bilbao. Fran Yeste vivió momentos contradictorios durante su estancia en Menorca a lo largo de la pasada semana. Los buenos llegaron en compañía de Joseba Etxeberria y del resto de la expedición, ya que se trataba de disfrutar de una íntima despedida del capitán. Los malos se produjeron con las noticias que le llegaron desde Ibaigane, cuando ya tuvo constancia de que la Junta Directiva presidida por Fernando García Macua le confirmó una decisión que había tomado desde cinco meses atrás. Es decir, que no se le renovaría el contrato que expira el próximo 30 de junio, por lo que tuvo que asumir su salida de la entidad en la que ha permanecido desde el verano de 1991.
Yeste tuvo conocimiento del desenlace que se barruntaba la noche del pasado jueves, instantes después de la última reunión que efectuó la Junta Directiva y un día después de que el propio jugador comunicara a García Macua que aceptaba la oferta que le trasladó el club el pasado mes de diciembre, lo que entendía como un gesto de compromiso para continuar en el Athletic, su deseo prioritario.
El basauritarra confiaba en una respuesta afirmativa por parte del club, después de que éste se manifestara inflexible a la hora de retocar su oferta inicial y de aceptar las pretensiones del jugador, típicas del habitual tira y afloja que se produce en estos casos. Yeste se conformaba con lo que le ofrecía la Junta Directiva en su intención de finiquitar las diferencias existentes y alcanzar un acuerdo que consumara su anhelo de cerrar su carrera deportiva en el Athletic.
Yeste, incluso, se había visto durante la semana pasada inmerso en un escenario nuevo después de que no se hubieran producidos contactos desde el 13 de enero. Su deseo de continuar como rojiblanco era firme, lo que conocía el vestuario, que había reclamado públicamente a la Junta Directiva que apostara por el jugador, petición a la que se había sumado también parte del cuerpo técnico.
Según las fuentes consultadas, la oferta que tenía el jugador sobre la mesa reducía en cerca de un 40 por ciento su ficha anual, mientras que la duración del nuevo contrato contemplaba dos temporadas más, con la opción a una tercera en caso de que el basauritarra superara en el curso 2011-12 la barrera de los 23 encuentros oficiales. Es decir, unos términos similares a los que se ofreció a Pablo Orbaiz, que sí alcanzó un acuerdo rápido con la Junta Directiva el pasado 3 de noviembre.
García Macua adelantó en la entrevista que publicó ayer DEIA que "no había nada que discutir con Yeste" en las tres reuniones que mantuvieron las dos partes la semana pasada y después que afirmara que la oferta que el club preveía trasladar al jugador el pasado febrero "no se produjo por las circunstancias que tanto el jugador como su representante conocen de primera mano", por lo que dejó entrever que en la decisión de la Junta Directiva han pesado más las razones extradeportivas que las deportivas, aunque no se matizan cuáles son las primeras.
Voces de la Junta Directiva, con todo, se habían mostrado a favor de considerar la opción de renovar al jugador, aunque, sin embargo, pudo más la corriente mayoritaria, partidaria de cerrar el ciclo de Yeste en el Athletic pese a que semanas atrás se vendiera el mensaje de que sólo habría fumata blanca si el jugador aceptaba al oferta inicial.
Entonces, el Athletic se encontraba inmerso en la lucha por conseguir una plaza para repetir en competición continental, premio que no ha consumado. Con un nuevo proyecto en Europa la decisión podría haber sido bien diferente a la que se ha producido, pero sin los ingresos que genera el Viejo Continente, el club ha desactivado la posibilidad de apostar por Yeste, quien precisamente ha acaparado un protagonismo relevante en la última edición de la Liga Europa, en la que compareció en once de los doce encuentros que llegaron a recorrer los de Caparrós.
veto de la plantilla El final de Yeste como jugador del Athletic se conoció en Menorca, donde gozó de sus primeras días de vacaciones. Durante su estancia en esa isla, un rotativo bilbaino publicó unas fotografías en las que se observaba al basauritarra desnudo en la cubierta de un barco, lo que ha ocasionado un enorme malestar en la plantilla rojiblanca, que ha decidido vetar a ese diario a la hora de no conceder entrevistas personales, por lo que considera que es "un hecho que nos parece inaceptable".