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Lejos de ser los únicos, pero perfectamente capacitados para representar a la perfección los entresijos y las ventajas de una nueva tendencia que ya ha llegado al fútbol estatal, las gradas jóvenes impulsadas por el Mallorca y el Valencia asoman a día de hoy como dos claros ejemplos de estadios venidos a más. Campos de fútbol espoleados por jóvenes aficionados que, aprovechando un espacio reservado en la grada y abonos baratos, han dado otro aire a sus estadios.

Con el objetivo de "recuperar la afición mallorquinista entre el sector más joven y darles todos los medios, herramientas y facilidades para llevar a cabo las diferentes actividades y acontecimientos", el Mallorca decidió dar un paso al frente para dar vuelo a una grada joven a la que se han ido sumando adeptos a medida que ha pasado el tiempo. La iniciativa, que comenzó años atrás bajo el nombre de Grada Jove, da cabida en un sector del campo a todos aquellos jóvenes mallorquines -o residentes en Mallorca- de entre 15 y 27 años que deseen dejarse la voz animando al equipo. Con un abono fijado en los 120 euros para toda la temporada, el club bermellón ha logrado así que el Iberostar Estadi, un campo frío por naturaleza, rezume una pasión renovada. Entre otras actividades, son 14 las canciones con las que cuenta ya este joven y amplio grupo de aficionados que ha devorado todas las localidades cedidas por el club para la segunda vuelta del campeonato.

éxito también en mestalla Algo semejante ha sucedido en Mestalla, donde el Valencia también llevó a cabo la cada vez más expandida iniciativa para ganar en fervor. El acuerdo entre Gol Gran, Yomus -dos sectores de la afición- y el Valencia permitió que los jóvenes de entre 16 y 35 años conformasen la Curva Nord Mario Alberto Kempes desde el pasado verano en pos de representar el ansiado y buscado aliento de la hinchada valencianista.

El club cedió en principio 1.300 asientos para la causa -con la promesa de que pasarían a ser 1.800- en el fondo sur, entre el córner y la portería, y fijó en 40 euros la cuota anual para el socio. La iniciativa, al igual que en Mallorca, fue secundada por sus jóvenes destinatarios, que procedieron a las oportunas inscripciones entre los meses de junio y julio para liderar durante toda la temporada a una renovada afición.