La pregunta es obligada, ¿qué opina de lo que ocurrido con la selección este verano?

—Poco se puede decir estando fuera. Tampoco sabes todas las versiones. Pero es muy triste que se haya hablado de todo el revuelo que ha habido con Rubiales y no se haya hablado de lo que han conseguido y todo lo que requiere ser campeonas del mundo.

¿Incluso se ha mezclado la huelga de la primera jornada?

—La huelga ha sido por el convenio colectivo y por el salario mínimo y se ha llegado a un acuerdo. Afortunadamente en Lezama, en el Athletic, esa estructura está ahí y tenemos muy buenas condiciones. Es verdad que muchos equipos de la categoría no tienen esas condiciones mínimas y hay que pelear por todo eso.

Pero como posible seleccionada de las categorías inferiores, ¿le podía haber salpicado de lleno si se hubieran negado a ir a la convocatoria las jugadoras seleccionadas?

—Sí. Podía haber pasado. Pero gracias a Dios se llegó a un acuerdo y también se pudo continuar con la liga.

Hace cuatro años, DEIA le entrevistó junto a Leia y Andrea en el primer partido ¿Qué hay de aquella Ane?

—Ha cambiado. Ha cogido esa madurez. Ese poso. Yo vine con 18 años, era una cría, ahora tengo 25, y toda la experiencia, ya no solo aquí sino en tu vida fuera del fútbol, y Ane ha cambiado. Sigue siendo nerviosa. Pero de otra manera. Sabe gestionar mejor todo eso. Y en el campo también intento ser más calmada, mirar las diferentes opciones que tienes y en ese sentido sí que he madurado.

Sigue siendo una delantera vertiginosa y vertical, pero también le cuesta hacer goles, ¿a qué se debe?

—Me gusta mucho salir a la contra, buscar esos espacios con balón. Y sí que me gustaría tener más gol. Es verdad que cuando estás en banda no estás tan cerca de portería. Pero sí que me gusta ser una jugadora muy vertical, hacer mucho daño a la espalda del rival y muy solidaria con el equipo en esa labor defensiva, que es muy importante para el equipo. Lo he ido mejorando. Me gusta estar cerca del gol. Espero que llegue, y a seguir trabajando para ello.

¿Cómo es el nuevo entrenador, David Aznar?

—Es muy exigente y muy metódico. Tiene muy claro lo que nos quiere transmitir. En su método busca un juego más combinativo, estamos adaptándonos a ello y tengo muchísima confianza de que vaya a salir luego en competición, pero sí que tiene sus ideas claras. Está intentando transmitirlas y nos tenemos que adaptar mutuamente. Estamos en esa fase de adaptación.

¿Dará tiempo a esa adaptación para que el Athletic se posicione arriba o habrá que resignarse con estar en la tabla en la zona media-baja?

—Nosotras miramos hacia arriba. Ahora que también queremos ver cómo empieza la liga. Queremos ser fuertes en casa, que el año pasado nos costó ser regulares, que cuando vengan aquí les cueste llevarse puntos, pero el Athletic mira hacia arriba y obviamente queremos estar en mejores puestos que el año pasado.

¿Se siente una veterana en la plantilla a pesar de su juventud?

—A mí me costó llegar al primer equipo, porque estuve dos años con ficha del B, luego estuve en dinámica completa con el A pero hasta el enero del cuarto año no me hicieron ficha del primer equipo. Empecé a coger minutos, justo vino el Covid y después me rompí la rodilla. Se me cortó un poco todo. Por años y por tiempo en el equipo sí que soy de las que más lleva, hay otras como Gara, Eunate, Yule, que son aún más veteranas. Te ves y me siento una chavalita pero puedes tener ese peso en el equipo.

La renovación de la plantilla continúa a un ritmo vertiginoso.

—Esto funciona así. Cualquier jugadora puede suplir a alguien que se vaya, por mucho peso que tenga en el equipo. Se está haciendo un muy buen trabajo. Está saliendo gente muy buena en la cantera: Clara, Mariana, Zubieta, Sara, Jone…

¿Qué objetivos se ha marcado para esta temporada?

—Tener más continuidad que la temporada pasada. El año pasado tuve molestias en la rodilla, pubis… Ahora estoy muy bien. Y quiero tener más regularidad, estar más tiempo disponible, que ya lo he hablado con el cuerpo técnico, que es un objetivo que me he impuesto. Tener más llegada, más ocasiones, luego entrarán o no. A mí lo que me fastidia es no tener ocasiones en un partido. Cuando las fallas también te vas un poco enfadada, pero si el equipo no las genera…

¿Dónde va a estar el Athletic este año?

—Ya lo dijo al principio el presidente, nos hemos marcado el objetivo de estar del octavo puesto hacia arriba. Pero cuando empiece la liga de lleno, tengo confianza de que van a salir los resultados y se podrán definir mejor los objetivos. Pero sí que nos gustaría estar mejor que el año pasado y quedar en los puestos de arriba.

El domingo juegan en casa del Levante LP.

—Desde el principio de semana todos los entrenamientos están enfocados al rival que nos podemos esperar. Es un campo de hierba artificial, muy botón, con juego más directo y hacemos ejercicios dirigido a ello. El año pasado jugamos y ganamos allí, es un campo que aprieta mucho, la afición está muy encima y vamos aprovechando nuestras bazas. Luego no puedes hacer el partido de tu vida, pero tienes también que jugar en esos campos y aprovecharlo.

¿Se arriesga con una cifra particular de goles para esta temporada?

—Cuando estuve muy bien metí diez. El año pasado, dos. Ojalá se pueda repetir lo de hace dos temporadas.