Las comparsas son el alma de las fiestas. Estas agrupaciones, formadas por bilbainos/as de toda edad y condición, constituyen el santo y seña de Aste Nagusia, animando cada rincón del Botxo.
Las comparsas son fiesta en sí mismas. Estos grupos de raíz popular viven la fiesta en Bilbao desde el txupinazo hasta la despedida de Marijaia. Tienen protagonismo especial desde la creación de la Semana Grande bilbaina en 1978, dando lugar a un modelo festivo único en el mundo.
Agrupadas antes en la Coordinadora de Comparsas, hoy forman Bilboko Konpartsak, uno de los principales promotores históricos de las fiestas, que junto con el Ayuntamiento de Bilbao organiza el programa en un comité mixto con representación de otros grupos.
CONVIVENCIA DESDE LA DIVERSIDAD
Con el convencimiento de que la convivencia es posible desde la diferencia y la diversidad de opinión, trabajan todo el año por una Aste Nagusia, Carnavales, Santo Tomás y fiestas de todos los barrios hechas por y para la gente de Bilbao. En total son 27 comparsas que dan vida a Aste Nagusia de día y de noche en el recinto festivo.
Estas son: Aixebarri, Algara, Altxaporrue, Askapeña, Bizizaleak, Eguzkizaleak, Hau Pittu Hau, Hontzak, Hor Dago Abante, Kaixo, Kaskagorri, Kranba, Mekauen, Moskotarrak, Pa-Ya, Pinpilinpauxa, Piztiak, Satorrak, Sinkuartel, Tintigorri, Trikimailu, Txinbotarrak, Txinparta Feminista, Txomin Barullo, Txori Barrote, Uribarri y Zaratas.
Su campo base es el Arenal y sus aledaños, donde instalan su txosna, creando una zona de jolgorio y de visita obligada para vivir el ambiente festivo más característico de Aste Nagusia.
Allí desarrollan un programa repleto de eventos: concurso gastronómico, carrera campo a través, competiciones entre comparsas, eventos infantiles y muchas otras actividades, más los actos en torno a cada txosna.
Aunque llevan días montando sus txosnas, hoy, con el txupinazo, comienza para cada una una carrera de fondo en clave de fiesta hasta el final de Aste Nagusia.
Esencia de las fiestas desde 1978
El origen de la Coordinadora de Comparsas se remonta a 1978.
Se hizo un llamamiento a la población para crear comisiones por barrios. Cuadrillas de amigos, asociaciones y sectores sociales responden con entusiasmo y se organizan en comparsas. Se pedían requisitos mínimos: tener fanfarria y 50 personas con trajes iguales.
Cada una debía levantar su txosna en el recinto festivo, con barra abierta a la calle, bebidas, comida y música. En agosto se pensaba que no pasarían de ocho, pero surgen nuevas hasta llegar a 27, conformando un tejido social de más de 1.600 personas.