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La gran reconciliación

El Athletic vuelve a ganar fuera, repite ante la Real, reivindica a Valverde y encumbra a Williams

La gran reconciliaciónFoyos: Pablo Viñas y Rubén Plaza

Vaya por delante que a Ibaigane le ha llegado una propuesta repentina. Y la Junta Directiva de Josu Urrutia la ha recibido con muy buena cara. En ella se le pide que solicite a LaLiga que programe todos los duelos Real Sociedad-Athletic en Anoeta los domingos al mediodía, que le viene de perlas al conjunto rojiblanco, encantado de la vida por jugar los derbis en Donostia a la hora del aperitivo, pese al alto precio de los pintxos en la Parte Vieja, que va muy de señorial. Pero ya se sabe que a los de Bilbao? Vamos, que el Athletic volvió a ganar en Anoeta, que ni por asomo se llenó, cinco campañas después, aunque lo hiciera con un once irreconocible respecto al que triunfó esa mañana con Bielsa como jefe de operaciones, ya que solo repitió de inicio Muniain, aunque ayer también participaron San José, Iturraspe y De Marcos. En el bando realista, Xabi Prieto, Iñigo Martínez, Illarramendi y Zurutuza, titulares aquel caluroso mediodía de octubre de 2012, se resignaron de nuevo a saborear la hiel en los labios.

El Athletic, sin más, se reconcilió. Se trató de una especie de contrición colectiva. Y llegó en el momento más oportuno y ante el rival al que más daño puede hacer en la autoestima, por eso de fastidiar el partido más importante del año al otro lado de la A-8. El conjunto rojiblanco dio un enorme golpe de autoridad, se reencontró con su mejor versión, volvió a ganar en liga lejos de San Mamés tras 172 días de espera, si bien en esta ocasión a solo cien kilómetros al este de distancia; vio puerta como visitante casi 500 minutos después; Valverde acabó con su maleficio como técnico en Donostia, donde nunca había ganado hasta el día de ayer; Iñaki Williams celebró su centenario como león con una actuación estelar y con un tanto decisorio; Raúl García ejecutó su segundo penalti consecutivo, el tercero del curso; Yeray se reafirmó en un choque exigente? O sea, una colección de noticias positivas para el Athletic, que merma el colchón de puntos de una Real impotente y empequeñecida.

Hubo mucha letra pequeña en un derbi que reivindicó a este Athletic, decidido a hacer aún cosas importantes en lo que resta de liga. Y reivindicó también a Ernesto Valverde, que debe despejar su futuro en los próximos días -esa reiterada conversación que tiene pendiente con Josu Urrutia- y que, para más inri, dio un baño táctico a Eusebio Sacristán, lo que le sirve al mismo tiempo al Txingurri para presumir y postularse como próximo entrenador del Barça, que ayer probablemente regaló la liga con su inesperado y doloroso fiasco en Riazor, campo en el que sí fueron capaces de ganar los leones, por lo que quizá se espere un mensaje guasón en la cuenta de Twitter oficial del Athletic, en el que pueda escribir algo parecido a “no nos fue tan difícil ganar en Riazor”, con lo que debería reconciliarse con el PSG después del famoso tuit tras el histórico 6-1 de la noche del pasado miércoles en el Camp Nou.

Al Athletic le va marcha. Le motivan los retos del pelaje del de ayer y su victoria, incluso, sonó a bilbainada. Al igual que ocurriera hace un lustro, el conjunto rojiblanco vuelve a batir a la Real en los dos derbis de la misma liga, lo que no debe extrañar cuando el colectivo de Valverde es capaz de pifiarla en Leganés, en el Villamarín, en Nicosia, como ejemplos; y ser mejor que el Madrid en el Bernabéu, en el Pizjuán, pese a las derrotas en ambos casos; o batir al Villarreal y al Sevilla en San Mamés. O sea, le estimula enfrentarse a los equipos que le superan en la tabla, lo que es un mensaje para el mismo equipo merengue, que el sábado comparece en La Catedral, en el que sí es el verdadero clásico y derbi histórico para la entidad bilbaina.

la marca williams El derbi subrayó varios nombres propios en clave rojiblanca. Uno de ellos fue el de Iñaki Williams, que dejó su sello en su primera titularidad en Anoeta. El bilbaino, al que sigue muy de cerca la Juventus y que ayer se hizo centenario con el Athletic, se reactivó y firmó uno de sus partidos más completos como nueve, posición en la que generaba muchas dudas a tenor de sus actuaciones recientes, al mismo tiempo que se reconcilió con el gol en liga, donde encadenaba tres meses sin marcar, desde en otro derbi frente al Eibar, y acentuaba su idilio con la Real, a la que ya batió en el duelo de la primera vuelta en San Mamés. Williams, por tanto, entra en el selecto club de los leones que han sido capaces de ver puertas en los dos choques frente al equipo txuri-urdin en un mismo ejercicio, como ya ejecutaran en la época moderna Irureta (1975-76), Dani (1977-78 y 1982-83), Julio Salinas (1984-85), Luque (1990-91), Tiko (2001-02) y Ezquerro (2004-05).

Raúl García encarna una genética referencia. El futbolista navarro aporta una evidente plusvalía al colectivo rojiblanco y ayer fue determinante. Estuvo en todas las salsas ofensivas, terreno en el que se mueve como pez en el agua, ya que desperdició una gran ocasión a los 17 minutos, fue objeto de un penalti que no vio el murciano Sánchez Martínez y transformó la pena máxima que Xabi Prieto cometió sobre Yeray, que celebró por todo lo alto su encuentro número 25. Es el séptimo gol de Raúl García en liga, por lo que iguala su marca total de la pasada edición y se coloca a un solo tanto de Aduriz, que reapareció tras casi un mes de baja.