Bilbao - El punto sumado en la tarde de ayer en el estadio de La Cerámica, lejos de dejar un buen sabor de boca en el vestuario del Athletic, dejó un poso de amargura en la caseta rojiblanca. Apesadumbrados por lo sucedido sobre el verde del Estadio de la Cerámica, fueron Iago Herrerín y Dani García los señalados para comparecer ante los medios de comunicación y reflejar el sentir de un equipo que, no obstante, volvió a ofrecer una buena imagen. “Nos vamos con un mal sabor de boca por el trabajo que hemos hecho y por todo lo que ha pasado, pero estamos en una buena dinámica y tenemos que seguir”, destacó Dani García, quien prefirió morderse la lengua en relación a las decisiones arbitrales y agregar, en términos puramente deportivos, que “sabíamos que el Villarreal tiene un gran equipo y que iba a ser un partido muy difícil al estar ellos en una situación muy complicada, pero volvemos a sumar, aunque nos vamos tristes y fastidiados por no haber sumado los tres puntos”.

“Hemos metido nuestro gol para intentar sentenciar después a la contra, como estaba en nuestro guion”, agregó el centrocampista rojiblanco instantes antes de hacer alusión a que “en la prensa se decía que venía un mes de enero complicado, pero el equipo ha dado la cara; tenemos que seguir dando un paso al frente y continuar igual”. Herrerín, por su parte, explicó que en caso de haber sumado ayer tres puntos de los que los leones se vieron merecedores “veríamos ahora las cosas de otra manera, pero solo nos queda pensar en el partido del domingo en San Mamés”. A pesar de no realizar el viaje de vuelta a Bilbao con una sonrisa dibujada en el rostro, el guardameta rojiblanco puso en valor que “el equipo está mucho más junto, juega más replegado y fácil y sabíamos que en el momento en el que paráramos la sangría de goles en contra íbamos a tirar hacia arriba”.

“Llevamos solo tres goles en contra en liga en los seis últimos partidos y sacar un punto en un campo como este era complicado”, señaló asimismo Herrerín, que puso el foco en el próximo partido de liga ante el Betis de Quique Setién en La Catedral. - A. Aramendia