BILBAO. Ricardo Mendiguren(Oñati, 1968) se retiró prematuramente por una lesión de espalda ydesde entonces participa activamente en la vida rojiblanca comosocio, peñista y compromisario, además de viajar a menudo con elequipo como un aficionado más.

Nació en Oñati y pasósu niñez en Gasteiz, de modo que vino Bilbao para jugar al fútbol.

Vine a vivir a Bilbao con15 años porque me cogió el Athletic, pero yo ya sabía qué era elAthletic porque lo había mamado en casa. Mi padre es de Portugaletey me solía traer a San Mamés, por ejemplo, para ver los partidos deverano. Quiero decir que eso tan en boga ahora del ‘sentimientoAthletic’ ya lo tenía dentro antes de fichar. Por cierto que yojugaba en el equipo de la ikastola y mi aita no me dijo hasta pasadomás de un año que me estaban viendo los ojeadores del Athletic, locual le agradezco porque me parece que es la mejor manera de llevarel asunto.

Ha sacado el tema delsentimiento…

Es que para mí es el temafundamental. Hay muchas formas de ser de un equipo y de tomar parte,ni mejores ni peores, distintas. Está el socio que paga su carnet yacude a los partidos. También hay socios que quieren participar másde las decisiones y se hacen compromisarios. Ser peñista es otraforma de involucrarte. Y están los aficionados que no son socios porlo que sea, quizás porque no pueden permitírselo, y ellos tambiéntratan de apoyar.

Toda esa gente formaríalo que se denomina el entorno.

Y hay más. Están losmedios de comunicación, cada cual con su tratamiento del día a díadel club, que luego además responden a intereses variados yparticulares. Y los ex, jugadores, técnicos y empleados en general,que pueden tener una visión peculiar porque han estado dentro. Lasituación de cada cual varía, pero a mí me gustaría que todassumasen, que cada cual desde su ámbito ayude a mejorar el Athleticy, personalmente, es uno de los deberes que me pongo.

De hecho ustedpertenece a bastantes de las categorías que ha enumerado: exjugador,socio, compromisario, peñista,…

Pues sí, lo tomo como unaobligación personal, es una elección voluntaria y no lo entiendocomo un valor añadido, en absoluto. Sé que hay gente que consideraque merece un trato especial por ser estas cosas, pero no estoy deacuerdo. Si eres es porque quieres servir al Athletic en la medida detus posibilidades y con eso ya vale, no tienes que esperar ningunacontrapartida. Hacer cosas por el Athletic no te da derecho a ser másque otro que o no puede o no quiere colaborar con la entidad. No cabepedir trato de favor por ello. El que viajó a Manchester no es másque quien no fue. Pienso que este modo de ver el asunto es lo quesuma. Siguiendo con el ejemplo fui a Manchester igual que otrosmiles, soy uno de los mil compromisarios o uno de los 36.000 socios,nada más.

No es muy usual que unexjugador viaje como un seguidor más o asista a las asambleas.

Parto de que quienes hemospodido vestir la camiseta del club somos, aparte de una minoría,apenas medio millar en más de cien años, unos privilegiados porquejugar en el Athletic es a lo máximo que puede aspirar un niño o,ahora, una niña. Pero lo normal es que no llegues a jugar y yo me hepropuesto, tras haberlo hecho, ver en qué otras facetas podíaparticipar activamente en la vida del club. Cuando me retiré sentíesa necesidad.

Estábamos con suentrada en Lezama, pero ya que ha citado su retirada, convienerecordar que fue en Canarias.

Sí. Mi periplo canariofue de año y medio, la duración del contrato que firmé, y comotenía una lesión de espalda no pude ni debutar con el Las Palmas.Hice lo imposible por recuperarme y no hubo manera. Luego vi queotros compañeros, como Carlos García, pudieron superarlo. A mí mepilló con 29 años recién hechos y la medicina no funcionaba comoahora, no te aseguraban nada si ibas al quirófano y la espalda esalgo delicado.

El problema empezóestando todavía en Bilbao.

Había tenido lumbalgias,pero cuando salí del club no se había diagnosticado una lesión tangrave. Fue allí cuando se vio la protusión que derivó en hernia.Con Stepanovic sólo jugué dos partidos y mi salida era lógica. Lopuedo decir ahora, pero en el momento claro que no me hizo gracia loque sucedió. Ha pasado el tiempo y no sé si merece la pena hablarde esto. En toda situación hay distintas ópticas y luego están lasformas. Pienso que las formas en un club diferente como el Athleticse deben cuidar mucho, pero me hago cargo que estoy opinando sobrealgo que me afectó de lleno y admito que las gestiones del club seapoyaban en unos argumentos.

Yendo a los hechos, aqué se refiere.

Quiero decir que es mejorhacer las cosas de frente. Se me comunicó muy tarde, con el veranomuy avanzado, que no se iba a contar conmigo y me dejaron sin margende maniobra, desde mi punto de vista. Tuve que esperar hastadiciembre para buscar una salida y me fui al Las Palmas. Sé que haymás jugadores que han pasado por algo así y de ahí que insista enlo de las formas, en el trato.

En síntesis, su finalde carrera resultó bastante amargo.

No fue un final deseable,pero la vivencia que tuve en Canarias me hizo más fuerte y eso queen todos los años que estuve en el Athletic había crecido muchocomo persona. Ver que no puedes con la lesión es duro. Estuve mes ymedio en Munich, a donde fui por recomendación de Heynckes, peronada… Fue amargo, sí, lo intenté, pero en vista de que no salíaadelante llegue a un acuerdo con el Las Palmas para rescindir elcontrato. Tuve tiempo para hacerme a la idea de que me tocabaterminar.

Repasada la peor partede su trayectoria, podría tocar el otro extremo, lo mejor.

Tengo muy buen recuerdo dela etapa de Kendall y la de Heynckes. Fueron quizás los años en quemejor rendí y en que más partidos jugué. En el resto de lastemporadas hubo de todo, altibajos.

¿En qué demarcaciónempezó con Kendall?

Arriba, en punta. Cuandosubí estaban Uralde, Sarabia, Sarriugarte, Roberto Martínez yempecé a entrar poco a poco. Como curiosidad diré que en realidadyo debuté con Iribar el año anterior, pero ese año empecé enjuveniles, con Nico Estéfano, pasé al Bilbao Athletic con TxetxuRojo, debuté en Primera con el Txopo, volví al filial y al finaldel todo bajé otra vez al Juvenil para disputar la Copa. Llegamos ala final y perdimos 2-1 con el Barcelona. Un año intenso.

Ya estaba colocado paraquedarse arriba.

Sí, pertenecía a unaquinta donde estaban Garitano, Lakabeg, Alkorta, Urrutia, que fue mástardío, y yo. Aunque hubo más que llegaron a debutar, nosotroscinco llegamos y nos quedamos tiempo. Se estaba produciendo un cambiogeneracional, acababan los del último Athletic campeón, un pocoantes habían subido otros como Ferreira o Aiarza, entramos nosotrosy luego, Eskurza, Valencia, Guerrero,… Con Kendall jugué el primeraño 17 partidos, toda la segunda vuelta y siempre de delantero.

No se distinguía porsu condición de goleador.

No. También es verdad queluego con Heycnkes pasé a ser interior. Con Kendall un año metínueve y otro seis. No, un killerno fui, creo que por eso Heynckes me dio otra función en el equipo.

Hizo pocos goles, perono a cualquiera.

Eso es verdad. De 23fueron seis al Barcelona y dos al Madrid.

Se acuerda.

Está claro que sí. Meacuerdo de los 23 que metí. Si hubiese metido cien como otros,seguro que no recordaba todos.

¿Se atrevería adefinirse como jugador?

La suerte que tuve es quecreo que fui muy querido por la afición y no sé muy bien la razón.Hay jugadores que están más exigidos, quizás por las expectativasque despiertan. En San Mamés ha habido jugadores que han gustadomucho por su honradez, por su capacidad de trabajo, cuando yo piensoque con esto solo no es suficiente, pero es así, si te veían que lodabas todo, como se suele decir, ya tenías un cinco asegurado y siademás tenías algo de habilidad… Creo que fui un privilegiado esese sentido y lo puedo decir porque conviví con gente que no tuvoese beneplácito de la grada.

Vamos, que no hacontestado a la pregunta.

Igual tenía esa mismahabilidad en el campo porque es verdad que no te he contestado.

Va la misma pregunta:¿puede describirse?

Puedo decir que cuandobajé a la media, ese reciclaje que tuve que hacer y para el que meayudaron mucho, me hizo ver de qué era capaz. Desde niño habíajugado de delantero, acompañando a un ariete clásico o más tiradoa la izquierda si era con tres puntas. Tenía dudas de si responderíacomo medio, pero la forma de jugar de aquel equipo, el rombo queintrodujo Heynckes, me vino bien. Era un concepto distinto, menosaguerrido. El alemán cambió el molde aprovechando los jugadores quehabía: Cuco y Valverde arriba, Julen por detrás, Ander, Urrutia,Xabi Eskurza por la derecha,… Por mi estilo agradecí que secuidase más el balón, estaba cómodo en esa forma de jugar.

Hay técnicos con loque se encaja mejor.

Un jugador puede despuntaro quedarse en función del entrenador. No hay más que ver lo deahora. Más que el sistema, es la idea, el concepto de equipo quepuede triplicar las posibilidades del jugador. Ahí tienes a DeMarcos, a Susaeta, a todos en general. Un entrenador es bueno si sabesacar rendimiento a la plantilla que tiene.

Una obviedad que amenudo no se plasma.

Los resultados no seconsiguen de la nada, hay que acertar en muchas teclas y un buendirector de orquesta es fundamental. Yo me podía haber equivocado,pero tenía la sensación de que la plantilla actual tenía potencialpara dar más rendimiento, no digo que estuviese desaprovechada, peromerecía la pena asumir el riesgo de un cambio, aunque como norma soypartidario de que en el Athletic haya menos cambios. Me da envidiaver a alguien que lleva 25 años en el mismo banquillo, comoFerguson, es a lo que deberíamos tender nosotros. Y el mismocriterio lo aplicaría a Lezama. No juzgo lo que se hace allí, peroes nuestra fábrica y se debe cuidar muchísimo.

Usted tuvo un montónde técnicos en once temporadas.

Creo que diez, dos enalgún año en que estuvimos en posiciones peligrosas. Es verdad quede todos se aprende. Muchos eran de casa: Iribar, Sáez, Rojo,Irureta, el difunto Aranguren, Clemente, Amorrortu,… Con todosparticipé, más o menos. El peor recuerdo me lo dejó Stepi y no porjugar poco, sino porque creo que un técnico de fuera se tiene queadaptar al club y al entorno, quien venga ha de tener sensibilidadpara captar que somos distintos, lo del palmarés es secundario.

¿Y con todos los decasa estuvo a gusto?

Mira Amorrortu llegó enuna situación delicada y valoré su franqueza. Me dijo que entraríapoco, pero que sí podría empujar como los demás para salir delapuro. En el Athletic la gente tiende a unirse más cuando vienen maldadas. Con Irureta tuve problemas musculares y no conté de inicio,pero luego sí y jugué aquella eliminatoria con el Newcastle quecaló bastante, fue muy bonita.

Pero ni se aproximó ala posibilidad de obtener un título, como tantos en este club.

Quizás yo sea un pocoromántico en este tema. Ya sé que compites para ganar, pero en elAthletic nunca perdemos. Todo club se sustenta en los triunfos, peroaquí nos alimentamos de nuestra particularidad, por eso cuando segana algo tiene un valor añadido. Claro que cuenta la victoria, perotambién la elección que has hecho de ser como eres. Esto es lo quehace que vayan ocho mil a Manchester o muchos más a una final. Sillevamos tanto tiempo sin ganar nada es porque hemos decidido seguirun camino y yo que me quedo con esta decisión. Otros han cambiadopara poder ganar, nosotros no. El sentimiento de pertenencia contítulos es más fácil, nosotros lo desarrollamos hasta sin títulos.

Durante la entrevistaapenas ha hablado de usted y se ha extendido en cuestiones másgenerales.

Podría contar muchascosas tras haber estado diez años en el primer equipo, pero para queyo estuviese ahí hubo muchos compañeros que no llegaron y sin ellostampoco yo lo hubiera logrado. Quizás por eso prefiero no hablardemasiado de mí y hablo más del resto, del club, de los técnicos,de los demás jugadores o de la afición. Sí destacaría la etapa dejuvenil, en la que te estás haciendo como futbolista y como personaen Lezama, los valores que adquieres. Tienes que estar preparado ytodo y todos los que componen la estructura del club son básicospara no perder la perspectiva de lo que eres. Yo tuve la fortuna deque me formó el Athletic, toda esa gente que tuve alrededor.

Antes de acabar, esobligado referirse al actual presidente, amigo suyo desde niño. ¿Leextrañó el paso que dio?

Josu ha explicado lospasos que quería dar, los motivos que le llevaron a estar donde está. ¿Si me extrañó? Pues no lo sé. Lo que veo es que esconsciente de la responsabilidad que tiene y si medita tanto lasdecisiones es por esa razón. Fue con su idea y el socio le apoyó.Estoy tranquilo por el funcionamiento del club porque sé que siempreserá él. Todos tenemos nuestra trayectoria y la suya en el Athleticha sido impecable. Soy su amigo y se me nota, pero ahí queda suforma de estar como capitán, cómo renovaba sus contratos. En sucarrera profesional y también ahora transmite una forma de ser quemamó en casa, como hicimos tantos otros. Y tampoco quieropersonalizar demasiado en él porque tiene a su lado un equipo detrabajo muy serio y capaz. Espero que tenga más aciertos que erroresmientras esté ejerciendo de presidente.