CONDICIONADO como estaba el encuentro de anoche ante el Sevilla por el mal resultado cosechado por el Athletic en San Mamés, donde cayó derrotado por 1-3 en la ida de los octavos de final de Copa, con la posibilidad de remontar dibujada únicamente en la mente de los más optimistas del lugar, muchos de los focos de la cita de ayer en el Sánchez Pizjuán giraron en torno a la figura de Markel Susaeta, que pese al tono gris generalizado del choque dejó su sello con una asistencia de gol. El capitán, todo un referente dentro y fuera del vestuario, alcanzó la histórica cifra de 500 partidos con la zamarra roja y blanca del Athletic, el club que le vio crecer y que le dio la oportunidad de debutar en la élite una tarde de verano de 2007 en Barcelona; un estreno con gol incluido en un escenario como el Camp Nou. Entre aquel 2 de septiembre y el 16 de enero de 2019, en esos 4.154 días que caben entre una fecha y otra, el eibartarra ha dejado una cartilla de 500 partidos y 56 goles en once temporadas y media. Unos datos que a buen seguro irá ampliando en las próximas semanas.
El suyo, sin duda, se trata de un hito al alcance de muy pocos, hasta el punto de que solo otros cuatro futbolistas: José Ángel Iribar (614), Txetxu Rojo (541), Joseba Etxeberria (514) y Andoni Iraola (510) han disputado medio millar de partidos en la centenaria historia del club. De todos ellos, Susaeta cuenta con el honor de haber sido el más joven en alcanzar dicha cifra, pues lo consiguió ayer con 31 primaveras a sus espaldas. El pasado 25 de noviembre dio caza a un mito como Piru Gainza (494) y si nada se tuerce, con 19 partidos de liga aún por delante y teniendo en cuenta que en la primera vuelta únicamente se ha quedado sin jugar en cuatro ocasiones en el torneo de la regularidad, todo hace indicar que dará caza a Iraola, con quien compartió banda derecha durante un puñado de temporadas hasta la marcha de este al fútbol estadounidense al término de la campaña 2014-15.
El destino quiso que fuera en el Sánchez Pizjuán, allí donde el capitán vivió una de las noches más tristes de su larga trayectoria deportiva tras caer en los penaltis en los cuartos de final de la Europa League en una cita en la que tuvo la clasificación en sus botas, donde Susaeta jugó su partido número 500. Una cita “especial” como catalogó el capitán del Athletic y en la que el Sevilla, como club, supo estar a la altura, pues le rindió un pequeño homenaje en el palco de autoridades a la conclusión del encuentro al obsequiarle con una camiseta y un balón firmados por toda la plantilla del cuadro andaluz. El Sevilla, pues, guardará un lugar especial en el corazón de Susaeta, ya que se trata del equipo ante el que más goles a logrado (4), los mismos que frente al Valladolid y es también el cuarto equipo contra el que más partidos ha disputado (21), igualado con el Valencia.
De él, Gaizka Garitano reconoció ayer que supone “un orgullo poder dirigirle” pues se trata de “un referente para el club no solo como jugador, sino por su manera de ser, que es lo más importante”. Además, el técnico aseguró que debe ser “un espejo para los que menos partidos llevan; los Guruzeta, Nolaskoain tienen que fijarse en él. Es un emblema de este club”.
Las buenas palabras del técnico, el sexto que le ha dirigido en la élite tras Joaquín Caparrós, quien le hizo debutar, Marcelo Bielsa, Ernesto Valverde, José Ángel Ziganda y Eduardo Berizzo, llegan en un momento en el que aún nadie de los nuevos gestores del club se ha dirigido a Susaeta para tratar la renovación de su contrato, que expira el próximo 30 de junio. “Yo me encuentro con ganas. Mi compromiso con el club está claro. Cuando haya alguna novedad ya lo diremos”, expuso el capitán, entre cuyos logros, además de esos 500 partidos, figura la gesta de haber disputado todos y cada uno de los 63 encuentros que el Athletic jugó en la histórica temporada 2011-12. ‘ranking’ histórico