LA suma de factores no altera el producto... salvo que entre medias figuren los nombres de Alberto Undiano Mallenco y Carlos del Cerro Grande. El primero fue el encargado de dirigir sobre el césped del Estadio de la Cerámica el encuentro entre el Villarreal y el Athletic, mientras que el segundo, quien invalidó el tanto de Aritz Aduriz en el partido de Copa disputado en San Mamés ante el Sevilla, al calor de las oficinas centrales del VAR (Video Assistant Referee, por sus siglas en inglés) en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, fue el responsable de rearbitrar un partido con algunas acciones polémicas y que dejó una vez más en entredicho el uso de la tecnología en el fútbol, que parece aún, consumidas las 20 primeras jornadas de liga, en su versión beta.
Asumida la imparcialidad de los trencillas, aunque con Undiano Mallenco el Athletic no ha ganado ninguno de los 16 encuentros en los que el navarro les ha arbitrado fuera de Euskadi, cuesta entender cómo en los casi tres minutos, toda una eternidad por la tensión del momento, que el colegiado permaneció prácticamente inmóvil dentro del área del Villarreal no se mostrara por parte de la realización ni una sola imagen de la jugada que acabó en gol anulado a Iñaki Williams con las líneas marcadas. Que por la televisión y por supuesto tampoco en el campo a los aficionados no se les ofreciera una imagen clarificadora al respecto, ni siquiera horas después de la conclusión del encuentro, no hace si no alimentar la polémica. Si tan claras eran las imágenes que disponían en la sala del VAR como para estar seguros de que existía fuera de juego de Yuri y, aunque el protocolo no obligue a mostrarlas, ¿tanto cuesta que la realización las enseñe para salir de dudas?
Sorprendidos por la decisión adoptada por el colegiado navarro, los jugadores del Athletic se le acercaron en busca de alguna respuesta concluyente. Tal y como reconoció Iago Herrerín a la conclusión del partido, Undiano Mallenco les dijo que había sido fuera de juego.
Por la reacción inicial de los defensores del Villarreal, que se quedaron parados casi en su totalidad después de que Yuri Berchiche recibiera el balón de Iñigo Córdoba en el costado izquierdo del área pudo parecer que Undiano Mallenco había pitado fuera de juego, aunque en las imágenes posteriores quedó comprobado que no. De haber invalidado la acción con anterioridad a que Williams mandara el esférico al fondo de la red, el VAR no podría haber entrado a revisar la jugada. Cosa que sí hizo, aunque el Athletic no sacó ningún rédito de la misma.
Esa acción, que no fue la única revisada por el VAR en el encuentro, llegó pocos días después de que el estamento arbitral saliera en defensa de las decisiones adoptadas con el videoarbitraje en una rueda de prensa muy esperada en la que, entre otras cuestiones, se hicieron públicas algunas de las conversaciones que a lo largo de las 19 primeras jornadas de liga han mantenido los colegiados a pie de campo con los responsables del VAR desde su sala en Las Rozas.
iborra, protagonista De lo que seguro que no podrán sacar pecho en futuras comparecencias ante la prensa similares a la del pasado martes será de la errónea decisión de Undiano Mallenco de señalar una inexistente falta de Ander Capa sobre Vicente Iborra en el minuto 65 del encuentro, cuando el centrocampista del Villarreal golpeó con el codo la cara del lateral rojiblanco. Una acción en la que Iborra debió haber visto la segunda cartulina amarilla y emprender el camino a los vestuarios antes de tiempo.
Por si fuera poco, en el inicio de la acción que propició el tanto del empate del conjunto castellonense, el disparo de Ibai Gómez desde la frontal del área golpeó en la mano de Iborra. El VAR revisó la jugada, en la que prima la interpretación del colegiado, pero lo que no es de recibo es lo que desveló Herrerín a la conclusión del choque: “En la mano ha dicho que le había rebotado en la rodilla y no ha habido tal rebote. Entiendo que sea o no mano es una interpretación del árbitro, pero no entendemos que no se vaya a ver a la pantalla que está en la entrada de los vestuarios. Los jugadores no entendemos cuándo van a ver el VAR”.
De los tres protagonistas que hablaron ante los medios a la conclusión del partido, el portero fue quien más contundente se mostró, ya que tanto el entrenador Gaizka Garitano como el centrocampista Dani García prefirieron no alimentar la polémica y evitaron cualquier crítica.