Bilbao
aMOR y odio. Odio y amor. Mentar el nombre de Raúl García en Bilbao supone entrar en un debate encendido. La explicación es sencilla. El navarro, jugador del Atlético de Madrid, tiene colgado un sambenito que lo lastra en el botxo. Hace ocho años, entonces bajo la disciplina de Osasuna, se despachó con unas declaraciones que hicieron muy poca gracia en el entorno del Athletic, que hoy visita al conjunto colchonero. "Me lo pensaría, pero no es uno de los equipos que mejor me caen", respondió cuando fue cuestionado sobre cómo actuaría ante una posible oferta del Athletic por hacerse con sus servicios. Horas después, ante ese supuesto desprecio respecto al cuadro bilbaino, quiso salir del apuro. Lejos de arreglarlo, puso más sal sobre la herida: "Prefiero otros equipos que el Athletic, pero eso no quiere decir que me caiga mal. Eso sí, el Barcelona me cae más simpático que el Madrid". Aquellas palabras hirieron el corazón del Athletic, en unos tiempos en que el club de Ibaigane había evitado una crisis mayor en Osasuna, gracias a la importante inyección económica a la que hizo frente cuando la entidad rojilla había pedido sopitas.
En Bilbao, muchos no le perdonan ese perfil que entienden como anti Athletic. O sea, una especie de odio. Otros muchos, en cambio, lo consideran como un futbolista que le iría de perlas al Athletic. Surge su talento como jugador. Es decir, lo que genera querencia. Raúl García (Iruñea, 11 de julio de 1986) asomaba como un gran valor de futuro en el conjunto osasunista, con el que debutó a los 18 años de edad en el mismísimo Camp Nou. Entonces, su calidad futbolística levantaba el interés de muchos clubes, entre ellos el Athletic. Fue el Atlético de Madrid el que pujó más fuerte. Ocho años después, ha confirmado aquellas intuiciones. Acumula 363 partidos en la élite, 43 goles y seis títulos oficiales -Copa Intertoto (2007), Europa League (2009-10), dos Supercopas de Europa (2010 y 2012) y una Copa (2012-13)-. Este curso, no presume de la condición de titular para Diego Simeone. Pese a ello, emerge como un recambio de enorme fiabilidad, como así le delatan sus números. Ha comparecido en ocho de los once encuentros de Liga disputados, con una tarjeta de tres tantos, a los que hay que sumar sus tres participaciones en Champions, donde ha firmado otro gol más.
En el Athletic asumen que Raúl García se ha convertido en un dilema desde aquellas declaraciones cuando brillaba en Osasuna. Semanas antes de que el navarro recalara en el Atlético, el club rojiblanco intentó su fichaje a petición de Javier Clemente, quien había evitado un desastre histórico al conseguir la permanencia tras una temporada horrorosa de los leones. La Junta Directiva presidida entonces por Fernando Lamikiz buscó un plan B . Lo encontró en Javi Martínez, al que no conocía Clemente, como él mismo lo reconoció y que le costó la destitución por desautorizar ese fichaje, cuando deseaba a Raúl García, que emprendía ya camino hacia Madrid.
El navarro asumía la aversión que le tenían en Bilbao. Con el paso del tiempo, se ganó su protagonismo en el Atlético de Madrid, con el que conquistó su primer gran título, el de la Europa League, en la temporada 2009-10. Raúl García, además, despuntaba en la selección española sub'21 e incluso Vicente del Bosque manejó la opción de citarle para la Eurocopa de 2008 de Austria y Alemania. El Athletic, mientras, le seguía la pista, pese a su impopularidad en Bilbao.
Joaquín Caparrós, entrenador rojiblanco entre 2007 y 2011, puso su nombre encima de la mesa de Fernando García Macua, por entonces presidente del Athletic, quien realizó un par de sondeos para conocer las posibilidades de afrontar el fichaje del navarro. García Macua contactó con Bahía Internacional, la agencia que representa al jugador, e incluso hablaron de cifras y detalles varios, pero el Atlético no dio pie a que esa operación tuviera más recorrido.
Raúl García, sin embargo, mantenía su vigencia como posible refuerzo del Athletic. El navarro se volvió a reivindicar en el campaña 20011-12, en la que militó como cedido en Osasuna, con el que se convirtió en su máximo goleador. El Athletic le volvió a sondearle el curso pasado. José Mari Amorrortu, director deportivo, y Cuco Ziganda, técnico del Bilbao Athletic, avalaban su fichaje, una vez que ambos le conocen con detalle. Con todo, nunca se ha dado ese paso. Es el dilema continuo.