El método Murua
El exrojiblanco Edorta Murua, responsable de metodología del Atlético de Madrid, desarrolla en el club madrileño las ideas que empezó a poner en práctica en las categorías inferioriores del Athletic
bilbao
Edorta Murua amanece en El Cerro del Espino, uno de los campos de entrenamiento, uno de los tentáculos del Atlético de Madrid. Desde julio es uno de sus nuevos centros de trabajo. Lezama, sus doce años como jugador y otros tantos de entrenador en la factoría de Lezama, quedaron atrás. "La posibilidad de llegar al Atlético surge de una manera muy directa, ya que José Mari (Amorrortu) se pone en contacto conmigo; él había iniciado y estaba empezando a consolidar sus ideas de trabajo en el Atlético de Madrid. De alguna manera, es una orientación al trabajo que hicimos años atrás en Lezama. Después de su salida en 2001, algunos intentamos evolucionar ese trabajo que habíamos hecho y él quería que aquí le diéramos un toque a ese trabajo que ya estaba iniciado en cuanto a dar un salto, no solo cuantitativo sino cualitativo. Él me plantea la posibilidad de crear un centro de perfeccionamiento para hacer frente a los nuevos desafíos en materia futbolística y quiere que yo esté al frente. Cuando se reúnen todas esas cosas y surge esa posibilidad de poder seguir desarrollando algo que anteriormente hacíamos, no me lo pensé y aquí aterricé y esas sensaciones que tuve en un momento en el Athletic las tengo ahora en el Atlético de Madrid", explica Murua.
El baracaldés es el responsable de metodología del club colchonero. Es uno de los técnicos que está bajo el paraguas del director del fútbol base, de José Mari Amorrortu, "el jefe", como dice Edorta. "Ya estuvimos cinco o seis años trabajando juntos en Lezama, desde 1996 a 2001, y luego siempre hemos mantenido contacto", recuerda. Así, esas ideas que germinaron en la fábrica bilbaina -bajo dos consignas muy claras: evolución y futuro- explotan ahora en Madrid, donde en la primera plantilla del club actualmente hay cinco canteranos: De Gea, Joel, Domínguez, Mario Suárez y Camacho. "Nosotros nos centramos de una manera muy clara en la evolución del futbolista. Es el principal valor. Que haya una evolución desde alevines al filial. Todo ello para lograr, en el Athletic y aquí, que haya una cultura de juego que venga precedida de una cultura de entrenamiento, que es lo que da estabilidad a los equipos. No nos podemos quedar en la inmediatez, el corto plazo va en detrimento del futuro, del desarrollo", analiza Murua.
Uno de los cambios que puso en marcha Amorrortu en la cantera madrileña fue el de adelantar los procesos de formación. Algo con lo que Murua está de acuerdo: "Dentro del proceso de formación, al futbolista de condiciones no le podemos tener en categorías donde no se vea una mejora porque tiene una serie de condiciones que se le pide algo más. Entonces sí hay jugadores en edad joven que están en una categoría superior. Hemos tenido en cadete en el Segunda B. Ahora hay cuatro juveniles. Hay cadetes en los juveniles... Es decir hay un proceso muy orientado. Pero es un proceso consolidado, no subimos a un jugador, luego le bajamos... lo que intentamos es que los jugadores vayan afrontando situaciones y sobre todo, a aquellos que tienen potencial no les dejemos en una zona de confort sin que le llevemos a una zona que suponga un aprendizaje para ellos. Sí hay un proceso de aceleración de edades, pero sin sobresaltos".
Por esta misma razón a Murua no le extrañan casos como los de Iker Muniain o Jon Aurtenetxe, que con 18 años están en Primera División. "Son jugadores que están desde hace tiempo orientados, se trabajó con ellos a largo plazo. Todo viene de un proceso anterior, hay un trabajo de años atrás en los que hay una previsión de futuro. De lo que se trata es de formar jugadores para el primer equipo. Hay que tener una visión de futuro sobre esos futbolistas y a partir de juveniles más o menos, el proceso está encauzado, la inversión empieza mucho más abajo. Ahí es donde hay que empezar a mirar al futbolista del futuro".
viejos conocidos En sus doce temporadas como entrenador en Lezama, Edorta ha dirigido a muchos de los jugadores que están ahora en la primera plantilla o que han pasado por ella. "No me sorprenden los futbolistas que van irrumpiendo en el primer equipo. En el año 85, sabía que jugadores como Llorente, Garmendia o Amorebieta, que eran infantiles de primer año, podían irrumpir en el primer equipo. Había otros, también. Es cierto. Pero luego hay que recorrer un camino y no todos tienen la misma fortuna y otros se topan con lesiones". El técnico baracaldés echa en falta que muchos de los chavales que han pasado por sus manos se hayan consolidado en la primera plantilla rojiblanca: "Me hubiera gustado que muchos que debutaron en el primer equipo se hubieran consolidado porque tenían condiciones, no es cuestión de dar nombres pero sí hay jugadores que en su momento llegaron y que por circunstancias no pudieron consolidarse. Yo siempre pienso que con el jugador que lleva muchos años en Lezama es con el que habría que tener mucha más paciencia". Lo afirma Murua, que ha trasladado su método de Bilbao a Madrid.