Un talento descontrolado
Gerard Deulofeu, cedido en el Sevilla tras decepcionar a Luis Enrique en verano, intenta crecer al abrigo de Emery
eL curso intensivo de un año en los laberintos de la Premier League no fue suficiente para pulir las habilidades de una promesa en ciernes llamada a dar noches de gloria al Barcelona. El mundo del fútbol, expectante ante la proyección de un jugador que posará el domingo por primera vez en San Mamés, aún aguarda con los brazos abiertos el esperado paso al frente de Gerard Deulofeu (Girona, 1994), alumno esta temporada del exigente Unai Emery en el Sevilla tras desesperar a Luis Enrique durante la pretemporada.
“Deulofeu es muy ofensivo, pero tiene que mejorar mucho en defensa”, afirmó sin rubor el técnico blaugrana tras un amistoso ante el Niza, dejando patente su disconformidad con el trabajo del habilidoso extremo gerundense. La cesión al Everton la campaña anterior, si bien permitió al catalán palpar otra cultura y separarse de todo lo conocido desde los nueve años en La Masía, no evitó que a su vuelta a Barcelona un combativo Munir le dejase sin ficha como culé de cara al presente curso. La decisión de Luis Enrique sorprendió a Deulofeu, condenado a buscarse una nueva salida a préstamo donde madurar como futbolista.
La emergente estrella blaugrana, comparada con auténticos astros del balón como Lionel Messi, debido a su facilidad para desbordar y golear partiendo desde la banda, recibió así un mazazo anímico en forma de nueva cura de humildad. “Para empezar a jugar entre los mejores hay que correr como los peores”, vino a recordarle Luis Enrique días antes de que el Sevilla tocara su puerta. Con el también culé Denis Suárez cedido en el Sánchez Pizjuán, Deulofeu aceptó ponerse en manos de Unai Emery para buscar su sitio en la élite del fútbol estatal.
A pesar de partir como suplente dado el alto rendimiento de Vitolo y Aleix Vidal por las bandas, el catalán se limitó a esperar su momento y aprovechar sus minutos. “Tendrá protagonismo, pero nosotros también somos un equipo con exigencias y él debe intentar que sus virtudes se noten más que sus defectos”, le advirtió de primeras Emery. Desde entonces, la respuesta del gerundense, irreprochable en forma de buen comportamiento y aceptable sacrificio físico, ha gustado al de Hondarribia, que no ha dudado a la hora de darle las llaves de la titularidad tras la lesión sufrida por Vitolo el pasado día 7.
demasiado individualista Con un gol y dos asistencias en su haber, Deulofeu, muy cercano a Iker Muniain en las concentraciones con la selección española sub’21, tiene por delante el reto de madurar y evitar la excesiva conducción del balón, circunstancia que ya le ha costado algunos silbidos y reproches de sus compañeros. “Emery está muy encima de mí y yo me juego mucho este año, va a ser clave para mí”, subrayó la semana pasada el jugador, un talento descontrolado.