ESTÁ pendiente de su teléfono móvil. De esa llamada que anuncie que se han acordado esos pequeños flecos que restan por cerrar para consumar su fichaje por el Athletic por un mínimo de dos temporadas. Ibai Gómez (11 de noviembre de 1989, Bilbao) se ve, con todo, como jugador rojiblanco. Se hace, por tanto, realidad el sueño que esperaba desde que "tenía tres años y medio, cuando empecé a dar mis primeras patadas en Maiona". Habla de su segunda casa, en la que ha vivido al albur de su aita, Mitxelo, una referencia del fútbol vizcaino y sobre todo del Santutxu, del que ha sido jugador, entrenador y en la actualidad presidente. Mitxelo (3 de octubre de 1955, Bilbao) no llegó a vestirse de rojiblanco, aunque sí ejerció en Lezama como técnico de los dos equipos infantiles entre 1997 y enero de 2005. Cinco años y medio después su único hijo se incorporará al Athletic. "Tiene que aprovechar el momento, consciente de que es una oportunidad que sólo llega una vez en la vida", reflexiona como consejo de aita y de entrenador, faceta esta última que también desempeña Ibai, al frente del Santutxu infantil y con el que se ha proclamado este curso campeón de la Preferente vizcaina por delante del mismo Athletic.
Ibai, recién graduado como Técnico en Actividades Físicas y Animación Deportiva (TAFAD), lleva el ADN de su aita. "Desde que comenzó a andar tenía el balón encima. Después aparecía en Maiona día sí y día también", delata Mitxelo, mientras su vástago se suma al recuerdo. "Venía con zapatos, zapatillas, descalzo... No quería perderme ni un partido", subraya. Padre e hijo comparten casi una obsesiva afición por el fútbol. "Con los nuevos canales de televisión, vemos un montón de encuentros viernes, sábados, domingos y lunes. Debatimos sobre conceptos, movimientos, sistemas tácticos... y, claro, devoramos bolsas de pipas", dicen prácticamente al unísono.
Lo llevan en el ADN, aunque éste les ha traicionado en una ocasión, por mucho que de puertas hacia fuera se pensara lo contrario. "Mi aita me entrenó durante seis partidos en el cadete del Santutxu y ¡nunca¡ salí de titular", desvela Ibai, mientras que Mitxelo se apresta a interrumpirlo. "La Liga Vasca es una competición muy exigente. Le sacaba a los 5 ó 10 minutos del segundo tiempo, cuando el rival podía acusar el desgaste, porque Ibai era un chaval que aún no se había desarrollado físicamente", apunta el progenitor con lo que desactiva cualquier sospecha de favoritismo.
Ibai, por entonces, medía 1,57 metros y dos años después su altura se fue a los 179 centímetros actuales. "Le decía que estuviera tranquilo, porque va en los genes de la familia. Yo de adolescente medía 1,56 metros y luego di el estirón", recalca Mitxelo segundos después de que su hijo hubiera afirmado que se dieron momentos "en los que pensé en dejarlo, porque jugaba muy poco y me sentía mal".
Mitxelo destacó en su época de futbolista por sus recorridos en bandas, especialmente por la izquierda, y por su capacidad goleadora. Lo mismo que ocurre con su hijo. Cuestión de ADN. "No le he visto jugar a mi aita, pero los que sí lo han hecho dicen que en el campo les recuerdo a él", afirma orgulloso Ibai, lectura a la que suma el hoy presidente del Santutxu, que ha logrado el ascenso a Tercera División. "Los tiempos han cambiado, pero sí que le asimiló mucho a mí", apunta Mitxelo.
recompensa Ibai Gómez llega al Athletic merced a sus brillantes prestaciones en el Sestao, en el que se ha convertido en su máximo goleador en su estreno en Segunda División B, cuando hace apenas un mes jugaba en las filas del Santutxu en la División de Honor vizcaina. "Mi aita ha sido clave en mi trayectoria. Me ha inculcado el trabajo en todos los conceptos, con el objetivo de que cogiera lo mejor de mí", asegura el futuro león. "Aparte de la calidad que tiene, ha sabido sufrir. Tiene mucha pegada, trabaja a tope y explota su verticalidad", le describe su aita.
Esa capacidad de saber sufrir que menciona Mitxelo recompensó a su hijo cuando Eriz Caminero, por entonces técnico del juvenil del Santutxu y hoy en día entrenador del segundo cadete del Athletic, le dio la oportunidad. De ahí, "subí al equipo mayor" donde destacó el curso pasado, con una tarjeta de 18 goles. "Marquitos (actual entrenador del Santutxu) ha tenido mucho que ver en su progresión", matiza Mitxelo, que reivindica el trabajo de la entidad que preside. Ibai Gómez vestirá de rojiblanco después de que hace un año en Lezama no se fijarán en ese chaval que jugó dos partidos "raros" junto a jugadores del Bilbao Athletic y Basconia.