bilbao. Fernando García Macua, presidente del Athletic, presenció en directo el amistoso que protagonizaron hace un mes en Ipurua Eibar y Athletic. Cinco días antes de ese duelo, compareció junto a Alex Aranzabal, presidente de la entidad armera, en la presentación oficial del mismo. Se trataron de gestos que invitaban a un acercamiento entre los dos clubes para reeditar el acuerdo de convenio que se rompió en 2005. Pista desactivada. El Eibar se ha inclinado, a día de hoy, por negociar como primera opción con la Real Sociedad, que busca rescatar para su causa las pérdidas que ha sufrido en su órbita. Entre ellas, el Real Unión, que se ha ofrecido a la entidad rojiblanca para retomar unas conversaciones destinadas a cerrar un acuerdo de relación entre los dos clubes.

El Athletic ha cambiado de marcha y recupera sus contactos con el club unionista, sobre todo a través de Roberto López Ufarte, su director deportivo y quien, además, mantiene una relación estrecha con Javier Irureta, máximo responsable de Lezama y con el que coincidió en la etapa de este último al frente del banquillo realista, entre 1995 y 1997.

Ibaigane activa los pasos necesarios para consumar su ambicioso proyecto de captación y presencia en Euskal Herria. Es uno de los ejes de la política deportiva de esta Junta Directiva, dispuesta a gestionar la mayor parte posible del mercado vasco de cantera y, sobre todo, cuando el territorio histórico de Gipuzkoa se encuentra virgen tras la fuga del Eibar y Antiguoko, sus dos últimas referencias.

El acercamiento al Real Unión empezó a gestarse por iniciativa de la anterior cúpula de Lezama, en manos de Luis Solar y Julen Masach. El pasado mes de mayo arrancaron las conversaciones, momento en el que el conjunto fronterizo acababa de romper su convenio con la Real, debido al incumplimiento por parte de ésta de sus compromisos adquiridos de pago -no abonó la cantidad de 150.000 euros pactada- y cuando en el plano deportivo los de Iñaki Alonso albergaban serias opciones de aspirar al ascenso a Segunda División A, éxito que consumaron.

El Athletic, por tanto, instauró un buen feeling con la entidad irundarra, hasta el punto de que su presidente, Ricardo García, mantuvo una reunión en persona en Lezama con los responsables de la factoría rojiblanca. Ese primer contacto, sin embargo, se quedó en una mera declaración de intenciones, una vez que el relevo en la dirección de Lezama -propiciada por la dimisión en bloque de Joseba Inchaurraga como vicepresidente, de Luis Solar, como coordinador general de la factoría rojiblanca, y de Julen Masach, como director técnico-, supuso una parada técnica.

cita en irun Fuentes consultadas por DEIA confirmaron que recientemente se ha producido una conversación telefónica, con Irun como origen de la llamada, entre responsables de las canteras de los dos clubes, con el objetivo de retomar el camino emprendido diez meses atrás, lo que ratifica las intenciones de las dos partes de alcanzar un acuerdo si se llega a un punto de comunión satisfactorio.

El próximo domingo, además, se profundizará en el asunto, con motivo de la presencia en Irun de Javier Irureta, que, en su condición de ex jugador del Real Unión, tomará parte en el encuentro anual de las viejas glorias del conjunto blanquinegro y donde se podría acordar una futura reunión a más alta escala.

El Athletic conoce que deberá negociar con el Real Unión una propuesta que se salga del convenio tipo que mantiene con la mayoría de los clubes que tiene afiliados. La entidad irundarra ya le ha transmitido que los términos del acuerdo se enfocarían al primer equipo, porque "en lo que se refiere a fútbol base y tecnificación lo tenemos todo. El Real Unión tiene suficiente entidad en este sentido como para ir solo", alegan en Irun.

En Lezama asumen la política del Real Unión, por lo que los cabos a atar se dirigirían en torno a una entente en el capítulo económico y en el de cesiones, en función siempre de si los de Iñaki Alonso se mantienen en Segunda División o descienden a Segunda B. A partir de ahí, el Athletic intentará apropiarse de la potestad de tener prioridad sobre los jugadores unionistas que le pudieran interesar en el futuro.