bilbao - Probablemente a Ernesto Valverde le entre una especie de escalofrío cuando le recuerdan aquellas dos eliminatorias que marcaron, y mucho, al Athletic de hace una década, cuando el Txingurri decidió finiquitar su primera etapa como técnico rojiblanco. Entonces, sufrió dos duros fiascos en sendas eliminatorias que se las jugaba en el viejo San Mamés, cuando necesitaba ganar tras firmar sendos empates sin goles en los respectivos partidos de ida. O sea, un remake del duelo de mañana en La Catedral, donde este Athletic se juega el billete a la semifinales de la Copa tras el 0-0 en el primer asalto disputado en La Rosaleda.

A la tercera será la vencida. Es la máxima en la que se apoya Valverde, quien, por experiencia, habrá hecho un pequeño repaso a todo lo que sucedió aquella temporada 2004-05. El primer revés llegó en la polémica eliminatoria de los dieciseisavos de la antigua Copa de la UEFA ante el Austria de Viena. Lo que mal empezó, acabó peor. Empezó mal porque se suspendió, no sin cierto enfado en la numerosas afición rojiblanca que viajó a la capital austríaca, el choque de ida, que se tuvo que retrasar una semana. Ya sin el apoyo de los hinchas, el Athletic arrancó un esperanzador 0-0 en el Prater, pero el chasco llegó tres días después, cuando el conjunto vienés asaltó La Catedral, cuando casi nadie lo esperaba. Y eso que el duelo arrancó con buena pinta para los leones, que se adelantaron por medio de Fran Yeste, pero un doblete de Soinko consumó el fracaso rojiblanco, que se quedó fuera de Europa antes de tiempo.

El segundo mazazo llegó dos meses y medio después, cuando el equipo de Valverde se quedó a las puertas de la final de la Copa de una manera muy cruel. Como ocurrió en la eliminatoria de UEFA, el Athletic cerró el primer duelo ante el Betis en el Benito Villamarín con un 0-0 optimista, más después de las sensaciones que ofreció en el césped, en el que fue muy superior, aunque su falta de pegada le privó de llevarse un botín casi definitivo. En el encuentro de vuelta disputado en Bilbao llegó la pesadilla. Los rojiblancos tampoco lograron batir la meta verdiblanca pese a gozar de claras ocasiones de gol y se la jugaron en la tanda de penaltis, en la que el Betis fue mucho más certero. Mañana, Valverde se reencuentra con ese 0-0 inquietante. Le toca ganar. - K. T.