bilbao - El Shakhtar Donetsk se presenta como el esperado rival ante el que el Athletic descorchará en San Mamés la anhelada fase de grupos de la Liga de Campeones (miércoles, 17 de septiembre), pero será con motivo del envite que tendrá lugar el 25 de noviembre en tierras ucranianas cuando los pupilos de Ernesto Valverde adquieran conciencia real de cuanto significa medirse a un equipo que asoma como vigente campeón de liga en su país.
El motivo radica en el conflicto bélico que sacude a la ciudad de Donetsk, bastión de la zona prorrusia que figura bajo control de los milicianos rebeldes desde abril y que es martilleada un día sí y otro también por la artillería ucraniana, lo que ha obligado a la Federación nacional a cancelar la celebración de partidos oficiales. El deseo de los prorrusos de independizarse de Ucrania ha derivado en una guerra civil que asola a la población en general y, en una menor medida, al Shakhtar en particular, que vio cómo su estadio, el Donbass Arena, era bombardeado el pasado sábado, día 23, sufriendo graves daños en la parte noroeste del campo. Parte de la fachada quedó destruida tras la explosión de dos artefactos, reflejando así la inexistente sensación de seguridad que reina en una de las regiones más afectadas por la disputa del territorio entre Rusia y Ucrania.
Debido a tamaño conflicto y tras el derribo del vuelo 17 de Malaysia Airlines el pasado mes de julio, seis jugadores -cinco brasileños y un argentino- se negaron a regresar al país con el resto del equipo tras un partido de preparación en Francia, aunque finalmente solo Facundo Ferreyra salió en calidad de cedido. La pretemporada, sin embargo, quedó atrás y el Shakhtar se encuentra ahora en plena competición doméstica, la cual lidera con doce puntos sumados en cuatro jornadas. No obstante, ante la gravedad de la situación a nivel social, el entrenador Mircea Lucescu y la dirección del club decidieron cambiar el campo de entrenamiento y el lugar en el que disputar los partidos como local, a fin de tomar la máxima distancia posible con los incesantes problemas que vive Donetsk.
Dicha circunstancia hará que el Athletic viaje en noviembre a Ucrania, pero no para visitar el Donbass Arena, donde la Real cayó goleada por un contundente 4-0 en la liguilla de la Liga de Campeones del curso pasado, sino para acercarse hasta una ciudad que linda con Polonia. Salvo variación de última hora, será en Lviv, lugar situado al oeste de Ucrania en el que el Shakhtar encuentra acomodo para dar forma a sus partidos oficiales como local esta temporada, donde los rojiblancos desafíen a los pupilos de Lucescu. Con la sede del club traspasada también a Kiev, el técnico rumano afronta su décimo año al frente de un equipo al que ha aportado los mejores años de su historia al ganar seis ligas, cuatro copas, cuatro supercopas y una Copa de la UEFA.
El brillante éxito europeo abrazado en 2009 de la mano de una plantilla que sigue destacando por su elevado número de integrantes brasileños, tratará de tener continuidad en la presente campaña. Para eso, el club, ante la dificultad de incorporar nuevos futbolistas, ha optado por centrar sus esfuerzos en intentar mantener el bloque que triunfó en Ucrania meses atrás. Pero el Donbass Arena, un estadio que acostumbraba a multiplicar el poderío local para lastimar el de los visitantes, asoma ahora fuera de plano. La guerra civil que marca el día a día en Donetsk dejará por tanto a los de Lucescu sin una de sus principales armas a la hora de porfiar por el éxito después de haber perdido en los últimos años a jugadores como Fernandinho (Manchester City), William (Chelsea), Eduardo da Silva (Internacional) y, con mayor anterioridad, al armenio Mkhitaryan (Borussia Dortmund).
luis adriano, la estrella El delantero brasileño Luiz Adriano, que acostumbra a jugar solo en punta, pero que es alimentado desde la posición de media punta y por las bandas por varios de sus compatriotas, es la principal estrella del Shakhtar, cuyo presidente y propietario del club es el hombre más rico de Ucrania, Rinat Ajmétov, que se encuentra de capa caída desde que se enfrentara a los rebeldes prorrusos, quienes le amenazaron con expropiarle sus empresas. En la Champions, el mayor éxito del club fueron los cuartos de final alcanzados en 2011 ante el Barcelona de Pep Guardiola. - A. Aramendia