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Un novedoso VAR de muy discutido rendimiento en La Liga F y la Primera Federación

Están probando esta temporada un nuevo videoarbitraje de bajo coste

Un novedoso VAR de muy discutido rendimiento en La Liga F y la Primera FederaciónATHLETIC CLUB

La Federación Española de Fútbol ha impuesto para esta temporada un nuevo VAR (sistema de revisión de jugadas) tanto para Primera Federación como para la Liga F. En su primer mes de funcionamiento, este nuevo soporte de vídeo para el fútbol (FVS) ha mostrado importantes defectos en su aplicación. Partidos interminables en su extensión, muchas interrupciones, dudas razonables para los colegiados y las árbitras a la hora de visionar para intentar analizar las jugadas conflictivas. Esto es debido a la ínfima calidad de la imagen y poco número de cámaras en cada encuentro programado. Además, son innecesarias las revisiones tras la consecución de todos los goles, cuando aparentemente no hay ninguna razón ni necesidad en el tiempo de juego.

En este VAR, que se ha venido a denominar por sus detractores de low cost (videoarbitraje de bajo coste), cada entrenador posee la revisión, hasta en dos ocasiones por encuentro, para reclamar una situación revisable al árbitro. Se solicita entregando una tarjeta física (comodín) al cuarto árbitro en el mismo momento en que se produce la acción. Se puede utilizar en caso de gol o no gol, penalti o no penalti, tarjeta roja directa y confusión de identidad. Los fueras de juego también podrán ser revisados siempre y cuando la jugada acabe en gol, penalti o tarjeta roja. En caso de que el colegiado decida dar por buena la petición y corrija su primera decisión, el club solicitante mantiene su tarjeta, mientras que, si falla, evidentemente, la pierde. Estas novedades, a primera vista, parecen más una normativa de la Kings League que de una competición de fútbol casi profesional. Su infraestructura varía de entre cuatro a ocho cámaras y se puede implantar en cualquier terreno de juego. Lo malo de la poca variedad de cámaras es que puede influir y dificultar la toma de decisiones.

La FIFA ha ido testando este VAR modesto, con una gran reducción de costes con respecto al VAR de Primera y Segunda División, y fue implementado en torneos menores internacionales como la Copa Juvenil Blue Stars y en el Mundial Femenino Sub’20 en Colombia.

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Aparentemente, en las ligas la novedad tuvo un buen recibimiento en los clubes que parecen abrazar cualquier mejora que les acerque a los clubes y categorías profesionales. Además, en lo que se refiere a la Liga F, existe la imposibilidad de imponer el VAR profesional debido a que algunos terrenos de juego no cumplen con los requisitos necesarios. Así que la tecnología era bienvenida. Pero a medida que las jornadas transcurren los partidarios han dado paso a los detractores. Decisiones cuestionables y no exentas de polémica que en nada tiene que ver con el VAR de Primera. Errores de bulto y continuos parones.

El VAR se estrenó en la primera jornada de la Liga F con nada menos que 39 intervenciones en tan solo ocho encuentros. Doce de ellas se tomaron en el Barcelona-Alhama. Ocho para revisar los tantos de la goleada y dos posibles penaltis y otros dos posibles fueras de juego. Curiosamente, en el único encuentro en el que no se echó mano de esta nueva tecnología fue en el Athletic- Tenerife disputado en Lezama que acabó sin goles. En el Deportivo Abanca-Espanyol de la segunda jornada, la asistente anuló un gol de las periquitas que la colegiada decidió dar como legal tras verlo en el monitor, cuando la imagen sin ayuda de líneas no dejaba claro si la delantera estaba en posición antirreglamentaria. Con tan pocas cámaras hay jugadas imposibles de analizar con precisión. Los medios técnicos tan precarios someten a un estrés tremendo a los colegiados, que tienen que decidir casi al instante para determinar acciones polémicas. Por poner un ejemplo, el encuentro disputado entre el Algeciras y el Sabadell, que finalizó 1-2, acabó con 18 minutos de prolongación en su segunda mitad.