuna), Patxi Iriguibel (Osasuna); o Jesús Mari Satrustegui (Real), entre otros.

NUEVO CARGO EN LEZAMA Por otra parte, Martín Urrejola pasará a ejercer como nuevo responsable de las relaciones con los clubes convenidos, cargo en el que sustituirá a José Luis Castro, Txolo, nombrado por José Mari Amorrortu. Curtido en el Plan Externo de Lezama, Martín, exdelantero centro del Zamudio y del Portugalete entre otros equipos, es un hombre de la confianza de Aitor Elizegi.